sábado, 14 de septiembre de 2024


 

¿QUÉ DIGO, SEÑOR?

¿Qué decir sobre Ti, si, Tú sabes que yo sé muy poco?

¿Qué decir de tu vida, si yo prefiero llevar la mía?

¿Qué decir de tus Palabras, si estoy sordo a ellas?

¿Qué decir de tus misterios, si no me los creo?

¿Qué decir de tu Evangelio, si no me molesto en abrirlo?

¿QUÉ DIGO, SEÑOR, SOBRE TI?

¿Qué decir de tu historia, cuando prefiero cualquier otra novela?

¿Qué decir de tu mensaje, cuando prefiero otras cuñas publicitarias?

¿Qué decir de tus caminos, cuando elijo senderos menos comprometidos?

¿Qué decir de tus enseñanzas, cuando soy tan poco aplicado contigo?

¿Qué decir de tus miradas, cuando miro hacia otro lado?

¿QUÉ DIGO, SEÑOR, SOBRE TI?

Ayúdame a no perderme en medio del mundo.

A ponerte en el centro de mí casa.

A dar razón de mí fe.

A buscarte, aunque algunos se empeñen en despistarme.

A rezarte, aunque me cueste centrarme en la oración.

A conocerte, aunque me resulte difícil reconocerte.

¿QUÉ DIGO, SEÑOR, SOBRE TI?

Ayúdame a gritar a los cuatro vientos: ¡TU ERES EL SEÑOR!

Y, entonces, significará una cosa: que te he encontrado, Señor.

Amén.

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