¡QUE LLEGUE ESE DIA,
SEÑOR!
Donde mi vieja vida,
sea recompensada con otra, buena y definitiva
Donde Tú, y sólo Tú,
seas el centro de toda mi historia
Donde vea y sólo
piense, que Tú eres lo más valioso
Porque siento que,
mis días, me producen cansancio
Porque veo que, mis
días, están demasiado vacíos de cosas trascendentes
Porque intuyo que,
mis días, están excesivamente llenos de trastos inservibles
¡QUE LLEGUE TU DIA,
SEÑOR!
Y, cuando llegue,
que por lo menos me encuentres con fe
Y, cuando llegue,
que por lo menos me tropieces con esperanza
Y, cuando llegue,
que por lo menos me halles esperando tu llegada
Y, cuando llegue, me
sorprendas vestido con traje de fiesta
Y, si tardas en
llegar, que no me aleje de Ti
Y, si tardas en
llegar, que no me limite a cumplir tus preceptos
Y, si tardas en
llegar, que no finja quererte
Y, si tardas en
llegar, cuando lo hagas, salga corriendo a tu encuentro
Porque, así
entenderé, que la historia tiene su curso
Que la historia
tiene un feliz término
Que la historia,
cuando estás Tú dentro, es horizonte cierto
Que la historia, si
le faltas Tú, está abocada al fracaso
Por eso, y por mucho
más,
¡QUE LLEGUE TU DIA,
SEÑOR!
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