miércoles, 18 de agosto de 2021


2021 AGOSTO MEDITACIÓN EUCARISTICA

 En este momento de reflexión, delante de ti Jesús sacramentado, nos gustaría elevar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos y colocarlos junto a ti. Tu eres el único que nos comprende, que se preocupa de veras por casa uno de nosotros, que velas por nuestro bienestar y que nos cuidarás siempre, en cualquier circunstancia de la vida en la salud y en la enfermedad.

Solo en ti podemos sentirnos confiados y seguros de que nunca nos defraudarás, que siempre estaremos contigo y tú con nosotros y que nos llevarás sobre las palmas de tus manos.

La leyenda de la mariposa azul: Cuenta esta leyenda oriental de la mariposa azul, que hace muchos años, un hombre enviudó y quedó a cargo de sus dos hijas. Las niñas eran muy curiosas, inteligentes y siempre tenían ansias de aprender. Constantemente asediaban a su padre con preguntas. A menudo el hombre podía responder sabiamente, sin embargo, en ocasiones no estaba seguro de poder ofrecerles a sus hijas una respuesta acertada.

Viendo la inquietud de las dos niñas, decidió enviarlas una temporada a convivir con un sabio que vivía en lo alto de una colina. El sabio era capaz de responder a todas las preguntas que las pequeñas le planteaban, sin ni siquiera dudar. Pero, un día, las hermanas idearon una pícara trampa para medir la sabiduría del sabio. Decidieron realizarle una pregunta que fuese incapaz de responder.

La pregunta imposible

La mayor salió al campo y atrapó una mariposa azul, envolviéndola en su delantal para que no se escapase. A continuación, comenzó a explicarle a su hermana cuál sería el proceder.

“Mañana, mientras sostengo la mariposa azul en mis manos, le preguntaremos al sabio si está viva o muerta. Si responde que está viva, apretaré mis manos y la mataré. En cambio, si afirma que está muerta, la liberaré y volará libre. De esta forma, sea cual sea su respuesta, siempre será incorrecta”.

A la mañana siguiente las niñas acudieron al sabio, deseosas de hacerle caer en su trampa, y le formularon la pregunta. Pero el hombre sonrío tranquilo y calmado y procedió a responder: “depende de ti, ella está en tus manos...

La historia de la mariposa azul nos recuerda que él presente y el futuro están en nuestras manos. Dios ha dejado el destino de nuestra vida en nuestras manos, no depositemos nuestro destino en manos de nadie, no les des el poder de decidir aplastarte o dejarte volar. Solo tú mereces el privilegio de decidir.

El presente y el futuro están en nuestras manos, tenemos la responsabilidad de hacernos cargo de ellos. Pero también el poder de crear algo maravilloso para nosotros mismos. No deleguemos en nadie la delicada tarea de hacernos felices. Muchas veces depositamos nuestras esperanzas y anhelos en otra persona e, invariablemente, salimos decepcionados. Buscamos en otros el amor, el apoyo y el respeto que no nos damos a nosotros mismos.

Es necesario que salgamos del papel de víctima, que dejemos de culpar a los otros, a las circunstancias o a la suerte de lo que nos sucede. Tomemos las riendas y dirijamos nuestro camino sin miedo., junto a Jesús no hay miedo. Muchas de las decisiones que tomarás serán acertadas, y otras muchas, incorrectas. Entonces, agradece las primeras y aprende de las segundas.

La vida es un continuo aprendizaje infinito. Aprendamos y enfoquémonos en apreciar cómo cada acontecimiento de nuestra vida nos convierte en el ser que somos. No temas volver a equivocarte, cada tropiezo nos perfecciona.

Todos tenemos derecho a fallar, a cometer errores, a cambiar de opinión. Pero con la fuerza del perdón y de la misericordia de Dios veremos nuestras posibilidades. Atrevámonos a transformar nuestra realidad.

Cada uno de nosotros somos la persona más importante de nuestra vida. Tu eres quién más te necesita, no te abandones, no te dejes para después. Si lo haces estarás renunciando al hermoso regalo de disfrutar tu existencia como regalo y don de Dios. Amén.

 

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