2024 NOVIEMBRE ADORACIÓN EUCARISTICA EL
BOSQUE DE LA VIDA
Señor
Jesucristo, Hijo unigénito del Padre: Te damos gracias porque te haces presente
en la Eucaristía y nos permites contemplarte y adorarte como nuestro Dios y
Señor.
Por
eso nos postramos ante ti, confiadamente, con nuestra pobreza y miseria, movidos
por la seguridad que nos da el amor infinito por nosotros que brota de tu
corazón traspasado. Sabemos que tu nunca nos abandonas y que siempre estas con
nosotros pero nos cuesta tantas veces reconocerte en el hermano o en las
circunstancias.
En
señal de amor y de adoración te ofrecemos cuanto somos y tenemos, con el deseo
ardiente de corresponder con toda el alma, y a pesar de nuestra indigencia, a
tantos dones como nos regalas. Tú nos llenas de la luz y el amor que irradias y
que da sentido a nuestra vida. Ayúdanos, para que la gracia que hemos recibido
contemplándote nos empape de tu amor y nos una a tu cruz de tal manera que te
amemos por encima de todo, nos entreguemos, como tú, al servicio abnegado de
nuestros hermanos, y podamos participar un día de tu gloria en el cielo.
Haznos
capaces Jesús de colaborar contigo y con los demás para que la vida sea más
llevadera y más serena. Escuchemos esta bonita historia.
EL
BOSQUE DE LA VIDA: Un hombre estaba perdido en un bosque. Había probado
ya varios senderos, con la esperanza de que alguno de ellos lo condujera fuera,
pero todos volvían a converger en el mismo punto, justo donde él se encontraba
ahora.
Aún
le quedaban por probar algunos cuantos, pero se encontraba cansado y
hambriento, así que decidió tomarse un descanso antes de coger una nueva senda.
Mientras
estaba allí sentado, preguntándose qué sendero tomar, vio acercarse a otro
viajero.
Inmediatamente
se puso de pie y gritó:
-
Hola, hola ¿Me puede ayudar? ¡Me he perdido!
El
otro hombre dio un suspiro de alivio, y replicó:
-
Yo también estoy perdido.
Ambos
comenzaron a intercambiar información, y pronto descubrieron que entre los dos
habían recorrido ya muchos de los caminos existentes.
Ahora
se ahorrarían trabajo, y podrían evitar tomar senderos erróneos que uno u otro
ya conocieran.
Muy
pronto, los dos hombres estaban contándose sus desventuras con buen humor, lo
que les ayudó a olvidarse del cansancio y el hambre; de esta manera,
continuaron su viaje.
La
vida es como un bosque, a veces nos perdemos y sentimos confundidos, pero si
compartimos nuestras experiencias e impresiones con los demás, el viaje no
parecerá tan desalentador, y puede ser que juntos encontremos los mejores
caminos y modos de vivir.
Contigo
el viaje por la vida puede resultar más llevadero, y junto a otros caminantes
podremos llevar una dirección adecuada que nos conduzca a la vida en mayúscula
que tú nos ofreces. Te pedimos que nunca nos abandones y que nos acompañes por
el camino de la vida y de la comunión clon nuestros hermanos. Siempre la
colaboración ha sido un motivo de alegría y de sentirnos que no estamos solos y
que la solidaridad es la mejor arma para poder luchar contra todo
individualismo, toda mentira y toda dominación.
La
cooperación no es ausencia de conflictos, sino el medio para resolver el
conflicto. Hay que saber gestionar las diferencias y contigo Jesús será mucho
más fácil y llevadero. Saber sentarnos a dialogar y colocar encima de la mesa
todas nuestras razones, argumentos y propuestas que para que todos tengamos una
vida mucho más autentica y feliz.
Señor
no quites tu mano sobre nuestras cabezas y sobre nuestro corazón para que todas
las cosas que hagamos sean para tu gloria y en beneficio de la humanidad entera.
Amén
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