sábado, 27 de junio de 2020




SOLEMNIDAD DE 
SAN PEDRO Y SAN PABLO
La manera de hablar semita nos puede jugar una mala pasada si entendemos las frases literalmente. Ellos hablan por contraste y cuanto más mejor. Lo que es bueno para el cuerpo, es bueno también para el espíritu. El evangelio de hoy propone, en fórmulas concisas, varios temas esenciales para el seguimiento de Jesús. Todos tienen mucho más alcance del que podemos sospechar a primera vista.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. Se han dicho cantidad de tonterías sobre al amor a la familia y el amor a Dios. El amor a Dios no puede entrar nunca en conflicto con el amor a las criaturas, mucho menos con el amor a una madre, a un padre.
El amor a Dios es único, como único es el amor a un padre o a una madre. En otro apartado del evangelio: “Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado”. Solo puedo amar a Dios, amando a los demás, amándome a mí mismo como Dios manda.
El evangelio nos habla siempre del amor al “próximo”. Lo cual quiere decir que el amor en abstracto es otra quimera. El amor tiene que ser concreto. Hay que revisar el tipo de amor que ejercemos sobre los demás: hay amores que matan, asfixian, oprimen. El amor verdadero nunca está en contra de mi humanidad. Nada que no sea humano puede ser evangélico. No amar a los hijos o a los padres no sería humano.
El que quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mí, la encontrará. En griego hay tres palabras que nosotros traducimos por vida: “Zoe”, “bios” y “psiques”. El texto no dice zoe ni bios, sino psiques. No se trata, pues, de la vida biológica, sino de la vida psicológica, es decir, del hombre capaz de relaciones interpersonales. Esto no sería “perder”, sino “ganar” humanidad.
El que dé a beber un vaso de agua fresca… El ofrecer “Un vaso de agua fresca” a un desconocido que tiene sed, puede ser la manifestación de una profunda humanidad. El dar, sin esperar nada a cambio, es el fundamento de una relación verdaderamente humana. En nuestra sociedad de consumo no hay absolutamente nada que no tenga un precio, todo se compra y se vende.
El amor puramente teórico no tiene consistencia. Un vaso de agua puede ser la manifestación más auténtica de amor. No tiene importancia ninguna lo que hagas. Lo que vale de veras es la actitud de entrega en lo que hagas.
También celebramos la festividad de s. Pedro y S. Pablo. Jesús llamó a Simón, Cefas que significa "piedra" y sobre ella edificaría Su Iglesia. Pescador de oficio, Jesús lo llamó a ser pescador de hombres. Durante la persecución en Roma del año 64, que duró unos tres años, Pedro murió crucificado por mandato del emperador Nerón. Pidió ser crucificado de cabeza para abajo, porque no 
se sentía digno de morir como su Maestro. Nos enseña que, a pesar de la debilidad humana, Dios nos ama y nos llama a la santidad. A pesar de todos los defectos, Pedro logró cumplir con su misión.
Pablo enemigo de la nueva religión cristiana ya que era un fariseo muy estricto. Estaba convencido y comprometido con su fe judía. Quería dar testimonio de ésta y defenderla a toda costa. Consideraba a los cristianos como una amenaza para su religión y creía que se debía acabar con ellos a cualquier costo. Pablo comprendió que Jesús era verdaderamente Hijo de Dios y que al perseguir a los cristianos perseguía al mismo Cristo que vivía en cada cristiano. La conversión de Pablo fue total y es el más grande apóstol que la Iglesia ha tenido. Fue el "apóstol de los gentiles" ya que llevó el Evangelio a todos los hombres, no sólo al pueblo judío. Comprendió muy bien el significado de ser apóstol, y de hacer apostolado a favor del mensaje de Jesús.
Feliz domingo

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