MEDITACIÓN - DOMINGO XIX- CICLO B
Haznos, Señor personas que, además de
materialidad, ofrezcamos vida para que, otros, tengan vida.
No mirar al reloj para anotar las horas
de servicio.
Alegrarnos y disfrutar con la misión
encomendada a Jesús: dar vida a la grey del Señor.
Dejarnos conocer a los que Tú nos has llamado.
Nunca huir en desbandada hacia delante, sino
retroceder para recuperar a los que perdimos por el camino.
Alimentar nuestros cuerpos con el pan y
la fuente de la Eucaristía.
Haz Señor que estemos agradecidos por
habernos permitido vigilar tu rebaño.
Sostener, en nuestros humildes hombros, la
lana enredada de aquellos a los que servimos.
Alimentar, la vida espiritual débil, de
los que salieron lejos de tus pastos
Acariciar y curar, levantar y mirar
frente a frente a los que, por el Bautismo, los llamaste a heredar tu ciudad y
tú reino.
Y, si no puedo llegar a ser buen pastor,
Señor, vuelve sobre tus pasos y con tu certera mirada y sabia Palabra, dame la
gracia de comprender y entender que, lo importante, es haberlo intentado.
Amén.
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