miércoles, 5 de octubre de 2022


 

2022 OCTUBRE ADORACIÓN EUCARISTICA. ¡Mamita, como hueles de rico!

Jesús estamos aquí contigo para sentirnos atraídos por tu presencia, por tu sonrisa, por tu perfume, por tu voz que nos habla en lo más hondo del corazón. Estar aquí contigo, contemplándote y sentirte cerca nos anima y nos fortifica y saldremos mucho más robustecidos. Tu perfume nos embriaga y nos envuelve dentro de tu calor y de tu corazón. Todos tenemos olores o aromas, músicas y melodías característicos que identifican momentos importantes, personas definitivas en nuestra vida. Hoy queremos percibir tu olor de padre, de madre, de hermano, de amigo. Sentirnos queridos y amados tal como somos, sin necesidad de hacer grandes esfuerzos. Escuchemos esta historia

¡Mamita, como hueles de rico! (Eso le decía una pequeña de seis años acostada conversando con su mamá).

Y ella le decía: “¿Pero mi amor, a que puedo oler si no uso lociones, ni perfumes, ni cremas? Con seguridad no huelo a nada”. La pequeña solo volvía a decir sonriente: “Te equivocas, hueles rico, “HUELES A MAMÁ”.

Esta respuesta siempre le llenaba de emoción y ahora después de haber visto pasar el tiempo nos hace pensar: Que es una hermosa respuesta, llena de amor y de ternura.

¡Hueles a Mamá…! Seguramente nunca habíamos pensado en ese olor, no lo habríamos llamado así, nunca supimos definirlo, pero ahora sabemos que las madres huelen dulcemente a mamá. El olor de madre te identifica y los niños, como siempre, muy sensibles e intuitivos a ciertos detalles, lo descubren y lo dicen.

Hueles a Mamá: Especialmente cuando estamos llenos de ternura, de amor, de cariño, de comprensión y de deseos de amar y de servir a todos como hijos que ahora quizás no nos comprendan, pero mañana se cambiará la historia.

Hueles a Mamá: Cuando volvemos a ser niños y compartes los juegos, la pelota y la muñeca y perdemos el tiempo con los demás.

Hueles a Mamá: Cuando cantas y cuentas cuentos. Cuando escuchas con toda atención las quejas y oyes sus problemas, sus temores y sus inquietudes.

Hueles a Mamá: Cuando encuentras palabras adecuadas en los momentos tristes o de angustia.

Hueles a Mamá: Cuando dedicas todo tu tiempo especialmente cuando están enfermos y necesitados.

Hueles a Mamá: Cuando permites invitar a los amigos, sin preocuparte como te dejan la casa.

Hueles a Mamá: Cuando soportas las bromas pesadas. Cuando hablas de su deporte favorito, aunque tú no entiendas nada.

Hueles a Mamá: Cuando reprendes a tiempo e impones una disciplina dulce pero firme. Cuando sabes decir SI y cuando sabes decir NO.

Hueles a Mamá: Cuando te afanas y preocupas por sus estudios reconociendo que es su futuro. Cuando procuras mejorar y aprender a ser mamá las veinticuatro horas del día.

Ojalá que todos tuviéramos siempre ese hermoso y dulce “olor a Mamá”.

El aroma de mamá siempre nos lleva a recuerdos felices y candorosos. Un olor muy peculiar que produce seguridad y ocasiona una oleada de amor. Sin importar el perfume que use, seguro notas una fragancia particular, un olor que nunca has vuelto a oler en otra persona. Esa peculiar fragancia que te produce un sentimiento de calidez y seguridad. El aroma de mamá es único, como lo son sus abrazos y su voz.

Mamá huele a una manta suave para acurrucarse, a cosas cálidas, a una tarde de verano recostado en la hierba. Hay mamás que huelen a galletas recién hecha, otras, a ropa recién planchada. Mamá huele a seguridad, a cosas conocidas. Mamá huele a casa y a amor.

El aroma de mamá es un abrazo cálido, una caricia cuando nos sentimos tristes. Mamá es alguien incondicional, que nos ha dejado grandes lecciones de vida. Es la responsable de quienes somos ahora. Recordar su olor es volver a la infancia, rememorar esos momentos en que éramos felices, teníamos pocas responsabilidades y las preocupaciones no lo eran en verdad. Momentos en que mamá siempre estuvo presente sosteniendo nuestra mano. Un espacio de intimidad, apoyo y cariño.

Mamá, por ejemplo, huele a hogar.

Jesús ayúdanos a oler a ti, a amor, comprensión, generosidad, respeto, servicio y armonía. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario