2024
MEDITACIÓN EUCARÍSTICA.
EL
SASTRE Y EL CHEF
Por años y años he estado tratando de
lograr mis sueños, mis anhelos personales, justificándome con ese versículo
bíblico que dice: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu
corazón.” (Salmo 37:4). Pero ahora Señor nos damos cuenta de que Dios nos
pide algo más, ir a un nivel superior que ya no tiene que ver con nuestros
propios sueños sino con los de Él.
¿Cuál es tu sueño Señor? ¡Dios nos da el
enorme privilegio de ser instrumentos para lograr Su sueño para esta
generación! Por eso nuestra oración consiste en facilitar y poner toda la carne
en el asador para que los sueños de Dios se puedan realizar a través de nosotros.
Señor ¿cuál es tu sueño? ¿Qué dices tú
para este tiempo, para el lugar en donde estoy hoy, para mi generación? Escuchemos
esta historia con una valiosa lección.
EL CHEF Y EL SASTRE: Un chef fue a
una sastrería en su vecindario para hacerse un traje. Cuando el humilde sastre
tomaba sus medidas, el chef le dijo:
- Soy un chef local, pero tengo el sueño
de convertirme en chef ejecutivo en un restaurante famoso mundial. Quiero
viajar por el mundo, y aprender los varios tipos de platos, diferentes trucos y
consejos de otros chefs alrededor del mundo. Quiero que mi comida y yo seamos
conocidos en todo el mundo.
El sastre sonrió cálidamente, y dijo: Eso
es realmente increíble.
El chef se detuvo por un momento, luego
preguntó: Dime, ¿cuáles son tus propios sueños en la vida?
El sastre sacudió la cabeza
abruptamente, y murmuró: Bueno, yo no sueño con nada en la vida.
Al chef le pareció tan gracioso que no
podía dejar de reír. Finalmente, dijo en un tono de burla: ¿Qué? ¿Quieres decir
que no sueñas con el éxito? ¡Eso es ridículo y no tiene sentido! ¡Estás
desperdiciando tu vida por no soñar con el futuro! ¡Vas a ser pobre para
siempre! ¡No habrá metas que alcanzar! Oh, eso es patético, pobre señor sastre.
El sastre dio una breve sonrisa, pero no
dijo nada, y después de terminar de tomar las medidas, el chef salió de su
tienda.
Un día, el chef estaba en su casa cuando
leyó algo impactante y bastante increíble en el periódico. Se trataba de que el
sastre comprara una de las mansiones más caras del estado, vendida más de 50
millones de euros. El chef estaba tan atónito que rápidamente condujo hasta la
sastrería. Tan pronto como llegó allí, le preguntó impacientemente,
- Me dijiste que no sueñas con el éxito.
¿Cómo es que compraste una mansión tan cara?
- El sastre sonrió y dijo: En la vida,
algunas personas sueñan con el éxito, mientras que otras trabajan por el éxito.
No sueño con el éxito. Trabajo por el éxito. Son dos cosas diferentes. De todos
modos, pensé que te gustaría saber que también estoy empezando una empresa de
sastrería que será la empresa más rica del país.
Soñar es importante si quieres tener
éxito, soñar con el éxito. Pero el desafío radica en tener que trabajar por ese
éxito. ¡Y los que toman este desafío de frente son los que son capaces de
triunfar!
Señor Jesús tu viniste a hacer la
voluntad del Padre y que el Padre busca ansioso colaboradores, vehículos y
vasos mediante los cuales Él pueda cumplir Su sueño. Su sueño no es egoísta
como son los nuestros. Su sueño es perfecto y su esencia es el amor, es un
sueño de salvación.
Su sueño es establecer en la tierra una
atmósfera de cielo, en donde veamos y experimentemos su gloria, la virtud de
santidad, la libertad que nos hace verdaderamente libres, la plenitud de la
provisión en todos los aspectos, la felicidad genuina que ni se compara con
nuestras propias aspiraciones e insatisfacciones, que nos llevan siempre a la
frustración.
¿Cómo podemos ser parte de Su sueño? No podemos
pasar por la vida sin dejar huella, por eso debemos ser partícipes activamente
de los sueños de Dios para nuestra generación. Ser parte de un remanente que se
atreve a soñar los sueños de Dios; porque no hay duda de que, al vivir para
cumplir Su sueño, también encontrarnos nuestra verdadera realización y
propósito. Rindo hoy todo mi ser, toda mi mente a perseguir su sueño. Rindo mi
espíritu a una comunión continua con Él, Rindo mis habilidades para que sean
usadas para su gloria. Rindo mis días para ser un instrumento que cumpla el
sueño de Dios para esta generación.
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