Ayer sábado en la Gala Homenaje “Amics de l’Hospital la Pedrera 2020-2022”, celebrada en el Auditori de Beniarbeig, el grupo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia, tuvo el reconocimiento del Hospital, en agradecimiento por la colaboración en la atención a enfermos y familiares ingresados en el centro durante los años 2020-2022, con el lema:” Perqué la teua amistat ens ajuda”.
domingo, 26 de febrero de 2023
Ayer sábado en la Gala Homenaje “Amics de l’Hospital la Pedrera 2020-2022”, celebrada en el Auditori de Beniarbeig, el grupo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia, tuvo el reconocimiento del Hospital, en agradecimiento por la colaboración en la atención a enfermos y familiares ingresados en el centro durante los años 2020-2022, con el lema:” Perqué la teua amistat ens ajuda”.
GRACIAS, SEÑOR
Sin saber cómo ni por qué,
he dicho “no” a lo que me degrada.
Me prometieron ser más feliz lejos de ti
y, veo, que son más desdichados los que
de ti se apartaron.
Me señalaron que, con pan, vino y dulce
no tendría necesidad de más sustento
pero, con el tiempo, he aprendido
que, el dulce empalaga,
el vino embriaga demasiado
y el pan se endurece sobre la mesa
Sólo Tú, Señor, conservas la frescura
eres algo siempre nuevo
y, en tu Eucaristía, permanentemente
tierno.
¿Cómo voy a dejarte, Señor?
Ayúdame, Jesús, a combatir el buen
combate
A defender mi fe y mi esperanza
A no esconder mi rostro cuando el
enemigo me pregunte
si yo tengo algo que ver contigo
GRACIAS, SEÑOR
Conocerte ha merecido la pena
Servirte es mi lucha cada día
Y, no caer en la tentación de la
debilidad,
es mi oración a Ti confiada.
Guárdame y ayúdame, Señor,
a salir victorioso de tantas dudas
que siembran en mí interior
incertidumbre. Amén
sábado, 25 de febrero de 2023
2023
AÑO A TIEMPO DE CUARESMA I
Los evangelios sinópticos colocan el relato de las
tentaciones antes del comienzo de la misión de Jesús. Aunque las tentaciones
estuvieron presentes a lo largo de la vida de Jesús, como lo están en nuestra
propia vida. Hoy el evangelista Mateo describe la triple tentación de hambre
(con el pan), de poderes sobrenaturales (arrojarse del alero del templo) y de
dominio y poder sobre todos los reinos que le son puesto delante. Es
interesante que el tentador, prueba a Jesús utilizando pasajes de la Escritura.
Jesús ha ido al desierto llevado por el Espíritu,
pero es una decisión que Él asume como propia. Es lógico que en este tiempo
sienta hambre. La tentación es resolver un problema humano a través de algo
extraordinario como transformar las piedras en pan. Jesús puede dejar el
desierto e ir buscar pan, o sea resolver humanamente el problema. No vivirá
buscando su propio interés. No será un Mesías egoísta. Multiplicará panes
cuando vea pasar hambre a los pobres. Él se alimentará de la Palabra viva de
Dios. Hoy también podemos creer que el poder, el dinero o el saber van a
resolver nuestras necesidades mágicamente.
La segunda tentación que se produce en el Templo, es
más sutil porque pone el acento en sí mismo. Cuestiona nuestra propia
identidad: “si eres el hijo de Dios”. Jesús vence esta tentación clarificando
quien es. No será un Mesías triunfador. No pondrá a Dios al servicio de su
gloria. No hará «señales del cielo». Sólo signos para curar enfermos.
La tercera tentación sucede en una «montaña
altísima». Desde ella se divisan todos los reinos del mundo. Jesús afronta el
desafío de la ideología y la dominación invitando a reconocer que la salvación
es don de Dios. Jesús nos enseñó que el camino de la gracia se da a través de la
entrega y el amor como servicio, entregando la propia vida. Dios no lo llama a
dominar el mundo como el emperador de Roma, sino a servir a quienes viven
oprimidos. No será un Mesías dominador sino servidor. El reino de Dios no se
impone con poder, se ofrece con amor.
Consecuencias de todo ello es que siempre que la
Iglesia y los cristianos busca su propio interés olvidando el proyecto del
reino de Dios, se desvía de Jesús. Siempre que los cristianos anteponemos
nuestro bienestar a las necesidades de los últimos, nos alejamos de Jesús.
