sábado, 9 de noviembre de 2024


 

Como la viuda, Señor

Daré sin esperar nada a cambio.

Ofreceré sin arrogancia.

Dejaré sin pretensión de recompensa.

Brindaré, incluso con la copa que necesite.

Entregaré con sencillez.

Huiré de la cantidad y cuidaré la calidad.

Ofreceré con humildad y recogimiento.

Procuraré sin buscar engaños.

Dejaré de lo mío para otros.

Prestaré lo que otros no dan: lo imprescindible.

Ofreceré lo que otros te niegan: su ser.

Dejaré lo que otros se guardan: su corazón.

Te ofreceré mi vida para que, sólo Tú, la juzgues.

Te ofreceré mis bienes, porque sé que son tuyos.

Te ofreceré mi sustento, porque sé que Tú lo haces posible.

Ponga mi vida en tus manos.

Caminaré sin arrogancia ni seguridad en mí mismo.

Caminaré sin miedo a encontrarte.

Caminaré dispuesto a facilitarte lo que más necesites.

Mírame y condúceme.

Hazme desprendido y sencillo.

Dame la valentía de darte lo que más me cueste.

Inspírame el gesto y la palabra oportuna.

Y, si quieres, Señor, arranca de mí incluso aquello que, por comodidad o egoísmo, busco y amarro para poder vivir.

Amén.

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