sábado, 31 de mayo de 2025






Hoy sábado, en la Eucaristía celebrada en el Hospital de La Pedrera, se ha administrado el Sacramento de la Unción de Enfermos a los pacientes del hospital y familiares que lo han solicitado, incluso aquellos que por sus circunstancias no han podido asistir a la Eucaristía, y se les ha administrado en las habitaciones.
Feliz día de la Ascensión del Señor.

 


 FIESTA DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL

Domingo 15 de junio
Misa solemne a las 11 horas, cantada por el orfeó
A las 13'30 horas comida fraterna en el Colegio de los Hermanos Maristas. Los interesados en participar de la comida fraterna pasen por la sacristía para dar el nombre


 13 de Junio

Festividad de S. Antonio de Padua, titular de nuestra Parroquia.
Las misas serán a las 8 y 20 horas, con la bendición del pan de S. Antonio.
Si alguien necesita más panes pueden traerlos y se les bendecirá


 


 


 


 


 


 

ACCIÓN DE GRACIAS

HACED DISCÍPULOS

Haced discípulos míos, no maestros; haced personas, no esclavos; haced caminantes, no gente asentada; haced servidores, no jefes.

Haced hermanos.

Haced creyentes, no gente creída; haced buscadores de verdad, no amos de certezas; haced ciudadanos, no extranjeros.

Haced hermanos.

Haced poetas, no pragmáticos; haced gente de sueños y memoria, no de títulos, arcas y mapas; haced personas arriesgadas, no espectadores.

Haced hermanos.

Haced profetas, no cortesanos; haced gente inquieta, no satisfecha; haced gente evangélica, no agorera.

Haced hermanos.

Haced sembradores, no coleccionistas; haced artistas, no soldados; haced testigos, no inquisidores; haced amigos de camino, no enemigos.

Haced hermanos.

Haced personas de encuentro, con entrañas y ternura, con promesas y esperanzas, con presencia y paciencia, con misión y envío.

Haced hermanos.

Haced discípulos míos; dadles todo lo que os he dado; descargad vuestras espaldas y sentíos hermanos.

Amén.

2025 CICLO C TIEMPO DE PASCUA.

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

La experiencia de la Resurrección de Jesús posibilita a los discípulos seguir adelante. La certeza de que, al ser resucitado, Él no se aleja, no abandona, sino que ya ha cumplido su misión: bajó a nosotros, se abajó hasta las profundidades de la tierra para que pudiéramos recibir la vida, y para siempre. La Ascensión no es algo diferente a la Resurrección, sino que es una dimensión más de esa experiencia de vida nueva de quien se había entregado por amor y ahora se encuentra de otro modo entre nosotros.

Según el sugestivo relato de Lucas, Jesús vuelve a su Padre bendiciendo a sus discípulos. Es su último gesto. Jesús deja tras de sí su bendición.

La bendición es una práctica arraigada en casi todas las culturas como el mejor deseo que podemos despertar hacia otros. El judaísmo, el islam y el cristianismo le han dado siempre gran importancia. Y, aunque en nuestros días ha quedado reducida a un ritual casi en desuso, no son pocos los que subrayan su hondo contenido y la necesidad de recuperarla.

Bendecir es, antes que nada, desear el bien a las personas que vamos encontrando en nuestro camino. Querer el bien de manera incondicional y sin reservas. Querer la salud, el bienestar, la alegría... todo lo que puede ayudarles a vivir con dignidad. Cuanto más deseamos el bien para todos, más posible es su manifestación.

Bendecir es aprender a vivir desde una actitud básica de amor a la vida y a las personas. El que dice bien de los demás vacía su corazón de otras actitudes poco sanas como la agresividad, el miedo, la hostilidad o la indiferencia. No es posible bendecir y al mismo tiempo vivir condenando, rechazando, odiando.

El que bendice no hace sino evocar, desear y pedir la presencia bondadosa del Creador, fuente de todo bien. Solo se puede bendecir en actitud agradecida a Dios. Siempre hace bien al que la recibe y al que la practica. Quien bendice a otros se bendice a sí mismo. La bendición queda resonando en su interior como plegaria silenciosa que va transformando su corazón, haciéndolo más bueno y noble.

Ahora Jesús nos dejó la tarea de ser sus testigos, como signos de amor y de cuidado, de conexión íntima con los demás. Ahora es el tiempo de ser testigos de él, vivir “a su modo”, de dar testimonio personal de Cristo, de su persona, su vida, muerte y resurrección por amor al Padre y a la humanidad. Toca ser evangelios vivos.

Tarea nada fácil en medio de este mundo en el que parece que la injusticia, el egoísmo y la codicia están teniendo la última palabra. Estamos siendo testigos del tremendo sufrimiento y dolor que esto está causando a tantos miles de hermanos y hermanas en guerras prolongadas, en fronteras cerradas, en pobreza y desolación. Es aquí, en medio de nuestra realidad cotidiana, en la que somos llamados a dar un testimonio de Esperanza y de Amor sin medida. Fortalezcámonos en la alegría y la valentía pascuales. Él no nos deja solos.

 




DESDE EL CONVENT

HOJA PARROQUIAL - JUNIO 2025
 

miércoles, 28 de mayo de 2025


 


 

MEDITACIÓN EUCARISTICA

Dos cuervos en el desierto

 

Querido Jesús en esta tarde nos acercamos a ti y estar unos momentos contigo para respirar hondo y aprender un poco más sobre como perseverar contigo a pesar de las circunstancias de la vida. Tu siempre estás a nuestro lado.

En la vida nos enfrentamos a desafíos que parecen imposibles de superar. Hay momentos en los que todo a nuestro alrededor nos invita a rendirnos, a pensar que ya no hay salida. Pero es precisamente en esas situaciones donde la presencia de Jesús se hace más real y poderosa.

Él no solo nos da fuerzas para resistir, sino que también nos inspira a mirar las cosas desde otra perspectiva. Nos recuerda que la perseverancia no es una simple terquedad, sino una expresión de fe. Y la creatividad no es solo inventiva humana, sino también una chispa divina que Él enciende en nosotros para encontrar caminos donde parece que no los hay. Escuchemos

Dos cuervos en el desierto: Era un mediodía caluroso y seco. Dos cuervos caminaban por un campo desierto, con las alas algo caídas y el pico entreabierto. El sol caía con fuerza sobre ellos, y el calor empezaba a hacer mella en su ánimo.

- No puedo más…dijo el primer cuervo, jadeando mientras avanzaba. Te juro que me estoy deshidratando. Si no bebo algo pronto…

- ¡Mira allá! interrumpió el segundo cuervo con entusiasmo. ¡Una jarra! Tal vez tenga agua.

Con las pocas fuerzas que les quedaban, batieron las alas y volaron hasta el lugar. Se posaron en el borde de la jarra, emocionados. En efecto, había agua… pero estaba demasiado baja.

- No alcanzo a beber nada, dijo el primer cuervo, estirando el pico sin éxito.

- Yo tampoco… añadió el segundo, suspirando. Qué frustración.

- Supongo que no hay nada que hacer… dijo el primero, ya resignado. Nos tocó rendirnos.

- ¡Espera! exclamó su compañero, sacudiendo las plumas. No nos rindamos tan fácil. Tiene que haber una forma. Vamos a pensar.

Ambos guardaron silencio unos segundos, tratando de encontrar una solución. Entonces, el segundo cuervo levantó la cabeza, con una chispa de idea en los ojos.

- ¡Ya sé! dijo emocionado. ¡Traigamos piedras!

- ¿Piedras?

- Sí. Si tiramos piedras dentro de la jarra, el agua subirá y podremos alcanzarla.

Sin perder más tiempo, comenzaron a buscar pequeñas piedras cerca del lugar. Volaban, recogían una y la dejaban caer dentro de la jarra.

- ¡Funcionó! gritó el primero al ver que el agua subía un poco.

- ¡Vamos por más! respondió el otro cuervo.

