NOS LLENA DE LUZ
ESCUCHARTE
Jesús subió con Pedro, Santiago y Juan a un monte alto, se
transfiguró y su rostro resplandecía como el sol. Una nube los cubrió y
escucharon una voz que dijo: Este es mi Hijo, el amado en quien me complazco:
Escuchadle
ENTRA EN TU INTERIOR
“Este es mi Hijo amado, escuchadle”. No hay nada mejor que
prestar oído al Señor y para ello nada mejor que entrando en nuestro interior,
llegar a nuestro corazón y permanecer en silencio, hacer silencio para acoger
su Palabra. En este segundo domingo de cuaresma el evangelista Mateo nos ubica
junto a Pedro, Santiago y Juan en lo alto de la montaña y hace que resuene en
nosotros palabras como: oración, escuchar, transformar…La transfiguración nos
anima a subir a la montaña, a verle, percibir la invitación de permanecer a la
escucha, experimentar y bajar, es decir ponernos en camino transformados y
radiantes de su resplandor, de su luz. La Transfiguración nos ofrece la
esperanza y nos invita a encontrar a Jesús en el servicio a los demás, siendo
portadores de su luz radiante en nuestros corazones, porque su luz nos inunda y
nos transforma el corazón. Escuchadle, como nos dice el Padre debe ser
la esencia de nuestro vivir. Ojala sepamos escuchadle, meditar su Palabra y
guardarla en nuestro corazón como Santa María, nuestra Madre.
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