Si me llamas, te seguiré sin dudar aunque el camino
sea desconocido y duro.
Si me hablas, callaré y creeré en Ti aunque tu voz
destroce mis planes y sueños.
Si quieres podarme, me dejaré podar aunque mi savia
se desparrame en tierra sin nombre.
Si me acrisolas al fuego, me dejaré purificar aunque
pulverices mis deseos y posesiones.
Si me invitas, entraré en tu casa y en tu corazón aunque
sea pobre y mendigo.
Si me quieres contigo, iré a donde quieras, aunque
no me gusten leyes y obediencias.
Y si me miras con amor, intentaré acoger tus anhelos
aunque los mimbres de mi ser no sirvan para ello.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario