2023 MARZO MEDITACIÓN EUCARISTICA:
EL PAPEL ARRUGADO
En medio de este tiempo de
cuaresma venimos hasta ti Señor para aprender de ti el camino que nos conducirá
a la pascua verdadera, a una vida plena y feliz junto a ti. Reconocemos que no
siempre es fácil convertirnos y arrepentirnos de nuestras malas acciones. Nos
gustaría que todo fuera hecho de un plumazo y que por tu intervención todo
sanara, todo curara, todo rejuveneciera.
Pero nos damos cuenta que sin
nosotros tú no puedes hacer nada. Ojalá en este tiempo cuaresmal nos dejáramos
modelar por tu gracia, sostener por tu fuerza y caminar con tu espíritu. El
pecado muchas veces nos vence porque no nos damos cuenta de las consecuencias
que provoca y los estragos que realizamos en los demás y en los ambientes donde
vivimos sin darnos cuenta. Haz Señor que seamos conscientes de esta realidad y
que no provoquemos más sufrimiento que el que la propia vida trae consigo.
Escuchemos esta bonita lección.
EL
PAPEL ARRUGADO:
Contaba un joven que, cuando era niño, su carácter impulsivo lo hacía estallar
en cólera a la menor provocación. Luego de que sucedía, casi siempre se sentía
avergonzado y batallaba por pedir excusas a quien había ofendido.
Un
día su maestro, que lo vio dando justificaciones después de una explosión de
ira a uno de sus compañeros de clase, lo llevó al salón, le entregó una hoja de
papel lisa y le dijo:
-
¡Arrúgalo! El muchacho, no sin cierta sorpresa, obedeció e hizo con el papel
una bolita.
-
Ahora —volvió a decirle el maestro— déjalo como estaba antes.
Por
supuesto que no pudo dejarlo como estaba. Por más que trataba, el papel siempre
permanecía lleno de pliegues y de arrugas.
Entonces
el maestro remató diciendo:
-
El corazón de las personas es como ese papel. La huella que dejas con tu ofensa
será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.
Así
aprendió a ser más comprensivo y más paciente, recordando, cuando está a punto
de estallar, el ejemplo del papel arrugado.
Que importante es controlar la ira, saber gestionar
nuestras emociones y expresar nuestro desacuerdo y enfado con asertividad y
equilibrio.
No se trata de no enfadarse: sino
de saber gestionarlo, y de saber expresar nuestro malestar, disconformidad o
enfado sin atacar al otro. Hacerlo siempre desde el respeto, no recurrir nunca
a la violencia pues es dañino tanto para los demás como para nosotros mismos.
Señor Jesús te pedimos que nos
ayudes a saber gestionar nuestras frustraciones o nuestros enfados sin perder
los papeles.
Ser sincero o expresar nuestras
emociones no justifica hacerlo de cualquier modo, es importante fomentar la
paciencia, control de nuestras emociones y comunicación equilibrada con los
demás. La paciencia y el equilibrio es un arte y como tal tenemos que
aprenderlo. No todos nacemos con estas virtudes, pero se pueden aprender cuando
nos acercamos a la vida de Jesús, nuestro maestro. Su docilidad y madurez en
expresar sus sentimientos y en mostrar sus actitudes nos puede servir de
ejemplo y de guía.
Tu Señor eucaristía te pedimos en
esta tarde que nos enseñes a vivir la vida con el debido respeto por todas las
personas y en todas las circunstancias. El respeto para nosotros tus
seguidores, ha de ser un valor fundamental en nuestra vida: gracias al respeto
nos evitaremos ir por la vida arrugando papeles. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario