2021 Noviembre
ADORACIÓN
EUCARISTICA, AMIGOS DE VERDAD
AMIGOS
DE VERDAD
Un
hombre transitaba por un camino con su caballo y su perro, cuando de pronto se
encontraron en medio de una tormenta muy fuerte. Para cubrirse, se refugiaron
debajo de un enorme árbol, pero cayó un rayo y los tres murieron.
El
hombre no se dio ni cuenta de lo que había pasado y prosiguió su camino con sus
dos amigos, sólo sabía que los tres estaban sedientos.
En
el camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza. En el
centro había una fuente de donde manaba abundante agua cristalina, así que el
hombre se dirigió a quien custodiaba la entrada:
-
Buenos días. ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
-
Esto es el Cielo.
Sin
hacer mucho caso dijo:
-
Tenemos mucha sed, necesitamos beber.
-
Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera -y le señaló la fuente-.
-
Pero mi caballo y mi perro también tienen sed.
-
Lo siento mucho -dijo el guardián-, pero aquí no se permite la entrada a los
animales.
El
hombre, a pesar de tener muchísima sed, dijo que no bebería si sus amigos no lo
podían hacer también, se despidió del guardián y siguió.
Después
de caminar un buen tiempo cuesta arriba, ya exhaustos, llegaron a otro sitio,
cuya entrada estaba marcada por una vieja puerta de madera que daba a un camino
de tierra rodeado de árboles.
A
la sombra de uno de los árboles, había un hombre descansando.
-Buenos
días, -dijo el caminante-.
El
hombre respondió con un gesto.
-
Tenemos mucha sed.
-
Hay una fuente entre aquellas rocas, -dijo el hombre, indicando el lugar-.
Podéis beber toda el agua, que necesitéis.
El
hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y bebieron hasta saciarse. El
peregrino volvió atrás para dar las gracias al hombre.
-
Podéis volver siempre que queráis, le respondió.
-
A propósito -dijo el viajero-, ¿cómo se llama este lugar?
-
Aquí es el Cielo.
-
¿El Cielo? ¡Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que el Cielo
estaba allí!
-
Aquello no era el Cielo, era el Infierno, -contestó el guardián-.
El
caminante quedó perplejo.
-
¡Deberían prohibir que utilicen su nombre! ¡Esta falsedad debe provocar grandes
confusiones!
-
¡De ninguna manera! En realidad, nos hacen un gran favor, ya que allí se quedan
todos los que son capaces de abandonar… a sus mejores amigos.
Señor tu eres nuestro mejor amigo,
contigo queremos caminar asidos de tu mano, buscando el agua viva, el agua que
calma todo tipo de sed. Solo contigo encontremos lugar para refrescarnos y
disfrutar de la amista de todo lo creado, todos somos tus criaturas y todos nos
encaminamos felices hacia ti. Nunca nos abandones y que nunca sintamos flaqueza
para seguir buscándote siempre.
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