2024 FEBRERO MEDITACIÓN
EUCARISTICA
Arrugado y viejo, pero con su
valor
Junto a ti Señor
Jesús nos sentimos serenos y animados. Porque sabemos que somos importantes
para ti, que valemos mucho para nuestro Padre Dios, que él nos acompaña a pesar
de nuestras torpezas y debilidades. Nuestro valor no nos lo da ni el dinero, ni
la posición, ni la inteligencia, sino porque hemos salido de las manos de Dios
y eso nadie podrá arrebatarlo.
Arrugado y viejo, pero con todo su valor: Una profesora de secundaria sacó
de su cartera un billete de 20 euros y lo enseñó a sus alumnos de entre trece y
quince años, a la vez que les preguntó:
- ¿A quién le gustaría tener este billete?
Todos los alumnos levantaron la mano. Entonces la
profesora cogió el billete y lo arrugó, haciéndolo una bola. Incluso lo rasgó
un poquito en una esquina; y volvió a preguntar:
- ¿Quién sigue queriéndolo?
Todos los alumnos volvieron a levantar la mano. Finalmente,
la profesora tiró el billete al suelo y lo pisó repetidamente diciendo:
- ¿Aún queréis este billete?
Todos los alumnos respondieron que sí. Entonces la
profesora les dijo:
- Espero que de aquí aprendáis una lección
importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo…
todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado,
seguían siendo 20 euros. Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que
te rechazan y los acontecimientos te sacuden dejándote hecho una bola o tirado
en el suelo. Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará
NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que
sientas que estás en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy
arrugado que estés. Para reafirmar esta enseñanza, la profesora les hizo esta
prueba a sus alumnos: Tratar de contestar a estas preguntas:
- Nombra las cinco personas más adineradas del
mundo.
- Nombra cinco ganadores del premio Nobel.
- Nombra los cinco últimos ganadores del Óscar como
mejor actor o actriz.
¿Qué tal? ¿Mal? No os preocupéis. Ninguno de
nosotros recuerda los titulares de ayer. ¡Los aplausos se van! ¡Los trofeos se
empolvan! ¡Los ganadores se olvidan!
Ahora contestar a estas otras:
- Nombra tres profesores que te hayan ayudado en tu
formación.
- Nombra tres amigos que te hayan ayudado en tiempos
difíciles.
- Nombra cinco personas con las que disfrutes pasar
el tiempo.
¿Qué tal? ¿Os fue mejor? Las personas que marcan la
diferencia en nuestra vida no son aquellas con las mejores credenciales, con
mucho dinero, o los mejores premios…, son aquellas que se preocupan por ti, que
te cuidan, las que de muchas maneras están contigo.
Que importante
es tomar conciencia, Señor Jesús que a pesar de los golpes y arrastres que la
vida nos haya dado nunca hemos perdido valor para Tu Padre, él sigue amándonos
y cuidándonos, porque valemos mucho para él. Si creemos que Dios es nuestro
Padre, podemos estar seguros de que su ayuda no nos faltará.
Saber que
tenemos a Dios como Padre y María como Madre, ha de ser más que suficientes
para sacar a una persona de la más profunda crisis o momento de tristeza. La
Virgen María sirve también de gran ayuda en los momentos difíciles. Ella ayudó
a los recién casados de Caná cuando se habían quedado sin vino. Ella acompañó y
consoló a su Hijo, a san Juan y a las demás mujeres en el duro momento la cruz.
No en vano decimos en las letanías del Rosario que ella es “causa de nuestra
alegría”. Aunque la razón principal nos la da el mismo Jesucristo: “Os daré una
alegría que nadie os podrá arrebatar” (Jn 16: 20-23).
Nuestro valor
real viene del hecho de tener un Padre que realmente nos ama y cuida de
nosotros. Jesús nos decía: “No estéis agobiados por vuestra vida pensando qué
vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale
más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del
cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre
celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? (Mt 6, 25-26)
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