Y así lo hicieron. Una a una, lanzaron más piedras dentro de la jarra. El nivel del agua subía lentamente, pero con cada esfuerzo se acercaban más a su objetivo. Finalmente, después de varios intentos, el agua llegó a la altura necesaria. Ambos cuervos pudieron beber al fin. Se miraron en silencio, aliviados y orgullosos de no haberse rendido.

A veces, cuando las soluciones parecen imposibles y el cansancio nos gana, rendirse puede parecer la única opción. Pero como los cuervos de esta historia, siempre existe una alternativa si nos damos un momento para pensar con calma y actuar con ingenio. La perseverancia y la creatividad, incluso en las situaciones más difíciles, pueden abrir el camino hacia lo que parecía inalcanzable. No se trata solo de tener fuerza, sino de saber usar la cabeza y no rendirse antes de intentarlo todo.

Señor Jesús contigo queremos aprender que los límites no siempre significan el final, sino una oportunidad para crecer, para confiar más, para intentar de nuevo con inteligencia y esperanza. Tú nos enseñas que no hay esfuerzo perdido cuando lo damos todo con amor, fe y humildad.

Así pues no nos rindamos nunca. Ora, piensa, crea, intenta… y vuelve a intentarlo. Porque con Jesús, hasta lo inalcanzable se vuelve posible. Amén.

sábado, 24 de mayo de 2025

Hoy en la Eucaristía del Hospital de La Pedrera, como cierre de la campaña del enfermo 2025, y coincidiendo con el VI domingo de Pascua, hemos celebrado la Pascua del Enfermo con el lema “En esperanza fuimos salvados”.

Este año 2025 la Campaña del Enfermo Ha estado marcada por celebrarse en un año Jubilar y, como propuso el papa Francisco: “ser peregrinos de esperanza, también con los enfermos”.

El próximo sábado se efectuará la Unción de Enfermos, para los pacientes del Hospital de la Pedrera que la deseen recibir, en la Eucaristía que se celebrará a las 12 horas.

 


 

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS MATRIMONIALES

El domingo 1 de junio en la eucaristía de las 11 horas

Renovación de las promesas matrimoniales.

Los interesados en renovar sus promesas, rogamos pasen por la sacristía para dar sus nombres así como los que celebren las bodas de plata o bien las bodas de oro lo indiquen en la sacristía.

 


 


Sed felices en este tiempo, en esta tierra y en estas circunstancias que os tocan vivir.

Sed felices, porque eso es lo más fuerte para invertir las situaciones, aniquilar los odios y establecer la paz duradera.

Sed felices, porque la miseria puede ser vencida y el hambre dejar de ser pesadilla.

¡El reino germina cuando se comparte con alegría!

Sed felices, porque la felicidad es lo único que necesitan la justicia y la ternura para atravesar las noches oscuras y crear una humanidad nueva.

Sed felices, pues para eso habéis nacido y habéis recibido el Espíritu, y yo me he comprometido con vosotros hasta el límite.

Sed felices ¡y que se note! Amén.

2025 CICLO C

TIEMPO DE PASCUA VI

 

El evangelio nos enseña tres verdades:

- Al que me ama, mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. De esta promesa de que Dios y Jesús habitarán en nosotros hablamos poco. Pero el evangelio nos recuerda que se trata de una realidad que no debemos pasar por alto. Cuantas personas queridas o acontecimientos que han sucedido, siguen “vivos dentro de nosotros”. Una reflexión parecida deberíamos hacer sobre cómo Dios está presente dentro de nosotros e influye de manera decisiva en nuestra vida. Y todo eso lo deberíamos ver como una prueba del amor de Dios. Por otra parte, decir que Dios viene a nosotros y habita en nosotros supone una novedad capital con respecto al Antiguo Testamento. Dios no es ya un ser lejano, que impone miedo y respeto, un Dios grandioso e inaccesible. Tampoco viene a nosotros en una visita ocasional. Decide quedarse dentro de nosotros.

