domingo, 30 de julio de 2023


 

¿DÓNDE ESTÁS, SEÑOR?

Me dicen que, hace un tiempo, 

te sembraron en mi corazón…y no te encuentro.

Que pregonan que, en el cielo te hallas,

y cuando levanto la vista no te alcanzo.

Me repiten que, en los destrozos del mundo,

es donde especialmente sales a nuestro lado y…no llego a percibir tu presencia.

¿Qué tengo que vender para poder comprarte?

¿Qué tengo que dejar para poder conseguirte?

Mis ojos no te ven porque andan distraídos,

porque prefieren verse seducidos

por el gran capital que el mundo oferta.

¡Demasiado bien sé dónde se encuentra tu tesoro!

En el silencio, que tanto hiere porque tanto me dice.

En la humildad, donde la pequeñez tanto me asusta.

En la sinceridad, que me convierte en diana de tantos dardos.

Ayúdame, oh Cristo, a no perder el campo de tu tesoro:

La fe que es llave para poder amarte y descubrirte.

El amor que es bono seguro que cotiza en el cielo.

Mi perfección, para no convertirme en algo vulgar y solitario.

¡NO ME CONTESTES, SEÑOR! 

Soy yo, quien hoy más que nunca,

necesito buscarte por mí mismo

y ponerte en el lugar que te corresponde: ¡EN EL CENTRO DE MI TODO! 

Amén

 

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