Y nosotros, que somos los tuyos, deberíamos actuar como
Tú, para que todos se sintieran mejor a nuestro lado, generando encuentros e
igualdad alrededor.
Tú sanabas a la gente, levantabas a los caídos, y
utilizabas todas tus capacidades de amar.
Nosotros también podemos crear mejor vida alrededor y
llenar nuestros ambientes de calidad y cercanía.
Ábrenos los oídos, que a veces somos los sordos del
evangelio, que no te oímos bien y por eso no contamos, el bien que vas haciendo
en cada uno de nosotros, cuando te dejamos espacio en nuestra vida.
Otras veces estamos ciegos para ver los regalos
cotidianos, y las personas que pones a nuestro lado cada día.
Por eso no las disfrutamos suficiente, ni las cuidamos y
vamos por la vida sin contemplar su belleza.
Cámbianos el corazón, Jesús, para que actuemos como Tú, para
que sepamos oír, para que sepamos mirar para que no calle nuestra boca la
alegría que proporciona tu compañía y lo que facilita la vida tu Amistad.
Que contigo descarguemos las desesperanzas, ilusionemos
desencantos, compartamos bienestar, sanemos y fortalezcamos a los caídos y
sepamos ser amigos de verdad, como Tú, que acompañan la vida y la hacen más
fácil.
Amén
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