2021 noviembre MEDITACIÓN EUCARISTICA:
Te deseo lo suficiente
Cuentan
esta historia: Hace poco tiempo cuando
estaba en el aeropuerto escuché por casualidad a una madre e hija que se
estaban despidiendo. Cuando anunciaron la partida del vuelo ellas se abrazaron
y la madre dijo: "Te amo y te deseo lo suficiente".
La hija respondió: "Madre, nuestra vida juntas ha
sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que he necesitado. También te deseo
lo suficiente".
Ellas se saludaron con un beso y la hija partió. La
madre pasó muy cerca de donde yo estaba sentada y noté que ella necesitaba
llorar.
Traté de no observarla para no invadir su privacidad,
pero ella se dirigió hacia mí y me preguntó:
"¿Alguna vez se ha despedido de alguien sabiendo
que era para siempre?"
Sí, lo he hecho - respondí. - Perdón por preguntar - contesté-, pero ¿por qué esta
despedida es para siempre?
Yo soy una mujer vieja, y ella vive muy lejos de aquí.
La realidad es que su próximo viaje será para mi funeral.
Cuando se despidió de ella escuché que le dijo
"te deseo lo suficiente". ¿A qué se refiere?
Comenzó a sonreír. Eso es un deseo que hemos
transmitido de generación en generación. Mis padres solían decirlo. Ella hizo
una pausa y miró hacia arriba como si tratara de recordarlo en detalle, luego
sonrió aún más. Cuando decimos "Te deseo lo suficiente", es que
deseamos que la otra persona tenga una vida llena de sólo lo suficientemente
bueno para vivir.
Entonces, dirigiéndose hacia mí, ella compartió lo
siguiente como si lo estuviera recitando de memoria:
"Te deseo que tengas suficiente sol para mantener tu espíritu brillante,
te deseo suficiente lluvia para que aprecies aún más el sol"
"Te deseo suficiente felicidad para que tu alma
esté viva"
"Te deseo suficiente dolor para que las pequeñas
alegrías de la vida parezcan más grandes"
"Te deseo que tengas suficientes ganancias que
satisfagan tus necesidades" "Te deseo suficientes pérdidas para que
aprecies todo lo que posees."
"Te deseo suficientes bienvenidas para que logres
soportar las despedidas".
Luego ella comenzó a llorar y se alejó. Se dice que
toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora en apreciarla, un día
para amarla, pero una vida para olvidarla. Toma el tiempo necesario para vivir.
La
vida es una realidad maravillosa que no deja de sorprendernos. Cuantos más
datos nos proporciona la ciencia, mejor podemos comprender que la vida del
hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es un misterio que desborda el
ámbito de lo puramente humano, material y meramente biológico.
En su
constante progreso, la ciencia afirma cada vez con más fuerza, que desde la
fecundación tenemos una nueva vida humana, original e irrepetible, con una
historia y un destino únicos. Una vida que tiene que ser acogida, respetada y
amada en cada circunstancia y situación.
Dios
jamás dejará de proporcionarnos lo suficiente para vivir la vida en plenitud.
Él nos enviará al Espíritu Santo Consolador (en la soledad), el Espíritu Santo
siempre está con nosotros, acompañándonos en cada momento. Jesús nos ha
prometido que no nos dejará solos, que camina junto a nosotros. Sepamos ser
buenos discípulos de lo que Dios nos está enseñando a diario.
Sepamos
ver la mano de Dios en cada momento de nuestra vida. Amén
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