Siempre que la Iglesia pone a Dios al servicio de su
propia gloria y «desciende de lo alto» para mostrar su propia dignidad, se
desvía de Jesús. Cuando los seguidores de Jesús buscamos «quedar bien» más que
«hacer el bien» nos alejamos de él.
La Iglesia tiene que ahuyentar hoy todas las
tentaciones de poder, gloria o dominación, gritando con Jesús “Vete, Satanás”.
El poder mundano es una oferta diabólica. Cuando los cristianos lo buscamos nos
alejamos de Jesús. Es una tarea para esta cuaresma recorrer el mismo camino
junto a Jesús.
miércoles, 22 de febrero de 2023
¡QUE NO TE PIERDA, SEÑOR!
Sales a mi encuentro, tiempo de gracia y
de cuaresma,
para hacerme comprender que, mi vida sin
Dios, es paja que lleva el viento.
Venís a mi encuentro, días de gracia y
de perdón,
para hacerme sentir que, no estoy sólo,
que Dios me acompaña en mí caminar
que, cuando vuelvo los ojos hacia Él,
no hay reproche alguno sino indulgencia
plena.
que no desperdicie tantos dones que me
traes
que, si hay para mí, también los
pretenda para los demás
que, donde estén presentes mis gestos y
mis detalles
mi servicio y mi delicadeza,
que, entonces Señor, sienta que no te
estoy perdiendo.
Porque son muchos los lodos que intentan
engullirte
porque, a veces, la ceniza deja más
rastro en nosotros
que la misma luminosidad de la Santa
Pascua.
Porque, a veces Señor, decimos tenerte y
no te conocemos.
Decimos quererte, y nos resistimos
acompañarte con tu cruz.
Decimos ser de los tuyos, y volvemos la
cara.
¡QUE NO TE PIERDA, SEÑOR!
Para que, cuando llegue junto contigo al
final del Gólgota,
sepa valorar el esfuerzo de mi
CONVERSION
El alimento de mi ORACIÓN
El rédito del silencio de la CARIDAD
La hermandad del PERDÓN dado y recibido
¡QUE NO PIERDA DE VISTA TU PASCUA, SEÑOR!
2023 FEBRERO MEDITACIÓN
EUCARISTICA
MIÉRCOLES DE
CENIZA
Comienza
la Cuaresma, tiempo de penitencia y de renovación interior para preparar la
Pascua del Señor
Señor
Jesús ante tu altar queremos iniciar este tiempo propicio para purificar nuestra
alma y a recomenzar de nuevo. Es un periodo importante para volver de nuevo al
centro de nuestra vida, porque a veces olvidamos que sin el Señor no somos
nada. La imposición de la ceniza precisamente nos muestra que toda la grandeza
del hombre no queda más que este montoncito de polvo, en un plato, a un extremo
del altar. Así pue la Iglesia nos marca en la frente con la ceniza como si
fuera nuestra propia substancia, nuestra esencia más verdadera.
Tu
Señor Jesús quieres que nos despeguemos de las cosas de la tierra para volver a
ti y que dejemos el pecado, que envejece y mata, y retornemos a la Fuente de la
Vida y de la alegría. Porque tú mismo Jesús eres la gracia más sublime de toda
la Cuaresma.
Volver
el corazón a Dios, convertirnos, significa estar dispuestos a poner todos los
medios para vivir como Él espera que vivamos, ser sinceros con nosotros mismos,
no intentar servir a dos señores. Amar a Dios con toda el alma y alejar de
nuestra vida cualquier pecado deliberado. Y eso, en medio de las circunstancias
de trabajo, salud, familia, etc., propias de cada cual.
Jesús
tu buscas en nosotros un corazón contrito conocedor de sus faltas y pecados y
dispuesto a eliminarlos. Nos acordamos de nuestros malos caminos, de nuestros
días que no fueron buenos. Convertirse quiere decir para nosotros buscar de
nuevo el perdón y la fuerza de Dios en el Sacramento de la reconciliación y así
volver a empezar siempre, avanzar cada día.
La
verdadera conversión se manifiesta en la conducta. Los deseos de mejorar se han
de expresar en nuestro trabajo o estudio, en el comportamiento con la familia,
en los pequeños sacrificios ofrecidos al Señor, que hacen más grata la
convivencia a nuestro alrededor y más eficaz el trabajo.
