sábado, 28 de marzo de 2020



MEDITACIÓN EVANGELIO
 V DOMINGO DE CUARESMA

En este quinto domingo de Cuaresma el evangelio nos presenta la narración de la resurrección de Lázaro. Aquí Juan utiliza vida como signo de la VIDA y resurrección como signo de la PLENITUD de la vida y del bien, victoria de la vida sobre la muerte y el mal. Con la expresión: “Yo soy la resurrección y la Vida” Juan nos está hablando de la plenitud de la salvación, de Dios como fuerza vivificadora, liberadora y salvadora. Todo esto ya se ha cumplido en Jesús. Y si se ha cumplido en él, también se cumple en cada uno de nosotros. Él es nuestro referente. Porque él ha venido a darnos Vida y vida en abundancia. Juan nos lo cuenta en el relato de la resurrección de Lázaro.
Dijo Jesús: Quitad la losa … Lázaro, sal afuera.
Sal fuera del sepulcro de la rutina y la tibieza, donde llevas demasiado tiempo acomodado.
Sal afuera, amigo: quiero que vivas intensamente.
Sal fuera del sepulcro de tus desesperanzas y escepticismos: vives en el desencanto, no quieres ya soñar ni ilusionarte.
Sal afuera, amigo: todo es posible para que el cree y ama.
Sal fuera del sepulcro de tus miedos e incapacidades: piensas que ya no puedes, que ya no sirves, que ya no vales.
Sal afuera, amigo: yo soy tu fuerza y tu victoria.
Sal fuera del sepulcro de tus tristezas y aislamientos: la tristeza es como una muerte adelantada, la soledad es un tanatorio.
Sal afuera, amigo: no estés de luto permanente.
Sal del sepulcro del egoísmo, de la duda, de los vicios, del consumo. Da de nuevo un sentido a tu vida: yo he venido para que vivas más, para que vivas mejor. Para que vivas en plenitud y para siempre.
Lázaro, muerto y resucitado, es un símbolo del hombre de manos y pies atados, nosotros (con límites, somos pobres criaturas) pero desatados, liberados. Como barro, pero “soplado” por el Espíritu de Dios, estamos llamados a vivir la Vida en la vida o la vida en la Vida.
Contemplemos a Jesús. Tengamos los ojos fijos en él. Dejémonos interpelar y sorprender. Contemplémosle viviendo, sintiendo, comunicando, llorando, amando,

Tenemos esta oportunidad que nos depara la vida y el bichito dichoso del coronavirus. Démosle la vuelta y apreciemos lo positivo de esta situación. Sería un mayúsculo error no aprovechar esta crisis para dar un gran salto en nuestra conciencia colectiva. Ojalá después se desplomen los más sólidos tabiques; que desaparecieran las fronteras de todo orden. El precio pagado no sea en balde. “Volveremos a juntarnos...”, “Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo...” y VIVIREMOS de forma nueva, solidaria y responsable.



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