sábado, 25 de enero de 2025


 

Si me llamas, te seguiré sin dudar aunque el camino sea desconocido y duro.

Si me hablas, callaré y creeré en Ti aunque tu voz destroce mis planes y sueños.

Si quieres podarme, me dejaré podar aunque mi savia se desparrame en tierra sin nombre.

Si me acrisolas al fuego, me dejaré purificar aunque pulverices mis deseos y posesiones.

Si me invitas, entraré en tu casa y en tu corazón aunque sea pobre y mendigo.

Si me quieres contigo, iré a donde quieras, aunque no me gusten leyes y obediencias.

Y si me miras con amor, intentaré acoger tus anhelos aunque los mimbres de mi ser no sirvan para ello.

Amén

 

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