DES DEL CONVENT
HOJA PARROQUIAL JUNIO 2024
2024 MEDITACIÓN
EUCARÍSTICA. LA PAZ OS DOY
"La guerra es siempre una
derrota que alimenta el odio, la violencia y la venganza", ha dicho el
Papa Francisco. En estos tiempos en los que la barbarie de la guerra se ha
instalado en nuestro mundo, tenemos presente la dramática situación de miles de
personas que sufren sus consecuencias. Las imágenes de terror, sufrimiento y
desolación en Tierra santa nos evocan otros conflictos, otras guerras, otras
huidas, otros países…
Una vez más cristianos, judíos y musulmanes
hemos de elevar nuestras oraciones para que puedan abrirse los cauces del
diálogo y la fraternidad en medio de este conflicto, que enfrenta a hermanos,
independientemente de su nacionalidad, etnia y fe.
Palabra de Dios
Nuestro Dios es un Dios que cumple sus
promesas. Se nos dice en Miqueas
En los días futuros estará firme el
monte de la casa del Señor; en la cumbre de las montañas, más elevado que las
colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y
dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos
instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; pues de Sión saldrá la
ley, la palabra del Señor, de Jerusalén». Juzgará entre muchas naciones, será
árbitro de pueblos poderosos y lejanos. De las espadas forjarán arados, de las
lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, |no se adiestrarán
para la guerra.
Miqueas 4,1-3
Sin embargo, puede ser difícil ver esto
y confiar en ello en un mundo desgarrado por la guerra y los conflictos. ¿Confiamos
en lo más profundo de nuestro corazón en que nuestro Dios amoroso cumplirá esta
promesa? Estamos aquí delante de Jesús para pedirle que aumente nuestra
confianza en su amor y en su designio de paz para todos los pueblos de la
tierra.
SALMO 121
Deseo de paz
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está
fundada
como ciudad bien
compacta.
Allá suben las
tribus,
las tribus del
Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de
justicia,
en el palacio de David.
Desead la paz a
Jerusalén:
«Vivan seguros
los que te aman,
haya paz dentro
de tus muros,
seguridad en tus
palacios».
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.,.
Lectura del Evangelio de Juan 15, 9–12: “Como
el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis
mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para
que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es
mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado”.
En los Evangelios se nos da la clave de
la verdadera paz: el amor. Jesucristo nos asegura que nos ama como le ama el
Padre: total, completa y eternamente. Este amor se convierte en la base de
nuestro amor mutuo. A menudo, nuestra falta de amor por los demás proviene de
nuestra propia creencia de que no somos verdaderamente amados, o incluso de que
no somos amables. ¿Qué zonas de tu corazón sientes que no son amadas? Con
paciencia y compasión por tus propias heridas, muéstraselas poco a poco a
Jesús. Pídele que te revele cómo quiere amarte precisamente ahí.
EL AMOR EN ACCIÓN: Saber que somos
amados por Jesús y vivir desde ese lugar de amor puede cambiar verdaderamente nuestras
vidas. Este amor desborda en nuestros hogares, lugares de trabajo, iglesias y
países, y es contagioso. Considera la posibilidad de realizar un acto de amor
concreto y deliberado cada día de esta semana. Piensa en las personas de tu
vida a las que te cuesta amar o que necesitan un poco más de amor en este
momento.
OREMOS:
1. Por los pueblos y naciones que sufren
los horrores de la guerra, para que recobren la paz y obtengan la tranquilidad
y la libertad. Roguemos al Señor.
2. Por los que dirigen las naciones y
por los responsables de todas las religiones, para que con interés y esfuerzo
luchen por poner fin a toda forma de violencia. Roguemos al Señor.
3. Por quienes han muerto víctimas de la
violencia, el terrorismo y la guerra, para que Dios le haya dado la paz eterna
en la gloria del cielo. Roguemos al Señor.
4. Peticiones espontaneas….
5. Por todos nosotros, para que unidos
en mutua y fraternal caridad, demos al mundo testimonio de justicia, de amor y
de paz. Roguemos al Señor.
Oración: Dios fuerte y
misericordioso, que quebrantas las guerras y humillas a los soberbios, dígnate
apartar pronto de nosotros las crueldades y los sufrimientos, para que todos
merezcamos ser llamados en verdad hijos tuyos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos. Amén.
Hacemos un gesto luminoso
No podemos dejar de pensar en los
habitantes de tierra Santa y por todos los que están en territorios de guerra, porque
todos llevamos sobre nuestros hombros lo que están sufriendo, aunque ellos
sufren más, pero no están solos. Ellos son nuestros hermanos, y nunca les
dejaremos solos.
Es necesario que sigan siendo fuertes en
la fe y por tanto también fuertes en la vida, porque las dos cosas van juntas,
que nunca los abandonaremos y que, aunque físicamente no podamos estar unidos,
toda la comunidad cristiana está unida a ellos,
Estar aquí significa demostrar nuestra
solidaridad y cercanía con los pueblos que sufren y que se encuentran en una
situación extremadamente difícil. Y con ellos queremos compartir no solo estos
momentos de dificultad para ellos, sino también asegurarles nuestra cercanía y
nuestra ayuda, nuestro apoyo, para todos los que viven tal situación difícil en
Tierra Santa.
Cada uno se
levantará y encenderá una vela delante del santísimo y la ofrecerá por la paz
en el mundo
Padrenuestro
Oración por la Paz en Tierra Santa
Dios de nuestro anhelo,
escucha nuestra oración y nuestro
lamento por nuestros
hermanos y hermanas en Israel y
Palestina.
Con ellos compartimos una historia
común, situada en una patria común.
Haz que sea común también la voluntad
para perdonar,
para reconciliarse, para lograr una paz
justa
por el bien de los antepasados, por el
bien de los niños.
Abre ojos, oídos y corazones, y da paso
hacia la justicia
en nuestro mundo devastado por las guerras.
Dios misericordioso, tú habitas en los
corazones humanos
sana estos lugares devastados donde los
profetas predicaban,
donde Moisés y Jesús y Mahoma se
mantuvieron fieles contigo. Amén.
O bien
Oración por la paz en Tierra Santa
Señor Jesucristo,
Tierra Santa está siendo golpeada una
vez más por la violencia, el odio y la
muerte.
Señor, mira con misericordia la tierra
que fue tu hogar terrenal.
Acoge a los difuntos en tu reino.
Consuela a los están en duelos, heridos
o en la huida.
Que todos los que sufren miedo y
desesperación, sientan tu cercanía.
Tú eres nuestra paz y la luz de las
naciones,
pon fin a la espiral de terror y
sufrimiento en Tierra Santa y en todo Oriente Medio.
¡Que tu paz y justicia florezcan de
nuevo en estos lugares sagrados!
Tú eres nuestro refugio. Haz que todos
encuentren protección en tu Amor.
Ten piedad de nosotros y de nuestro
tiempo. Amén.
Conclusión de la adoración.