- A la presencia del Padre y de Jesús se añade la del Espíritu, con la doble misión de enseñar cosas nuevas y recordar las pasadas. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena. Parece casi herético decir que Jesús no nos transmite la verdad plena. Pero así lo dice él. Y la historia de la Iglesia confirma que los avances y los cambios, imposibles de fundamentar en los hombres que la dirigen, se producen por la acción del Espíritu. El Espíritu Santo os recordará, os enseñará, os volverá a traer al corazón, reavivará todas las cosas de Jesús. Grabará en vuestros corazones gestos y palabras de Él, de cuando pasó y curó la vida.

- El tercer elemento que hoy destacamos es el don de la paz. Jesús al encontrarse con los suyos la primera palabra que brota de su corazón es: ¡Paz a vosotros! El Papa León también lo entendió bien, fijando su primer mensaje en este sueño de paz.

Pero Jesús da una certeza, no un deseo; dice que la paz ya está aquí, está en las manos y en el corazón: Yo os doy mi paz, pero no como la da el mundo. La paz desciende, la paz llueve sobre los corazones de los hombres. Una paz que no se compra ni se vende; un don que se convierte en conquista con paciente artesanía.

Para ello hay que rechazar los verbos malditos de la guerra: tomar, saquear y apoderarse incluso de lo que no es tuyo; alzarse, buscar prestigio y grandeza, ser el más grande; dominar, la seducción y prostitución del poder.

A éstos, Jesús contrapone a lo largo de su evangelio varios verbos benditos: dar, compartir, ser generosos, bajar, como el buen samaritano y se inclina sobre el dolor; servir, verbo de valientes.

Morada. Espíritu. Paz. Palabras impregnadas de ligereza y aliento ardiente. La paz sólo se hace plantando pequeños oasis de alianza allí donde estamos llamados a vivir, cada uno con su palmerita de paz plantada en el desierto de la historia. 

 

miércoles, 21 de mayo de 2025


 

MEDITACIÓN EUCARÍSTICA:

El anciano relojero

Señor Jesús aquí estamos de nuevo en tu presencia, una presencia que nos sosiega y nos calma; una presencia necesaria para que los avatares de la vida y las preocupaciones cotidianas no nos desmoronen ni nos dispersen. En ti encontramos el sentido de las cosas y de la vida. Sin ti iríamos sin rumbo y todo el día estresados y ajetreados. Enséñanos a vivir con plenitud nuestros momentos, pues son importantes pues ya nunca volverán. La vida tenemos que vivirla en el aquí y ahora, saboreando cada instante y sin que jamás se nos escape de las manos tantas oportunidades y tantas ocasiones de ser felices.

El anciano relojero y su nieta: Un anciano relojero recibía todos los días a su nieta de ocho años en su pequeño taller de relojes. La niña observaba fascinada cómo su abuelo trabajaba con precisión cada pieza, mientras le preguntaba:

- Abuelo, ¿por qué sigues haciendo relojes de arena cuando todos tienen relojes digitales?

El anciano sonrió, tomando un reloj de arena recién terminado entre sus manos.

- Mira este reloj, Lucía. ¿Qué ves?

- Arena que cae, respondió ella encogiéndose de hombros.

- Exacto. Pero hay algo más. Observa cómo la arena nunca se apresura, nunca se detiene. Simplemente fluye a su ritmo, siempre constante.

La niña lo miró confundida.

- Continuó el abuelo: Las personas hoy están obsesionadas con el tiempo que les falta. Miran sus relojes digitales con ansiedad, contando minutos, segundos... siempre corriendo, siempre estresados.

Giró el reloj de arena.

- Este reloj nos enseña algo diferente. Nos muestra que el tiempo no se recupera. Cada grano que cae, como cada momento de nuestra vida, no regresa jamás. No podemos pausarlo, ni acelerarlo.

Mientras hablaba, señaló la arena que fluía lentamente.

- El tiempo no es para medirlo con impaciencia, sino para vivirlo con atención. No importa cuántos granos de arena te queden, sino qué haces mientras caen.

Aquel viernes, cuando Lucía llegó de la escuela, encontró a su madre llorando. El abuelo había fallecido repentinamente. Entre sus pertenencias, había dejado una cajita para ella. Dentro estaba el reloj de arena que habían observado juntos, con una nota:

- Querida Lucía:

Cuando sientas que el mundo va demasiado rápido, observa este reloj. Te recordará tres verdades:

1. Como la arena, tus días son finitos.

2. Cada grano es un momento que no volverá.

3. La belleza está en fluir sin prisa ni pausa.

No cuentes el tiempo. Haz que el tiempo cuente.

