domingo, 12 de noviembre de 2023


 

Despiértame con la luz de tu verdad.

Porque, la mentira, frecuentemente me narcotiza

o la falsedad confunde los caminos por los que avanzo.

Porque siento que, el mundo que me rodea,

me contagia con la pesadez del desencanto, con la desazón del pesimismo.

Porque frecuentemente, Señor,

caigo abatido en el traicionero sueño de la desesperanza.

Levántame y, que, en la lámpara de mi alma,

nunca falte la alegría de salir a tu encuentro,

la satisfacción de ser de los tuyos,

la seguridad de que, esperándote, estoy en lo cierto.

No dejes que me abata el desencanto ni la desilusión,

no permitas que, las prisas del quererlo todo,

me aleje de gustar y esperar el Paraíso definitivo.

No dejes que, la noche que se cierne sobre el mundo,

apague las llamas de tantos hijos tuyos,

que soñaron, y nunca se cansaron, de verte frente a frente;

de tus hijos vivos y de tus hijos muertos,

de los que por Ti sufrieron y lloraron,

y de los que, con la lámpara de la fe,

la fueron transmitiendo de mano en mano.

Que no me duerma en el letargo de la indiferencia,

que no me pierda en la oscuridad de la impaciencia,

que no me acueste en la comodidad del “ya no merece la pena”

Y si vienes, Señor, y me encuentras o me sorprendes

con mi lámpara a punto de extinguirse…

perdóname, Señor; sabes que hice lo que pude

por amarte, servirte, quererte…y esperarte. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario