2022 SANTISIMA TRINIDAD.
DIA DE LA PARROQUIA
- El hombre nuevo que
Jesús nos trajo es un ser comunitario, a imagen de la Trinidad. Este hombre
nuevo, por definición, es un hombre libre, arraigado en una comunidad, somos
esencialmente un ser social. Por eso hoy celebramos el día de la Parroquia, con
motivo de la fiesta de San Antonio de Padua que celebraremos mañana. Queremos
dar gracias porque tenemos una comunidad de referencia.
- Desde nuestra
concepción, estamos atados y enraizados en la comunidad familiar. Nos
desarrollamos y alcanzamos nuestra realización personal en la medida que
entramos en comunión con otras personas capaces de amar y necesitadas de amor.
- Como criaturas,
hechas a semejanza del Dios Uno y Trino, que es comunidad de Amor infinito,
nunca seremos nosotros mismos sino en comunidad.
- Esta vocación
"relacional" o comunitaria sufre en nuestros días un duro trance.
Cada día se muestra con mayor intensidad una crisis cultural donde el individuo
se ha convertido a menudo en una pieza del engranaje social, en un número
anónimo dentro de la masa, en un factor de producción que es utilizado y muchas
veces ultrajado en su dignidad. Nunca la humanidad había contado con medios de
comunicación de todo tipo, tan extendidos, tan variados y sofisticados como hoy
contamos. Nunca hemos estado más cerca unos de otros, pero, al mismo tiempo,
nunca hemos estado interiormente tan distantes unos de otros. El individualismo
es sello característico de nuestra época. Nuestra sociedad está "hecha
pedazos" como decía el Papa Juan Pablo II.
- La pandemia ha
contribuido a la desintegración social, se van disolviendo toda vinculación,
las relaciones interpersonales disminuyen. Desintegración que hoy carcome
nuestra convivencia como una plaga. La red de vínculos de amor filial,
fraternal, familiar, comunitaria y social, se ha destrozado de modo nunca antes
visto. De ahí la tremenda soledad y vacío interior del hombre contemporáneo. Es
un ser desarraigado y vagabundo, perdido en el anonimato; psíquicamente desamparado.
Rodeado de todo tipo de comodidades, en construcciones confortables y dotado de
todo tipo de medios económicos y técnicos, y, sin embargo, incapaz de contacto
personal, y ávido de compensaciones, de tener y de gozar; buscando saciar, por
todos los medios, su sed de amor.
- A este tipo de hombre
queremos dar respuesta con una búsqueda decidida de comunión y de solidaridad,
tanto en el plano natural como sobrenatural. Hemos de sabernos y sentirnos
miembros los unos de los otros, conformando una comunidad donde se supere el
vivir el uno contra el otro o yuxtapuesto al otro, o el uno indiferente frente
al otro.
- Animémonos a cultivar
una comunidad de corazones, donde existe el aprecio y la responsabilidad
personal por el otro. Nuestro ideal es formar un nuevo tipo de comunidad donde
el uno viva en, para y con el otro. San Antonio viene en nuestra ayuda o nos
hace sentirnos miembros de la gran familia humana.
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