2023 FEBRERO MEDITACIÓN EUCARISTICA,
EL SACO DE CARBÓN
Delante del
Santísimo sacramento en el altar nos colocamos de rodillas desde el corazón
para apreciar tu presencia y sentir tu cercanía. Tu caminas con nosotros y nos
animas a desanimarnos nunca. A ser personas que buscan la verdad en el interior
y que no juzguemos a la ligera, sino todos lo contrario lo sopesemos y
analicemos todos con corazón abierto y lleno de bondad.
Danos un poco
de tu sabiduría y de tu mansedumbre para también nosotros caminar por la vida
sembrado luz y esperanza a los que nos rodean. Exigimos justicia, pero con
templanza y misericordia, soñamos en que un día seremos mejores y dignos de
llamarnos hijos de Dios y hermanos tuyos, Jesús.
EL SACO DE
CARBÓN Un día, un niño entró en su casa
dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su padre lo llamó, el niño
siguió diciendo irritado: "¡PAPÁ! ¡TE JURO QUE TENGO MUCHA RABIA!... Pedro
NO debió hacer eso conmigo; ¡por eso, espero que todo le vaya mal! ¡LO
ODIO!"
Su padre, un hombre muy sabio, escuchaba con calma a
su HIJO quien continuaba diciendo:
"Imagínate que me humilló frente a mis amigos.
¡NO ACEPTO ESO!
Ojalá se enferme para que NO vaya más a la
escuela".
El padre siguió escuchando; se dirigió hacia una
esquina del garaje de la casa de donde cogió un saco lleno de carbón que llevó
hasta el final del jardín y le propuso a su hijo lo siguiente:
- "¿Ves aquella camisa blanca que está en el
tendedero?”
Hazte la idea de que es Pedro y cada pedazo de
carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. TÍRALE
TODO EL CARBÓN QUE HAY EN EL SACO, HASTA EL ÚLTIMO PEDAZO. Después volveré para
ver como quedó."
El niño se lo tomó como un juego y comenzó a lanzar
los carbones, pero como el tendedero estaba lejos, pocos carbones acertaron la
camisa. Cuando el padre regresó le preguntó:
- Hijo, ¿QUÉ TAL TE SIENTES?
- Cansado, ¡¡pero mejor papá!!... Mira, acerté
algunos pedazos de carbón a la camisa. El padre tomó al niño de la mano y le
dijo:
- Ven conmigo, quiero mostrarte algo.
Lo colocó frente a un espejo en el que pudiera ver
todo su cuerpo...
¡QUÉ SUSTO! Estaba todo manchado y sólo se le veían
los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo: "HIJO, como pudiste
observar, la camisa quedó un poco sucia, pero NO es comparable con lo sucio que
quedaste tú”
Señor Jesús
haznos comprender que el mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica
en nosotros, mil veces más. Queremos aprender como tú a ser dóciles y a no
manchar nuestro corazón con odios, venganzas ni violencias.
Por más que
queramos o podemos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos y
nuestras iras, los residuos y la suciedad siempre quedan en nosotros. Queremos
ser personas como tu Jesús, honestas, transparentes, amables, gentiles. Que busquemos
nunca dañar a nadie ni desear el mal a nadie porque saldremos nosotros
perjudicados.
- CUIDA TUS
PENSAMIENTOS, porque se transforman en palabras...
- CUIDA TUS
PALABRAS, porque se transforman en acciones...
- CUIDA TUS
ACCIONES, porque se transforman en hábitos...
- CUIDA TUS
HÁBITOS, porque moldean tu carácter.
- ¡¡Y CUIDA TU
CARÁCTER, PORQUE DE ÉL DEPENDERÁ TU DESTINO!!
Ayúdanos tu
Señor Jesús a ser mejores y a respetar a los demás, que sepamos canalizar
nuestra rabia y frustraciones hacia el bien y la bondad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario