NO NOS DEJES, SEÑOR
Tú has cumplido, pero nosotros no, Señor.
Tú has subido a la cruz, a nosotros nos
asusta, Señor.
Tú estás cerca de Dios, nosotros
sentimos que, a veces, nos alejamos.
¡No nos dejes, Señor!
Porque cumplir tus Palabras, es
imposible si Tú no estás a nuestro lado.
Porque vivir según tu Reino, es utopía
si no nos enseñas el camino.
Porque amar, como tú exiges, es
insostenible si Tú no apoyas.
¡No nos dejes, Señor!
Y, porque ahora nos toca a nosotros, empuja.
Y, porque tal vez estamos huérfanos,
danos tu Espíritu.
Y, porque el miedo nos atenaza,
infúndenos valentía.
¡No nos dejes, Señor!
Y, si Tú te vas,
Deja un sendero luminoso tras tu
Ascensión.
Para que, hoy y aquí,
El hombre no olvide que, la tierra, no
sólo es tierra.
Que la humanidad, no sólo es humanidad.
Que la muerte, no se queda en la misma
muerte.
¡No nos dejes, Señor!
Y, si te vas, porque ha llegado tu hora
Ayúdanos, desde el cielo, A cumplir la
nuestra.
A llevar proyectos e ilusiones hasta el
final.
A reír aunque por dentro estemos
llorando.
A sembrar, aunque tengamos sensación de
no recoger.
A predicar, aún a riesgo de no ser
escuchados.
Quédate en tantos gestos y palabras,
Sacramentos y momentos,
Que dejaste a tu paso entre nosotros. Amén.
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