El
Señor también nos pide hoy un sacrificio un poco más especial, que ofrecemos
con alegría: la abstinencia y el ayuno, que fortifican el espíritu; elevan el
alma a Dios; dan fuerzas para vencer y amortiguar las pasiones, y dispone al
corazón para que no busque otra cosa distinta de agradar a Dios en todo.
También
Jesús, la limosna que, ofrecida con corazón misericordioso, o frece la
oportunidad de una vida más coherente, más auténtica porque lleva un poco de
consuelo al que está pasando una necesidad o contribuir según nuestros medios
en una obra apostólica para bien de las almas. El desprendimiento de lo
material nos ayuda a encontrar al Señor en nuestro quehacer diario.
La
fuente del sacrificio cuaresmal estará principalmente en la labor diaria: en el
orden, en la puntualidad al comenzar el trabajo, en la intensidad con que lo realizamos,
etc. En la convivencia con los demás encontraremos ocasiones para frenar
nuestro egoísmo y contribuir para crear un clima más grato en nuestro entorno. Los
sacrificios y esfuerzos personales no tienen que mortificar a los demás, al contrario,
nos deben volver más delicados, más comprensivos, más abiertos a todos.
Señor
Jesús ahora se nos presenta un tiempo en el cual este recomenzar de nuevo en ti
va a estar sostenido por una particular gracia de Dios, propia del tiempo
litúrgico que hemos comenzado. Por eso, el mensaje de la Cuaresma está lleno de
alegría y de esperanza, aunque sea un mensaje de penitencia y de mortificación.
Junto
a Cristo encontramos siempre el remedio a una posible tibieza y las fuerzas
para vencer en aquellos defectos que de otra manera nos resultarían
insuperables.
La
santa cuaresma es un tiempo para que cada uno se sienta urgido por Jesucristo.
Para que los que alguna vez nos sentimos inclinados a aplazar esta decisión
sepamos que ha llegado el momento. Para que los que tengan pesimismo, pensando
que sus defectos no tienen remedio, sepan que ha llegado el momento. Comienza
la Cuaresma; mirémosla como un tiempo de cambio y de esperanza. Es tiempo de
conversión. Amén.
domingo, 19 de febrero de 2023
¿CÓMO ME PIDES
TANTO, SEÑOR?
¿Sonreír al que
deteriora e invade mi vida,
perdonar a quien me
afrenta,
ayudar a quien me
arruina y
asistir a quien me
olvidó un mal día?
¿Amar al que tal vez
nunca me amó,
abrazar al que,
ayer, me rechazó,
llorar con el que,
tal vez, nunca yo encontré consuelo en la aflicción?
¡Cómo, Señor! ¡Dime
cómo!
Cuando ya es difícil
amar al que nos ama,
caminar con el que
queremos entregarnos,
al que conocemos o
alegrarnos con el que nos aplaude.
¡Cómo, Señor! ¡Dinos
cómo hacerlo!
Cuando nos cuesta
rezar por los nuestros
o prestar nuestra
mejilla a quien ya no nos da un beso.
Cuando es duro ser
felices con aquellos que con nosotros conviven.
Ayúdanos a estar en
comunión permanente con Dios y
entonces, Señor, tal
vez no nos parezca tanto,
ni un imposible ser
cómo Tú eres y
llevar a cabo lo que Tú quieres:
AMOR SIN CONDICIONES.
Amén
.
sábado, 18 de febrero de 2023
2023
AÑO A TIEMPO ORDINARIO VII
Llevamos varios domingos escuchando el
Sermón de la Montaña. Jesús va nombrando una lista de situaciones muy concretas
que nos van abriendo camino por la vida. No usa teorías complicadas, sólo
gestos cotidianos, Jesús habla de la vida con las propias palabras de la vida.
“Habéis oído que se dijo ojo por ojo”. “Pero
yo os digo”. Lo que Jesús propone no es la sumisión de los temerosos, sino una
postura valiente: dar el primer paso, curar el corazón, no desear nada de mal
al contario rezar, respetar, dejar el odio y la violencia.
Los gestos de Jesús explican sus
palabras: cuando recibe una bofetada en la noche de su encarcelamiento, Jesús
no responde poniendo la otra mejilla, sino que pregunta al guardia: si he
hablado mal, demuéstramelo. Cuantas veces lo hemos visto indignarse por las injusticias,
o por promover un culto a Dios vacío y el templo convertido en mercado, por las
máscaras y los corazones de piedra de los piadosos y devotos.
