2021 octubre MEDITACIÓN EUCARISTICA:
En Busca de la Aguja Perdida
Venimos de
nuevo en esta tarde para encontrarnos contigo, Jesús eucaristía. Sentimos la
necesidad de estar unos momentos en silencio y escuchándote solo a ti. Porque
tus palabras nos animan y nos refuerzan para seguir caminando siempre contigo.
Muchas veces
nos sentimos perdidos por la vida, pero estos momentos de oración y de
meditación contigo nos dan fuerza y vigor. Nos empujan a caminar siempre por la
vida con ánimo alegre y esperanzado. Sabiendo que la lucha no desaparece, que
el esfuerzo se requiere y es necesario para poder mantener un cierto rito, pero
queremos que tú seas nuestra fuerza y nuestro apoyo. Que podamos tener en ti
ese apoyo necesario para vivir con alegría y con sentido la vida que hemos
recibido como un gran regalo.
Buscamos cosas
extraordinarias y espectaculares, pero no nos damos cuenta que lo
verdaderamente extraordinario está en vivir nuestra vida cotidiana con alegría
y convencimiento que es lo mejor que nos ha podido pasar. Escuchemos esta
historia:
En Busca de la
Aguja Perdida: Una
tarde, en un pueblo pequeño donde todos se conocían, un grupo de jóvenes vio a la
anciana Rabiya buscando desesperadamente algo en el jardín frente a su choza.
Todos se acercaron a la pobre anciana para ver si la podían ayudar
Rabiya, ¿Qué le pasa? ¿Qué ha perdido? ¿Le podemos
ayudar?, le preguntaron.
La anciana con tono triste contestó: perdí mi aguja
de oro…
Al oírla, los jóvenes se pusieron a buscar, pero de
repente uno de los jóvenes dijo: Rabiya, el jardín es muy extenso y por contra,
la aguja es muy pequeña; además pronto anochecerá, ¿Puedes decirnos más o menos
por donde se le cayó y así poder centrarnos en esa zona?
La anciana levantó la mirada, señaló hacia su casa y
le contesto: Sí tienes razón. La aguja se me cayó allí, dentro de casa.
Esto enfadó al grupo de jóvenes
- Rabiya, ¿te has vuelto loca? Si la aguja se te
cayó dentro de casa, ¿Por qué andamos buscándola aquí afuera?
Entonces Rabiya sonrió y les dijo
- Es que aquí afuera hay luz, cosa que dentro de la
casa no hay.
El joven que no entendía nada y pensaba que la
anciana definitivamente había perdido la cabeza dijo: Pero aun teniendo luz, si
estamos buscando donde no has perdido la aguja, ¿Cómo pretendes encontrarla?
¿No es mejor llevar una lámpara al interior de la casa y buscarla allí, donde
la ha perdido?
La anciana volvió a sonreír y contestó: sois tan
inteligentes para ciertas cosas…. ¿por qué no empleáis esa inteligencia? Y
continuó diciendo: Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas ¿cuándo vais a
emplear esa inteligencia para vosotros mismos, para vuestra vida interior?
Miles de veces os he visto a todos vosotros buscando desesperadamente afuera.
Buscando aquello que se os ha perdido en vuestro interior. ¿Por qué buscáis la
felicidad alrededor vuestro? ¿Acaso la habéis perdido allí, o realmente, la
habéis perdido en vuestro interior?
Esto es lo que
nos suele pasar habitualmente en nuestras vidas, estamos tan inmersos en buscar
fuera de nosotros que nos olvidamos que la esencia del bienestar está dentro de
nosotros y nada más. Nuestra felicidad o bienestar auténtico no pueden estar en
el exterior, ni en dependencia de las circunstancias, de otras personas o las
relaciones que mantenemos. Este bienestar auténtico para que sea real, ha de
estar por encima de todo esto. Solo se puede mantener y ser equilibrado si
permanece dentro de nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario