LA MAYOR PRUEBA DE AMOR Y AMISTAD
En esta tarde de
adoración, delante de Jesús sacramentado os invito a meditar sobre la entrega
de Jesús, ya que dentro de unos días celebraremos la santísima sangre, nuestra
patrona y todos los hombres y mujeres de fe de Denia pedimos su protección y
bendición.
“Nadie
tiene amor más grande que este, dar la vida por sus amigos”. —Juan 15:13
Cuenta la historia que Dionisio un tirano que dominaba la
tierra de Siracusa, condenaba a muerte a todo aquel que lo hiciera enojar. Cierto
día se enfadó mucho con un joven llamado León. Tanto se enojó que lo condenó a
morir. Sabiendo que aquel era el fin de su vida, León pidió al tirano que le
permitiera ir a despedirse primero de su familia.
- Si te dejo ir, te escaparás- advirtió Dionisio. Pero León llegó a
un acuerdo con Dionisio. Consistía en que un amigo suyo llamado Pitias se
quedaría encarcelado en su lugar, como fianza, y si León no llegaba a tiempo,
Dionisio podría quitarle la vida a él.
- Si León no vuelve, yo moriré en su lugar- confirmó Pitias.
Dionisio aceptó el
trato, dándole a León un máximo de seis horas para ir a despedirse de los
suyos. A León le sobraban cuatro horas para poder estar de regreso, así que
partió confiado. Dionisio estaba convencido de que iba a ver morir a Pitias, el
amigo de León, y se preguntaba cómo alguien podía estar dispuesto a dar su vida
por otro, siendo inocente. Y fue a burlarse de Pitias cuando habían pasado ya
cinco horas y León no había vuelto.
- Mi amigo habrá tenido un accidente- le dijo Pitias.
De repente, en el
último momento, apareció León y abrazó a su amigo. Estaba sin aliento y
apestando a sudor. De camino, alguien había matado a su caballo y había tenido
que hacer el resto del trayecto corriendo. Asombrado Dionisio, que no había
visto jamás semejante lealtad, los dejó libres.
Cada momento en la vida
nos vemos rodeados de diferentes tipos de personas, aquellas que nos ofrecen su
amistad a cambio de algo material que les podemos dar, o por el puesto social o
económico que tenemos, entre otras cosas, todo va de acorde a lo que poseemos y
cuando lo perdemos, ellos fácilmente se alejan.
También está ese tipo
de personas que nos muestra una amistad sincera, que no les importa lo que
podamos ofrecer, ellos siempre estarán aun cuando lo perdamos todo y estarían
dispuestos a dar su vida por nosotros, es una lealtad que no tiene precio.
Cuando Jesús camino
sobre la tierra se encontró con estos tipos de personas, aquellas que lo amaban
con sinceridad y lealtad y aquellas que lo amaban por lo que él les daba. Él
conocía sus corazones y sabía distinguir entre aquellos que le acompañarían
hasta el final y aquellos que le darían muerte.
Si por alguna razón tú
no encuentras amigos sinceros y leales, toma el primer paso y se amigó de
Jesús, él te mostrará la mejor amistad.
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