sábado, 5 de abril de 2025


 


 


 


 

Aquí estoy, Señor, a tus pies, asustada, y aturdida, temblorosa y silenciosa, estremecida y expectante, sabiendo que he llegado acusada, pero sintiendo que avivas, en mi corazón, las cenizas del deseo y la esperanza y despiertas, con tu mirada y roce mis entrañas yermas.

Aquí estoy, Señor, a tus pies rodeada por quienes ves y sus corazones de piedra, abrumada por mis hechos y mi conciencia mal enseñada, juzgada y condenada, sin poder decir una palabra.

Soy carne despreciada y chivo expiatorio de quienes pueden y mandan.

Aquí estoy, Señor, a tus pies sin dignidad ni autoestima, con los ojos desorientados, pero con el corazón palpitando, con el anhelo encendido, con el deseo disparado, aguardando lo que más quiero – tu abrazo–, luchando contra mis fantasmas y miedos, desempolvando mi esperanza olvidada.

Aquí estoy, Señor, a tus pies, medio cautiva, medio avergonzada, necesitada, sin entender nada... pero queriendo despojarme de tanto peso e inercia, rogándote que cures las heridas de mi alma y orientes mis puertas y ventanas hacia lo que no siempre quiero y, sin embargo, es mi mayor certeza.

Aquí estoy, Señor, a tus pies.

¡Tú sabes cómo!

2025 CICLO C TIEMPO DE CUARESMA V

Este domingo es una invitación para reflexionar cómo estamos viviendo nuestra Cuaresma y qué hemos hecho de ella. Se nos recuerda, en este tiempo, que el rasgo distintivo de Dios es ser misericordioso.

En el evangelio de este domingo le presentan a una mujer sorprendida en adulterio, con intención de lapidarla. Nadie habla del varón. Es lo que ocurría siempre en aquella sociedad machista. Se condena a la mujer porque ha deshonrado a la familia y se disculpa con facilidad al varón.

Jesús no soporta esta hipocresía social y con sencillez y valentía admirables, pone verdad, justicia y compasión: El que esté sin pecado, que arroje la primera piedra. Los acusadores se retiran avergonzados. Nos centramos en tres aspectos:

- Primero la maldad del corazón: En Jesús encontramos la fuerza liberadora de Dios. Pero no todos los de su época lo supieron reconocer. Ellos no están pendientes de la sabiduría que trasmitían sus palabras, y de aprender de las mismas, los escribas y fariseos se cierran a ellas. Irónicamente, le llaman Maestro, con intención malsana: el narrador: Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. La situación es dramática, el mal, el pecado, nos endurece el corazón. La Cuaresma es el tiempo en que Dios nos lleva al desierto y nos habla al corazón para convertir nuestro corazón de piedra en un corazón de carne.

- Segundo El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra: Ante la exposición del caso por los acusadores, la severidad de la sentencia exigida a la mujer y no al hombre, la humillación a la que está siendo sometida la mujer, la tensión, Jesús mantiene la calma, se toma su tiempo en su reflexión al escribir en el suelo y mira más allá del propio acontecimiento. Sin duda alguna, el pecado de adulterio es grave, pero la misericordia abre un nuevo camino, una nueva oportunidad de vida para la pecadora.

Frente a la insistencia judía, Jesús apela a la conciencia de los acusadores: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. Esta frase ha calado en la sabiduría popular. Nos lleva a considerar la naturaleza de los juicios y la hipocresía con la que en muchas ocasiones coqueteamos en nuestras interacciones humanas. El juicio, en tal sentido, divide y lleva al resentimiento. Tratar de comprender, antes de enjuiciar, por su parte, conduce a la empatía, al perdón y a la reconciliación. La reacción de los interlocutores no se hace esperar: Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos.

- Tercero, Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más: Al igual que la mujer adúltera, Jesús nos mira con ojos de misericordia frente a nuestros pecados. Es muy llamativo que Jesús perdona a esta mujer sin ninguna exigencia o condición. Será el amor de sentirse perdonada y acogida por Dios la que le lleve a la auténtica conversión del corazón. Dios nos llena de oportunidades, abre siempre para nosotros un horizonte mayor. 

