miércoles, 18 de marzo de 2020


MEDITACIÓN FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ
San José es un santo distinto de todos. Es el más amable de todos. El evangelio dice que era un hombre justo, bueno. La amabilidad es algo que irradia de su persona, algo que envuelve toda su figura. José no vive para sí, ni existe por sí, El existe en Jesús y junto a María.
Su fiesta nos brinda esta oportunidad para sacar del corazón estas reflexiones que nos proporcionan estos días de reclusión, tiempo de quedarse en casa y aguzar el ingenio. Me imagino que a todos se nos amontonan en el corazón muchos momentos y muchas sensaciones.
Estamos atravesando una cuaresma especial, estamos experimentando la esclavitud del pueblo de Israel en Egipto (que no podían hacer lo que querían) y el camino largo, cuarenta años, por el desierto con las duras condiciones que esto implicaba.
En estos días en que todos estábamos en las calles viendo fallas con sus monumentos y sus ninots, escuchando las bandas de música, viendo los desfiles de las falleras y falleros, les mascletaes, fuegos artificiales, y la ofrenda de flores a nuestra madre la Virgen de los Desamparados, queremos recordar a San José. Hoy es su día grande y en su honor se realizan estos festejos.
Que San José, el hombre bueno del evangelio, que supo vivir al servicio de la voluntad de Dios y nunca para sí solo; siempre en relación con Jesús y con María, su esposa, nos haga ser más buenos, más sensatos, más prudentes en estos momentos históricos que nos toca vivir.
Un recuerdo a todos los que vivirán las fallas en el corazón y para aquellos que son padres y ejercen de verdaderos y auténticos padres. Feliz día a todos. Abrazos virtuales y oraciones ante s. José y la Virgen, Madre de los Desamparados.

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