sábado, 29 de junio de 2024


 

TENGO FE, PERO AYÚDAME

Hace mucho tiempo, Señor, que estoy enfermo: mis piernas se resisten a progresar por las sendas de la fe, buscan otros parajes más persuasivos menos complicados y hasta menos exigentes.

Hace bastante tiempo, Señor, que mis manos dejaron de abrazar a todos: buscan lo fácil, la recompensa, el amor por el amor, la gratitud por lo que dan.

Hace no sé cuánto, mi Señor, que mi cuerpo derrama flujos de sangre: de apatía y desencanto, inseguridad y altivez, orgullo, prisas, caídas, pesimismo, desorientación y preocupación.

¿Me ayudarás, Señor?

Como la hija de Jairo necesito vida.

Como el flujo de sangre necesito que cortes de raíz.

La herida que me debilita y me mata, la sangre que necesito para vivir o darte gloria.

Sí, Señor; tengo fe pero…ayúdame.

Porque, hace mucho tiempo, mucho tiempo, Señor, que los que me ven ya no hacen nada por mí.

Por eso, Jesús, fuente de la salud y de la vida: ayúdame a salir de las situaciones que me postran, a superar tantos flujos de sangre, que me dejan sin posibilidad de trabajar por Ti, por tu Reino y por los que me necesitan.

Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario