QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tu Palabra, pues ella me ilumina, me enseña los
caminos hacia tu Reino
A tu presencia, pues contigo y en Ti, encuentro la
felicidad plena,
la dicha verdadera y las razones para vivir.
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tus leyes, pues con ellas, podré ser libre de
verdad,
sin someterme a otras, que, en el mundo,
son injustas y caprichosas
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tu voluntad, para no ser esclavo de nadie y
sirviéndote a Ti, pueda descubrirte en mi entrega
sencilla
pero sincera a los demás.
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tu proyecto sobre mí, y llevar a buen puerto lo
que,
mis débiles fuerzas, me permitan.
QUE NO SEA REBELDE, SEÑOR
A tus exigencias en la vía hacia la perfección.
A tu corazón, para moldear el mío frío y duro.
A tu llamada, para no olvidarme de lo mucho que,
hoy y siempre, me amas. Amén.
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