sábado, 2 de julio de 2022


 2022 AÑO C TIEMPO ORDINARIO XIV SAN PEDRO Y SAN PABLO

Los setenta y dos discípulos van, de dos en dos, dependiendo de la providencia y de un amigo; sin bolsa, sin alforjas, sin sandalias, sin medios, solo personas.

Los discípulos son constructores de humanidad, y su interés es el acompañar, nunca sin el otro. Dos no es la suma de uno más uno, es el principio de comunión. Entonces también se podrá cruzar la tierra de lobos, atravesarla, con confianza: os envío como corderos en medio de los lobos. Podrán ser más numerosos, pero no más fuertes, podrán morder y herir, pero no pueden ganar.

Nos envía como corderos, sin colmillos ni garras, pero no para la derrota sino para imaginar el mundo bajo otra luz, para abrir paso a un hogar más cálido. Los campos de la vida son violentos, y Jesús lo experimenta hasta el derramamiento de sangre, pero entrega a los suyos una visión del mundo llena de positividad y luminosidad: la mies es grande, pero los obreros son pocos. Los ojos del Señor brillan por el buen grano que rebosa de los campos de la vida: son hombres y mujeres fieles a su tarea, personas de corazón abierto, con palabras de luz, generosas, leales, libres y felices.

Jesús envía a sus discípulos no para entonar lamentos sobre un mundo distraído y distante, sino para anunciar el cambio: el Reino de Dios se ha acercado. Y las palabras que confía a los discípulos son sencillas y escasas: paz a esta casa, Dios está cerca. Palabras directas, que salen del corazón y van al corazón. Nos quejamos: ¡el mundo se ha alejado de Dios! Y Jesús en cambio: Dios se ha acercado, Dios está en camino por todas las calles, muy cerca de ti, llamando a tu puerta y esperando que le abras. En cualquier casa en la que entres, di: paz a esta casa.

Para renacer hay que vivir en la radicalidad, retorno a las raíces espirituales. Tal vez ha llegado el momento en que la Iglesia, olvidando cuestiones secundarias, ha de escuchar la llamada de Jesús a la vida y a la bondad.

El ejemplo de Pedro: Jesús lo llamó Cefás que significa "piedra" y le dijo que sería la piedra sobre la que edificaría Su Iglesia. Pescador de oficio y Jesús lo llamó a ser pescador de hombres, para darles a conocer el amor de Dios y el mensaje de salvación. Durante la persecución en roma el año 64, que duró unos tres años, murió crucificado Pedro por mandato del emperador Nerón. Pidió ser crucificado de cabeza para abajo, porque no se sentía digno de morir como su Maestro. Nos enseña que, a pesar de la debilidad humana, Dios nos ama y nos llama a la santidad. Pedro logró cumplir con su misión.

Pablo enemigo de la nueva religión cristiana ya que era un fariseo muy estricto. Estaba convencido y comprometido con su fe judía. Quería dar testimonio de ésta y defenderla a toda costa. Consideraba a los cristianos como una amenaza para su religión y creía que se debía acabar con ellos a cualquier costo. La conversión de Pablo fue total y es el más grande apóstol que la Iglesia ha tenido. Fue el "apóstol de los gentiles" ya que llevó el Evangelio a todos los hombres. Comprendió muy bien el significado de ser apóstol, y de hacer apostolado a favor del mensaje de Jesús.

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