sábado, 20 de abril de 2024

Cuando más ten necesito, Señor, eres cayado en el que me apoyo para sujetarme para nunca caer y siempre levantarme.

Cuando, veo que mi nombre se pierde en el abismo, suena tu voz clara y nítida: ¡AMIGO!

Y, compruebo una y otra vez, que eres Pastor que guarda mis pensamientos de día y velas mis sueños en la noche.

Jesús, siempre surges en el momento oportuno.

Conoces mi vida como nadie y, a pesar de estar tan llena de briznas, la pones sobre tus hombros para, una y otra vez, redimirla de sus pecados y dolencias.

Tú, Señor, Pastor diligente, oportuno y puntual te haces el encontradizo cuando más te necesito me cubres con tus brazos y me rodeas con tus Palabras de liberación y susurras palabras de consuelo a mis oídos.

Cuando confundido por mil ideas, temo desertar me confirmas en la fe verdadera: ¡YO SOY!

Si, añorando poder y riquezas, dirijo mis ojos hacia el escaparate del mundo me llevas ante el tesoro de tu amor.

Tú, Señor, como Pastor, no quieres que me pierda y me vaya lejos de tu rebaño.

Por eso y por tantas cosas, Señor, te doy gracias, bendigo tu nombre y, hoy como ayer, te digo:

¡TÚ ERES EL BUEN PASTOR!

Amén.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario