2024 MAYO ADORACIÓN EUCARÍSTICA
QUÉDATE CON EL
TENEDOR
Jesús
sacramentado, aquí nos tienes en esta tarde para hacerte un poco de compañía y
para alimentarnos de tu presencia que siempre es enriquecedora y nos fortalece
el alma. En este tiempo de pascua todavía conservamos la frescura de la buena
noticia de tu resurrección, de esa vida que nos prometes, después de esta vida.
Una vida eterna que no tiene parangón con la que vivimos aquí en la tierra. La
que tú nos prometes es una vida luminosa llena de felicidad y alegría sin fin.
Una vida que no acaba nunca y una felicidad que será para siempre.
Escuchemos
esta historia que nos hará reflexionar. Quédate
con el tenedor: Había una mujer que
había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado
solo tres meses de vida. Así que comenzó a poner todas sus cosas en orden,
contactó con el sacerdote de su parroquia y lo citó en su casa para discutir
algunos aspectos de su vida y última voluntad.
Le dijo qué canciones quería que se cantaran en su
funeral, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada. La mujer
también solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Todo estaba en orden y
el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer recordó algo muy
importante para ella.
- ¡Hay algo más! dijo ella exaltada.
- ¿Qué es? respondió el sacerdote.
- Esto es muy importante, continuó la mujer: Quiero
ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha.
El párroco se quedó impávido mirando a la mujer, sin
saber exactamente qué decir.
- ¿Le sorprende? preguntó la mujer.
- Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la
solicitud, dijo el sacerdote.
- La mujer explicó: En todos los años que he
asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando
se retiraban los platos, el camarero inevitablemente se acercaba y me decía,
¡Quédate con tu tenedor!
- Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor
estaba por venir... como pastel de chocolate o de manzana con helado, en fin.
¡Algo maravilloso y sustancioso!
Así que quiero que la gente me vea dentro de mi
ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten: ¿Qué es eso del
tenedor?
Después quiero que usted les diga:
- Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por
venir.
Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de
alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose. Él sabía que ésta sería una
de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la
mujer tenía un mejor concepto del cielo que él. Ella sabía que algo mejor
estaba por venir.
En el funeral la gente pasaba por el ataúd de la
mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor
puesto en su mano derecha.
Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta ¿Qué
hace con el tenedor?" y una y otra vez él sonrió.
Durante su homilía el párroco les dijo a los
asistentes la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de
que muriera. También les habló acerca del tenedor y qué era lo que simbolizaba
para ella. También les comentó de cómo no podía dejar de pensar en el tenedor y
también que probablemente ellos tampoco podrían dejar de pensar en él.
Y Estaba en lo correcto.
Así que la próxima vez que tomes en tus manos un
tenedor, no dejes de recordar que lo mejor está aún por venir.
Gracias Jesús
porque contigo lo mejor todavía está por venir. Tu nos das la fuerza para
superar todas las dificultades y problema de la existencia y nos aseguras que
cuando nos encontremos contigo en el seno de tu Padre, seremos para siempre
felices y seremos para siempre semejantes a ti y viviremos el amor y la
felicidad con todos los que nos rodean. No nos abandones nunca y que siempre
mantengamos la esperanza de que lo mejor todavía está por venir. Amén
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