sábado, 31 de octubre de 2020

2020 AÑO A TIEMPO ORDINARIO XXXI

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS

 

La fiesta de todos los santos, el 1 de noviembre, nos invita al optimismo. Todos santos. Todo lo que nos rodea está lleno de bondad si tenemos los ojos del alma abiertos para percibirlo. Acostumbrados a poner el foco en lo negativo, es muy necesaria esta fiesta para descubrir ese soplo divino en todos los seres.

SANTIDAD es aprender a ser Hijos felices de Dios, acogiendo su Obra en nosotros

Sed santos (buenos), como vuestro Padre, que hacer salir el sol sobre buenos y malos. No es tanto lo que yo hago o tengo que hacer, sino lo que El hace, y de lo que yo me puedo hacer consciente.

Por Amor, Dios crea un ser con capacidad de ser bueno y feliz con El. El amor de Dios comienza a manifestarse en la creación. El Dios que es Amor, Comunión, y Entrega, encuentra su reflejo e imagen, en la apertura y receptividad, capacidad del ser humano.

Hemos leído las bienaventuranzas y la mente corre inmediatamente a sinónimos como: feliz, contento, afortunado. Pero el término no puede comprimirse sólo en el mundo de las emociones. En cambio, indica un estado de vida, consolida la certeza más humana que tenemos y que todos estamos compuestos en la unidad: la aspiración a la alegría, al amor, a la vida.

Benditos y dichosos es como decir: levantaos, caminad, adelante. Dios camina con vosotros; arriba, sobre vuestra espalda recta, no os rindáis, vosotros los no violentos, sois el futuro de la tierra; ánimo, levantaos y tirad el manto de luto, vosotros los que lloráis; no dejéis caer los brazos, vosotros los que producimos amor. Es nostalgia desmesurada de un mundo de paz y sinceridad, de justicia y de corazones puros, una forma diferente de estar vivo.

Las bienaventuranzas no son un precepto más o un mandamiento nuevo, sino la buena noticia de que Dios da alegría a los que producen amor, que, si uno se hace cargo de la felicidad de alguien, el Padre se hará cargo de su felicidad.

Jesús anuncia un Dios que no es imparcial, sus manos están enredadas en la espesura de la vida, tiene una debilidad por los débiles, parte de los últimos de la fila, de las mazmorras de la historia, ha escogido las sobras del mundo para crear con ellas una historia que no avanza para las victorias de los más fuertes, sino para sembrar la justicia y cosechar la paz.

“La bondad es el único Evangelio que muchos leerán”. (Helder Cámara)

“Mi única misión en la vida era ser bueno”. (C. Foucauld)

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