domingo, 1 de marzo de 2020


TENTACIONES DE AYER Y DE HOY
Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu, …Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches… fue tentado…”No tentarás al Señor, tu Dios”…Jesús dijo:” Al Señor  tu Dios adorarás y a él solo darás culto”.
ENTRA EN TU INTERIOR
El evangelio de este primer domingo de Cuaresma es conocido como el de las “Tentaciones”. Jesús en su condición humana es tentado, como lo somos también cada uno de nosotros, con las tres tentaciones que sintetizan los vaivenes básicos comunes a toda existencia humana: tener – poder –aparentar. Tentaciones de ayer y de hoy. Entendemos como tentación cualquier ruptura con Dios, con nuestro prójimo y que nos hace replegarnos en nosotros mismos, convirtiéndonos en seres egoísta y “falsos autosuficientes”. La primera lectura de este domingo –Libro del Génesis –, nos presenta la tentación a Eva  en el paraíso, que acabó en pecado, en ruptura con el Padre y, nos introduce  a la que sufrió Jesús en el desierto que acabó en victoria. ¿Cuantas veces pretendemos poner a Dios al servicio de nuestro propio interés?. La segunda tentación podríamos considerarla hoy en día como la tentación al sensacionalismo, la tentación de la vanagloria… ¿Cuántas veces observamos la decadencia humana por vanidad? La tercera tentación  es la búsqueda de la gloría aunque suponga un acto de idolatría. ¿Cuántas personas, se sienten dioses o les hacen sentirse dioses? Nuestras vidas están sometidas a constantes presiones, tentaciones… pero también a estímulos inspiradores, a buenos ejemplos. Jesús se mantuvo indiferente ante las tentaciones, y también nosotros hoy somos capaces de no dejarnos influenciar por tentaciones que seducen y nos destruyen. Guiados por la Palabra, por la experiencia y enseñanza de Jesús en el desierto, andemos estos cuarenta días de Cuaresma por el silencio al que nos invita el desierto, lugar sin caminos, donde podremos encontrar el Camino.


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