 












 

5º Viacrucis meditado por los jóvenes

miércoles, 2 de abril de 2025


 

ADORACIÓN EUCARÍSTICA

EL RELATO DE UN ARTISTA

En este tiempo de Cuaresma que en su esencia es un tiempo de reflexión, de arrepentimiento y de renovación espiritual, venimos delante de Ti Jesús sacramentado para que nos enseñes el verdadero valor de la conversión. Tú nos invitas a entrar dentro de nosotros mismos, a mirar profundamente en nuestro corazón y nuestras acciones, buscando aquello que necesita ser transformado. Este período nos urge a identificar nuestros defectos, nuestras debilidades y lo que nos separa de una relación más plena contigo y con los demás. Es una gran oportunidad para reconocer nuestra necesidad de conversión y reconciliación.

Reconocemos que la verdadera transformación no viene de los cambios externos, sino de una renovación interna. Nos invita a buscar en lo profundo de nuestro ser el amor, la paz, la humildad y la fe, para luego poder reflejarlos en nuestras acciones diarias. Escuchemos esta bonita historia.

 

El relato de un artista: Ésta es la historia de un artista que, insatisfecho con su trabajo, un día le dijo a su esposa:

- Me voy a ir de viaje. Necesito encontrar mi inspiración para pintar mi obra maestra.

Viajó por muchos países, vio cosas muy hermosas, pero no encontraba lo que andaba buscando. Un día que salió a pasear, detuvo a una novia en el día de su boda, y le preguntó:

- Dime, por favor, qué es para ti lo más hermoso del mundo. Ella le contesta con mucha naturalidad: ¡EL AMOR!

El artista continuó su camino descorazonado. ¿Cómo pintar el AMOR?

Poco tiempo después, encontró a un soldado que volvía de la guerra; el artista le preguntó:

- ¿Qué es la cosa más hermosa del mundo? El soldado le contestó sin dudar: ¡LA PAZ!

El artista, muy triste, se preguntaba: ¿Cómo pintar LA PAZ?

Siguiendo en su búsqueda, se acercó a un sacerdote que iba camino a su iglesia, y le hizo la misma pregunta:

- Hijo mío, LA VIDA es la cosa más bella del mundo.

El artista se quedó muy decepcionado ¿Cómo podría pintar un cuadro de LA VIDA?

Casi desesperado, después de tanta indagación frustrada, volvió para su casa, cansado de cuerpo y de espíritu. A su llegada, su esposa lo recibió con mucha ternura y calor. Y el artista encontró EL AMOR de que le había hablado la novia. Todo en su hogar respiraba tranquilidad y seguridad. Era LA PAZ de que hablaba el soldado. Y cuando sus hijos lo besaban vio en sus ojos de niños...LA VIDA descrita por el sacerdote. Feliz, encontró la inspiración que tanto había buscado fuera de su casa... ¡EN SU PROPIA FAMILIA!

 

Igual nos pasa a nosotros Señor Jesús, a menudo buscamos fuera lo que en realidad ya está dentro de nosotros. En nuestra vida cotidiana. Es fácil caer en la trampa de buscar la felicidad, la paz o el propósito en factores externos: cosas materiales, la aprobación de los demás, o el éxito. Sin embargo, muchas veces descubrimos que esas búsquedas no nos llenan realmente.

La reflexión que menciona esta historia que hemos escuchado apunta a la idea de que todo lo que realmente necesitamos está dentro de nosotros: la capacidad de encontrar la paz interior, el amor propio, la sabiduría y la fuerza para superar obstáculos. En lugar de mirar constantemente hacia fuera, puede ser más efectivo parar y buscar en nuestro interior, donde a menudo se encuentran las respuestas más profundas a nuestras inquietudes.

Es posible que este tipo de introspección sea un proceso largo y costoso, pero la Cuaresma nos recuerda que no debemos distraernos y buscar dentro de nuestro propio ser, para cuestionarnos y renovarnos. Jesús ayúdanos tú e invítanos a mirar dentro para encontrar lo que realmente importa y, al hacerlo, nos conectamos más con nuestra verdadera esencia humana y con lo divino. Amén.