No nos pide que seamos el felpudo de la
historia, sino que inventemos algo -un gesto, una palabra- que pueda
desarmarnos y desarmar. Elegir, libremente, no permitir que prolifere el mal,
mediante el perdón que nos arranca de los círculos viciosos, rompe la
compulsión a repetir sobre otros lo que se ha sufrido, desgarra la cadena de la
venganza y rompe las simetrías del odio".
Somos más que las heridas de la vida.
Somos como el Padre: "que hace salir el sol sobre malos y buenos". Nosotros
no podemos hacer salir el sol, pero podemos hacer salir una pizca de luz, una
estrellita a nuestro alrededor. Jesús no está pensando en que los queramos con
el afecto y el cariño que sentimos hacia nuestros seres más queridos.
Amar al enemigo es, sencillamente, no
vengarnos, no hacerle daño, no desearle el mal. Tratarlo como quisiéramos que
nos trataran a nosotros.
Nuestros Fundadores nos enseñan que el
amor reciproco es lo más grande, lo más profundo y lo más intenso que hay. Sus
vidas son para nosotros reflejos de luz. Vivieron una vida intensa, mirando
continuamente a María nuestra Madre y sirvieron a los hombres sus hermanos con
generosidad y amabilidad.
Ellos no enseñan a vivir un amor filial,
sentirnos hijos de un mismo padre y por tanto todos son mis hermanos, y llegar
a un amor fraterno, construir fraternidad, cultivar la comunicación personal.
En este mundo alocado ellos nos enseñan
a vivir un amor fiel, asumir la gran tarea de aprender a amar. El que ama
conoce a Dios, porque Dios es amor.
Nuestra meta es llegar a la felicidad, y
la felicidad es dar amor, dar vida, dar tiempo y energía. Entonces nuestro amor
al mundo será fecundo: una fecundidad espiritual, apostólica, moral, social. Y
por últimos estos siete hombres nos enseñan a vivir una amor ferviente y
festivo: relaciones cálidas en las fraternidades, más humanizadoras y
evangelizadoras. Celebramos los 790 años de fundación.
HIMNO A LOS
PADRES FUNDADORES
A ti, Dios Padre, un himno de gracias
En la memoria de nuestros hermanos
Que acogieron tu voz en el monte
Y ahora nosotros con ellos cantamos.
Dios no
sabemos rezar como ellos
Como lo
hacían allá en el monte
Hemos
perdido Señor su espíritu
Haz que
volvamos a ser como ellos.
Vuelva a arder todavía la zarza
Para oír en ella la voz de tu fuego
Y el corazón se inflama y arda
Para aprender a alabarte con ellos.
Eran
del monte el mejor ornamento
Fraternidad
era el don que buscaban
Solo
este don, ofrecían al mundo
Para ser signos visibles del
reino.
Madre tu vida les hizo de guía
Un ideal de humilde servicio
Tú la palabra aceptaste en tu seno
Ahora con ellos queremos cantarte.
Haznos
capaces de seguir sus huellas
En un camino de paz y servicio
En este mundo repleto de odio
Haz que sepamos ser signos de
amor.
viernes, 17 de febrero de 2023
miércoles, 15 de febrero de 2023
2023
FEBRERO MEDITACIÓN EUCARÍSTICA
EN
BUSCA DE LA AGUJA PERDIDA
De nuevo nos presentamos ante ti
Jesús eucaristía en esta tarde para tener un momento de intimidad contigo.
Saborear momentos de reflexión y de silencio ante ti nos ayuda a crecer cada día
más intentando alcanzar la estatura que tu pensaste para cada uno de nosotros.
Nos sentimos tan necesitados de tu presencia, pues ella nos ilumina, nos
fortalece, nos anima y nos empuja a vivir siempre en una constante búsqueda de
lo auténtico y de lo verdadero.
Eso es lo único que produce la
felicidad y el bienestar personal. Nos lleva hacia una serenidad de vida
impecable, encontrando la verdad en las cosas más pequeñas que nos ofrece la
vida, pero que en el fondo son las más grandes, porque son las únicas que
producen felicidad.
Escuchemos esta bonita historia.
EN
BUSCA DE LA AGUJA PERDIDA: Una
tarde, en un pueblo pequeño donde todos se conocían, un grupo de jóvenes vio a
la anciana Rabiya buscando desesperadamente algo en el jardín frente a su
choza. Todos se acercaron a la pobre anciana para ver si la podían ayudar.