Con amor, Abuelo.

Veinte años después, Lucía, ahora era medico de un hospital importante, mantenía aquel reloj en su consultorio. Cuando la presión la abrumaba, lo giraba y respiraba al ritmo de la arena. A veces, lo mostraba a sus pacientes más angustiados, compartiendo la sabiduría de su abuelo.

Jesús ayúdanos a entender que todos somos relojes de arena. Y la verdadera riqueza no está en tener más tiempo, sino en saber honrar cada grano que cae. Enséñanos a aprovechar bien nuestro tiempo y todas las oportunidades que le acompañan. Es una invitación a la presencia, a la conciencia plena, a vivir con intención. Porque el tiempo, aunque parezca abundante, es finito, y lo que realmente cuenta es cómo lo vivimos, no cuánto tenemos. Que no dejemos escapar tanta vida y tantas ocasiones para ser felices y hacer felices a los demás. Que tu presencia siempre nos acompañe y así poder disfrutar de ella y de todo lo bueno que trae y nos ofreces siempre. Guíanos tu por el camino de la vida a veces tan complicado y estresado, tan lleno de obstáculos y dificultades. Amén.

sábado, 17 de mayo de 2025


 Domingo 25 de mayo, en la misa de las 11h celebraremos el sacramento de confirmación de dieciséis jóvenes de nuestra parroquia.

Pidamos al Señor por todos ellos, para que la fuerza del Espíritu Santo les ayude en su caminar.


 

El domingo 1 de junio en la eucaristía de las 11 horas

Renovación de las promesas matrimoniales.

Los interesados en renovar sus promesas, rogamos pasen por la sacristía para dar sus nombres así como los que celebren las bodas de plata o bien las bodas de oro que lo indiquen.

 

 


 

POR TI, SEÑOR

Amaremos, aun no siendo amados.

Y, en medida rebosante y sin cuenta, colmaremos y calmaremos, los corazones que necesitan paz, las almas que se han tornado en tibias, los pies que se resisten a caminar, los ojos que se han quedado en el vacío.

POR TI, SEÑOR

Mantendremos, eternamente nuevo, el mandamiento que Tú nos dejaste: amar, sin mirar a quién, amar, sin contar las horas, amar, con corazón y desde el corazón, amar, buscando el bien del contrario, amar, buscándote en el hermano.

POR TI, SEÑOR

Amarnos los unos a los otros, no excluyendo a nuestros enemigos, Jesús seguirá, de verdad, presente entre nosotros.

Vayamos a hacer en la vida, el bello mandamiento que hoy hemos escuchado.

Vayamos alegres a vivir y compartir el amor que Dios nos da y cumplamos ese mandato que nos dejó, amarnos unos a otros.


 

2025 CICLO C TIEMPO PASCUAL V

 

Jesús comparte con sus discípulos los últimos momentos antes de volver al Padre y quiere dejar grabado para siempre en sus corazones: Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. Es el peculiar modo con que él nos ha amado.

Desde el punto de vista humano podríamos llamar amor simétrico: yo te amo y, en justa correspondencia, pido que tú me ames. Por eso, el amor no puede funcionar si una de las partes ama y la otra no.

Pero Jesús nos ha amado con un amor asimétrico. Jesús ama cuando no podemos devolverle amor, cuando no respondemos a su amor. Por eso, hay que preguntarse no solamente si amamos a quienes nos aman, sino también si amamos a quien no nos devuelve amor. Hay que ver cómo funcionamos en esas situaciones de asimetría porque ese es el tipo de amor que pide el evangelio.

- Amar a quien está en debilidad: al enfermo, al frágil, al necesitado de amparo, al desorientado. Si tienes paciencia con él, si le escuchas atentamente, si le acompañas, todo sin esperar nada a cambio.

