domingo, 27 de noviembre de 2022


 ¡NECESITAMOS ESTAR Y SER VIGILANTES!

Para escuchar las pisadas de Aquel que viene y percatarnos de su presencia.
Para dar de beber a nuestro interior algo más que lo puramente material.
Para saborear estos aledaños navideños con alegría y esperanza.
Para despertar de nuevo, vigilar los caminos de nuestros días
y darle un esplendor optimista a la luz de la Fe.
Para remarcar el auténtico espíritu de las fiestas que se acercan.
Para analizar lo negativo en el horizonte de nuestra trayectoria y reorientarla.
Para no hundirnos bajo el peso de tanto acontecimiento triste y negro,
Para no caer en la violencia y en el desasosiego, el estrés y la desesperanza,
de la hartura y del pesimismo.
Adviento; es cambiar nuestro mundo con la fuerza del amor que nos trae Jesús.
Adviento; es un reloj que marca las horas de lo que está por llegar.
Adviento; esperar en Dios y contemplar su rostro en medio de la adversidad.
Adviento; es tiempo de vivir, desde ahora, la Buena Noticia que se nos dará en Belén.
Adviento; es no dejar que se hunda nuestra vida en las pequeñas miserias y en el gran océano de la incredulidad y de la frialdad religiosa.
Adviento; es ir hacia Aquel que viene sin perder el rumbo de nuestro viaje.
Dios habla de mil modos y maneras, con muchos signos, palabras y silencios.
Dios nos pide algo tan sencillo como poner a punto nuestra vida, estar vigilantes.
En Adviento Dios se hace tremendamente cómplice, libertador y cercano a nosotros.
Amén. 


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