2024 SEPTIEMBRE ADORACIÓN EUCARÍSTICA:
La
paradoja de Abilene
Buenas
tardes Jesús, nos acercamos a ti desde la convicción de que estás siempre con
nosotros y que nos acompañas en nuestra vida. Tú nos ayudas a que la vida
transcurra de una forma sencilla, honesta y coherente. Hoy te queremos pedir
que nos ayudes a mostrarnos coherentes con nosotros mismos y con los demás. Que
no digamos a todo si o no, sino que mostremos un espíritu crítico y libre tal
como tú nos lo enseñaste. A veces para sentirnos parte del grupo o de la
comunidad donde estamos aceptamos cualquier propuesta para no desagradar o para
no desentonar. Ayúdanos a ser cada día más auténticos y así seremos más
felices. Escuchemos esta historia:
La
paradoja de Abilene: por qué hacemos cosas qué no queremos
Durante
una calurosa mañana de verano, en Coleman (Texas), una familia compuesta por un
matrimonio y los suegros, están jugando al dominó
tranquilamente junto al porche. Beben limonada y no hacen más que dejar pasar
el tiempo de forma perezosa.
Su
casa se encuentra a unos 53 kilómetros de Abilene. Entonces, al suegro se le
ocurre algo:
-
Podríamos hacer algo más interesante. Por ejemplo, ir hasta Abilene y comer en
la cafetería del pueblo… Todos le miran un tanto sorprendidos.
El
yerno, aunque piensa que es una locura,
cree que debe quedar bien con su suegro: Claro, sí, ¿por qué no?
Entonces
su mujer, por no llevar la contraria, añade: Buena idea, cariño…
Y
por supuesto, la madre, al ver que todos quieren ir, decide no ser la nota
discordante para no romper la armonía del grupo: ¡Iremos!
Así
que toda la familia se sube al coche, que no tiene aire acondicionado, y
conduce hasta Abilene a pesar del agobiante
calor.
Recorren
largos y polvorientos caminos y llegan acalorados al pueblo. Comen un menú
mediocre en la cafetería y regresan a Coleman por los mismos largos y
polvorientos caminos.
Al
llegar, todos se retiraron extenuados y acalorados, sin decir nada, pensando en
por qué habían hecho ese ridículo viaje que no querían hacer.
Está
claro que, según este relato de la historia escuchada, ninguno quería hacer ese
viaje, y sin embargo, todo se precipitó por dos causas: La falta de
comunicación y esa idea intrínseca que todos parecemos llevar dentro de no querer
defraudar al resto en un grupo.
¿Por
qué nos dejamos llevar? Cuando formamos parte de un grupo, todos queremos agradar a los
demás y evitar enfrentamientos. No queremos salir del grupo y
evitamos a toda costa llevar la contraria al resto. Por eso a menudo hacemos
cosas con las que no estamos de acuerdo. A veces por no llevar la contraria y
otras por el “qué dirán si me manifiesto en contra”. Unos por otros, al final,
todos terminan arrastrándose y haciendo algo que ninguno quería hacer. Parece
estúpido, pero sucede más veces de las que imaginamos.
Jesús
sacramentado en esta tarde queremos pedirte que nos ayudes a mantener la mente
lucida y clara, a que el ansia de agradar al resto no haga que mintamos: porque
es así, a veces mentimos con la única intención de intentar agradar al resto.
De hecho, el suegro, que sugiere la idea del viaje, después confiesa que no le
apetecía salir de allí, pero que solo intentaba agradar a los demás. El yerno
también dijo que no quería ir, pero que
mintió por no defraudar a su suegro y las mujeres más de lo mismo,
que decidieron hacer como que les parecía una gran idea por intentar agradar al
resto del grupo. Al final todos mintieron y tuvieron que soportar una mala
experiencia por culpa de su falta de personalidad a la hora de decir la verdad
y expresar de forma sincera sus opiniones.
Señor
ayúdanos a ser tolerantes, a buscar soluciones y a aceptar la crítica de alguno
de los compañeros. La postura crítica se necesita aunque sea dura y cree
enfrentamientos o deteriore un tanto la relación. Un grupo debe aprender a ser tolerante, a
buscar soluciones y a aceptar la crítica de alguno de sus miembros. Debe ser
capaz de escuchar y valorar la crítica y hacer todo lo posible porque esta
crítica no repercuta en la relación entre todos sus miembros. Es decir, debe
ser asertivo, y no complaciente y acomodado.
Nunca
desistas de nosotros Jesús y camina junto a nosotros, como individuos y como
comunidad. Amén
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