- Integrar a quien viene de otras culturas: si no le miras por encima del hombro, si no lo menosprecias, si lo consideras en toda su dignidad. Eso es amar asimétricamente.

- Participar en algún voluntariado también es una forma óptima de amor asimétrico: dar parte del tiempo como ofrenda de amor para construir una nueva sociedad sin pedir nada a cambio.

Una frase que decía el difunto papa Francisco: “el verdadero amor a Dios se manifiesta en la humildad y la alegría de ayudar sin esperar recompensas”. Ese es el amor asimétrico que Jesús ha vivido y que nos propone. Reflexionemos, porque estos caminos son la senda del evangelio.

Cuando falte Jesús, en su comunidad se tendrán que querer como amigos, porque así los ha querido Jesús: Vosotros sois mis amigos; ya no os llamo siervos, a vosotros os he llamado amigos. La comunidad de Jesús será una comunidad de amistad y de fraternidad.

La comunidad cristiana debe estar basada en la amistad y en la fraternidad cristiana así enriqueceríamos y transformaríamos la Iglesia de Jesús. La amistad promueve lo que nos une, no lo que nos diferencia. Entre amigos se cultiva la igualdad, la reciprocidad y el apoyo mutuo. Nadie está por encima de nadie. Ningún amigo es superior a otro. Se respetan las diferencias, pero se cuida la cercanía y la relación.

Entre amigos es más fácil sentirse responsable y colaborar. Y no es tan difícil estar abiertos a los extraños y diferentes, los que necesitan acogida y amistad. De una comunidad de amigos es difícil marcharse. De una comunidad fría, rutinaria e indiferente, la gente se va, y los que se quedan apenas lo sienten.

 

miércoles, 14 de mayo de 2025


 

2025 ADORACIÓN EUCARISTICA

VETE DE CASA

 

De nuevo aquí estamos delante de ti Jesús sacramentado, y venimos con un corazón agradecido porque nos sentimos nuevos en este tiempo de Pascua, Tu nos enseñas continuamente a valorar lo auténtico y verdadero y desechar lo superfluo y lo banal, donde todo queda en la superficie, incluso en el amor y la amistad. Escuchemos este maravilloso cueto donde se ve la cruda realidad.

Vete de esta casa: Te vas de esta casa. Y no quiero que regreses. Eso fue todo lo que escuchó. No hubo discusión. No hubo gritos. Solo una frase seca y una puerta cerrándose. Era su abuela. La misma que lo había criado desde niño hoy lo estaba echando como si fuera un desconocido. El abuelo, al ver la escena, se quedó paralizado:

- ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué lo echas así? ¡Es tu nieto!

Pero ella no dijo una sola palabra más. Solo se dio la vuelta y desapareció en el interior de la casa.

Él no entendía. Los vecinos tampoco. Nadie lo entendía. El muchacho, sin rumbo, comenzó a caminar. Llevaba la misma ropa con la que había salido de casa esa tarde. Sin dinero. Sin celular. Sin llaves.

- Primero fue con un amigo: ¿Tienes dónde quedarte? le preguntó.

- No… me echaron.

- Vaya qué pena. Pero mis papás no dejan que nadie se quede aquí. Y, sinceramente… no puedo hacer nada por ti. Siguió caminando.

- Otro amigo lo vio llegar: ¿Todo bien? ¿Pasó algo?

- Me quedé sin casa. ¿Puedo quedarme contigo unos días?

- ¿Y qué vas a hacer tú aquí? ¿No tienes dinero? ¿No puedes pagar nada?

- Entonces lo siento. En mi casa no se puede.

El chico bajó la cabeza. Y se fue.

Buscó a su novia. La abrazó y le explicó lo que había pasado. Ella se preocupó, fue a hablar con sus padres… y regresó con la voz apagada.

- Dicen que no puedes quedarte. Y yo… tampoco puedo hacer nada. Perdón, amor… pero esto ya no va a funcionar. No así.

Y se quedó solo. Totalmente solo. Se sentó en una banqueta y miró al cielo. Lo había dado todo por las personas que hoy no le estaban dando nada. Pasaron horas. Y cuando pensaba que nadie iba a buscarlo…Apareció su abuelo.