-
Rabiya, ¿Qué le pasa? ¿Qué ha perdido? ¿Le podemos ayudar? -le preguntaron.
La
anciana con tono triste contestó: perdí mi aguja de oro.
Al
oírla, los jóvenes se pusieron a buscar, pero de repente uno de los jóvenes
dijo:
-
Rabiya, el jardín es muy extenso y por contra, la aguja es muy pequeña; además
pronto anochecerá, ¿Puedes decirnos más o menos por donde se le cayó y así
poder centrarnos en esa zona?
La
anciana levantó la mirada, señaló hacia su casa y le contesto: Sí tienes razón.
La aguja se me cayó allí, dentro de casa.
Esto
enfadó al grupo de jóvenes:
-
Rabiya, ¿te has vuelto loca? Si la aguja se te cayó dentro de casa, ¿Por qué
andamos buscándola aquí afuera?
Entonces
Rabiya sonrió y les dijo: Es que aquí afuera hay luz, cosa que dentro de la
casa no hay.
El
joven que no entendía nada y pensaba que la anciana definitivamente había
perdido la cabeza dijo: Pero aun teniendo luz, si estamos buscando donde no has
perdido la aguja, ¿Cómo pretendes encontrarla? ¿No es mejor llevar una lámpara
al interior de la casa y buscarla allí, donde la ha perdido?
La
anciana volvió a sonreír y contestó: sois tan inteligentes para ciertas cosas….
¿por qué no empleáis esa inteligencia?
Y
continuó diciendo: Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas ¿cuándo vais a
emplear esa inteligencia para vosotros mismos, para vuestra vida interior?
Miles de veces os he visto a todos vosotros buscando desesperadamente afuera.
Buscando aquello que se os ha perdido en vuestro interior. ¿Por qué buscáis la
felicidad alrededor vuestro? ¿Acaso la habéis perdido allí, o realmente, la
habéis perdido en vuestro interior?
Esto es lo que nos suele pasar
habitualmente en nuestras vidas, estamos tan inmersos en buscar fuera de
nosotros que nos olvidamos que la esencia del bienestar está dentro de nosotros
y nada más. Nuestra felicidad o bienestar auténtico no pueden estar en el
exterior, ni en dependencia de las circunstancias, de otras personas o las
relaciones que mantenemos. Este bienestar auténtico para que sea real, ha de
estar por encima de todo esto. Solo se puede mantener y ser equilibrado si
permanece dentro de nosotros.
Señor Jesús, amigo del ser
humano, en esta tarde te pedimos que nos ilumines para que sepamos buscar la
felicidad en donde verdaderamente se encuentra: En el amor, la generosidad, la
ayuda mutua, el servicio generoso y sobre todo en la amabilidad que hace sentir
bien a todos los que están a nuestro alrededor. Se tu nuestra fuerza, y nuestro
guía, que nunca desesperemos y siempre confiemos. Que entreguemos nuestra vida
para el bien de la humanidad entera. Amén
domingo, 12 de febrero de 2023
Jueves 16 de FEBRERO, a las 20’30h
CHARLA BÍBLICA A CARGO DEL PROFESOR D. RICARDO LÁZARO
EL NIÑO PERDIDO (Lc. 2,41-52): Perder a Dios y volver a
encontrarlo
1-
El final del relato de la infancia; Lucas nos devuelve
al templo, lugar donde había comenzado la historia con las palabras del ángel a
Zacarías.
2-
El hallazgo de Jesús en el templo en medio de
los doctores de la Ley
3-
El encuentro de Jesús con sus padres
4-
La pregunta de María a su Hijo
5-
María descubre el significado de la profecía de
Simeón
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tu Palabra, pues ella me ilumina, me enseña los
caminos hacia tu Reino
A tu presencia, pues contigo y en Ti, encuentro la
felicidad plena,
la dicha verdadera y las razones para vivir.
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tus leyes, pues con ellas, podré ser libre de
verdad,
sin someterme a otras, que, en el mundo,
son injustas y caprichosas
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tu voluntad, para no ser esclavo de nadie y
sirviéndote a Ti, pueda descubrirte en mi entrega
sencilla
pero sincera a los demás.
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tu proyecto sobre mí, y llevar a buen puerto lo
que,
mis débiles fuerzas, me permitan.
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tus exigencias en la vía hacia la perfección.
A tu corazón, para moldear el mío frío y duro.
A tu llamada, para no olvidarme de lo mucho que,
hoy y siempre, me amas. Amén.