SOBRE TODO…CALMA
En la salud; pide a
Dios que sea tu fortaleza.
En el trabajo; dile
a Dios que lo realices con dignidad.
En el desaliento;
preséntale a Dios tu debilidad.
En la oscuridad;
déjale al Señor que sea tu luz.
Cuando todo se venga
abajo; busca una mano que te sostenga.
Cuando todo carezca
de sentido; abre la Palabra de Dios.
Cuando creas que
todo está acabado; piensa en Jesús.
Déjale a Dios, que
sea Dios.
Déjale que, en las
tormentas, sea quien tenga la última palabra.
Déjale que, en las
inquietudes, ponga a tono tu corazón.
SOBRE TODO…CALMA
Porque, si
desesperas, pones a Dios en mal lugar.
Porque, si
desesperas, piensas que el mal es mayor que el poder de Dios.
Porque, si
desesperas, denota que tu fe no es tan grande como crees.
Porque, si
desesperas, es porque no caminas al ritmo de Jesús.
Y, si por lo que
sea, te cuesta:
Pide al Señor CALMA
Para que, allá donde
te encuentres, nunca sean mayores las dificultades y las pruebas, que tu
valentía y serenidad para hacerles frente.
Una cosa tengamos
cierta:
Jesús es el mejor
pararrayos.
Jesús es el mejor
calmante.
Jesús es el mejor
timón.
Jesús es quien,
tarde o temprano, hasta lo más retorcido, ante Él, se endereza.
Amén
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