- Vamos a casa, dijo.

Él no quería: ¿Para qué? ¿Para que me vuelvan a echar?

- Por favor, confía. Solo ven. Subió al coche. Silencio total durante todo el camino. Cuando llegaron, la abuela salió corriendo a abrazarlo. Él dio un paso atrás.

Entonces, el abuelo lo sentó y le habló con calma:

- Tu abuela no lo hizo por crueldad. Lo hizo por amor. Quería que vieras con tus propios ojos quiénes están contigo solo cuando tienes algo que ofrecer. Tú creías que estabas rodeado de amigos. Pensabas que tenías una relación sólida. Pero ella veía cosas que tú no querías ver. Personas que te usaban, que se aprovechaban de ti, que solo estaban cuando tú dabas, pero no cuando necesitabas. Y tenía que hacerte ver la verdad.

El muchacho comenzó a llorar.

- La abuela se acercó: Me partió el alma hacerlo, pero te amo demasiado como para dejar que sigas creyendo en una mentira.

Él la abrazó. Fuerte. Como cuando era pequeño. Y entendió algo que no se enseña con palabras.

Señor Jesús cuantas veces, quien más nos ama es quien se atreve a sacudirnos para abrirnos los ojos. Porque cuando tenemos, todos se acercan. Pero cuando no tenemos nada, descubres quiénes valen la pena, que razón tu parábola del hijo prodigo. Quiénes te quieren, no por lo que das, sino por lo que eres. En los momentos difíciles, cuando no tienes nada que ofrecer más que tu esencia, es cuando realmente se revela quién está contigo por amor, lealtad y autenticidad. Las máscaras caen, las intenciones se aclaran, y se quedan los que valoran tu ser, no tus circunstancias. Y esa verdad, aunque duela, te hace más fuerte. Amén

 

sábado, 10 de mayo de 2025


 

El domingo 1 de junio en la eucaristía de las 11 horas

Renovación de las promesas matrimoniales.

Los interesados en renovar sus promesas, rogamos pasen por la sacristía para dar sus nombres así como los que celebren las bodas de plata o bien las bodas de oro que lo indiquen.


 

El equipo de educadores/as hemos preparado la l Jornada de puertas abiertas, el día 16 de mayo a las 18 horas y el día 17 de mayo a las 11 horas. La forma de desarrollar esta jornada será para todos los padres y madres y los niños/as que nos quieran acompañar para poder conocernos. - habrá una reunión de padres y madres donde explicaremos quiénes somos y qué hacemos en Juniors San Antonio encarada a todos los padres y madres que quieran conocernos y una actividad paralela a la misma hora que la reunión de padres y madres, donde podrán conocer mediante juegos algunos de los valores que trabajamos en Juniors.

 


 


Nos llamas por nuestro nombre y nos reconoces por mil gestos y detalles que llevas grabados en tus pupilas.

Dispuesto a dar la cara y la vida por nosotros, a pesar de nuestras tonterías, tus palabras son nuestra seguridad.

Tú eres el buen pastor.

Pastor enérgico que nos sacas del aprisco y nos pones en camino contigo en búsqueda de otros pastos y fuentes.

Nos haces repudiar las doctrinas enlatadas, los ritos repetidos y sin sentido; y nos dices: Id donde el corazón os lleve.

Tú eres el buen pastor.

Andábamos despistados por ahí, cada uno en su casa, para sí y a lo suyo, cuando Tú nos llamaste a tu comunidad.

En tu compañía, al caminar juntos, hemos abierto los ojos y el corazón a nuevos y refrescantes horizontes.

Tú eres el buen pastor.

Contigo pasamos de la sumisión a la fe gozosa y personal, del gregarismo a la comunión, del miedo a la libertad, del individualismo a la solidaridad, del temor a la filiación.

Tú eres el buen pastor.

Contigo hemos roto el silencio y nos atrevemos a levantar la voz, a la denuncia y a la contestación; y también al canto y a la alabanza porque bulle la vida en nuestras entrañas y late de esperanza nuestro corazón.

Tú eres el buen pastor.