martes, 31 de octubre de 2023





 DES DEL CONVENT - HOJA PARROQUIAL 

NOVIEMBRE 2023


 

2023 AÑO A 

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

 

La celebración de hoy nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad, a gozar un día plenamente del cielo con esa muchedumbre inmensa que nadie podría contar de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas. Celebrar a todos los santos es un motivo de esperanza y un estímulo para los que todavía estamos en camino hacia el cielo.

El evangelio nos presenta la vivencia de las bienaventuranzas como camino concreto de santidad. Las bienaventuranzas no son un ideal difícil y mucho menos imposible, sino un modo de vivir ya en este mundo según las pautas que nos marcó Jesucristo. Estas bienaventuranzas evangélicas contrastan con las que propone el mundo: come, bebe, diviértete, que la vida son dos días. En cierto modo, los cristianos vamos a contracorriente.

Santos no son sólo los que ya han llegado a la meta, sino también los que caminan hacia ella. Los que todavía estamos en camino sabemos que aún no se ha manifestado lo que seremos, pero ya somos hijos de Dios. Santos y pecadores, santos que están en camino, santos necesitados de purificación. Un camino y una purificación que dura toda la vida. La fiesta de hoy nos invita a mirar simultáneamente el pasado, el presente y el futuro de nuestra vida como cristianos.

El pasado: celebramos que en todo tiempo y lugar ha habido personas que han vivido el Evangelio de Jesús. Nosotros, los que hoy estamos aquí en la Iglesia, somos los herederos de largas historias de fidelidad. Ellos son un estímulo para nuestra vida cristiana.

El presente: Hoy estamos llamados a vivir la santidad. El Papa Francisco ha recordado con énfasis y fuerza que para ser santos no hay que dejar las ocupaciones ordinarias y retirarse a un monasterio alejado del mundo. Todos estamos llamados a ser santos, viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. Francisco lo ha resumido con una de sus acertadas frases: los santos de la puerta de al lado.

El futuro, La fiesta de hoy nos invita a mirar hacia la meta de nuestro camino como cristianos, que es el cielo. En esta línea, la fiesta de hoy se relaciona con la conmemoración de los fieles difuntos, que celebraremos mañana, pues los santos y los fieles difuntos son aquellos que ya han alcanzado esos bienes inefables que Dios tiene preparados para los que le aman.

En las bienaventuranzas Jesús anuncia una propuesta de felicidad, que contrasta con las propuestas de felicidad que ofrece el mundo, centradas en el poder, el sexo o lo riqueza. Jesús proclama que la felicidad, la viven aquellos que son capaces de compartir, que trabajan por la paz, que promueven la justicia, que actúan con misericordia. Y termina diciéndonos que, si vivimos así, quizás seremos mal vistos, insultados o perseguidos, pero añade que nuestra recompensa será grande en el cielo.

En suma, santo es el que ama, y que el sigue amando cuando su vida pasa por situaciones difíciles. El santo ama hasta el final. Cree que existe otro mundo, pero no se despreocupa del mundo presente. Al contrario, vive ya en el presente los valores del mundo futuro.

domingo, 29 de octubre de 2023


 

¿CUÁL ES EL PRINCIPAL MANDAMIENTO, JESÚS?

¿Amar, aun a riesgo de perder, o ser amado, buscando mi egoísmo personal?

¿Amar, respetando y queriendo lo del otro o, por el contrario, buscar un amor a la carta con contraprestaciones y con diversos colores de placer?

Tengo, miedo, de no amar a Dios como Tú lo amas.

De no servirle como Tú lo haces.

De no buscarle por los caminos, por los que Tú me invitas a seguirte.

Digo amar a Dios…y me amo a mi mismo.

Digo entregarme a Dios…y me busco a mí mismo.

Digo soñar con Dios…y pienso en mi propio paraíso.

Ayúdame, Señor, a descubrirlo.

A que, lo único y trascendente, sea brindar a Dios mi existencia y mi adoración, mis ilusiones y mis esperanzas, mi compromiso y mis anhelos de fraternidad.

Ayúdame, Señor, a que tus mandamientos sean los míos:

Que no sean sólo ley, sino convencimiento.

Que no sean letra impresa, sino corazón abierto.

Que te amé no por obligación y sí por necesidad de Ti.

Y ahora, Señor, respóndeme lo que de antemano ya sé:

El amor a Dios empuja a darse al hermano y, en el hermano, es donde puedo también alcanzar el amor divino que sale a mi encuentro.

¡Gracias, Señor!


























CELEBRACIÓN DEL ENVIO DE LOS AGENTES DE PASTORAL DE NUESTRA PARROQUIA.

Pidamos por todos ellos, para que el Señor les conceda la fuerza de su espíritu, para anunciar con sus vidas, con palabras y obras, la Buena Nueva de Jesús

 

sábado, 28 de octubre de 2023


 Sábado 4 de noviembre en la eucaristía de las 20 horas, se presentarán a la comunidad parroquial los jóvenes que se preparan al Sacramento de la Confirmación


 2 de Noviembre

CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS
Horario de misas: 7'30 h. - 8 h - 8'30 h. y 20 h.


 1 de Noviembre

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS
Horario de misas: 8- 10 - 11 y 20 h
( se suprime la Exposición del Santísimo )
Horario misa cementerio: 10 horas


 

2023 AÑO A TIEMPO ORDINARIO XXX

 

En tiempos de Jesús había una multitud de normas y preceptos que debían cumplir. Estos mandamientos no solo eran los escritos en la Torá sino que existían muchas tradiciones que habían sido impuestas por los fariseos. Con este panorama se entiende fácilmente que cualquier judío piadoso sentía la necesidad de una síntesis para comprender y vivir mejor su espiritualidad. Maestro, ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley? el gran mandamiento, el mandamiento-fuente, la ley que unifica y da sentido a las demás. Pregunta seria, a la que Jesús responde, con un verbo: AMARÁS.

Amarás a Dios con todo tu corazón, alma y mente; en el mundo bíblico quieren significar la totalidad de la persona: con tu corazón de luz y también con tu corazón de sombra; que cree y también que duda. Le amarás como puedas, lo mejor que puedas, con lo que tengas, tal vez con la respiración entrecortada. Pero con toda tu alma, con toda tu vida; con toda tu mente y tu ser. No amar es sólo una muerte lenta. Muere lentamente quien no ama, quien no tiembla por una persona. Amarás con todo.

Y amarás al prójimo como a ti mismo. Si dejas que una persona entre en tu vida, no podrás ser tacaño, serás generoso con los buenos sentimientos. Lo nuevo de Jesús es la unificación de estos dos mandamientos. El genio del cristianismo: "amarás al hombre" es similar a "amarás a Dios". El prójimo es semejante a Dios; tiene rostro y voz, tiene corazón y belleza, semejante a Dios.

El foco no está en el cumplimiento de preceptos sino en el amor a Dios y al prójimo. Sin amor a Dios, el cumplimiento de mandamientos y normas se vuelve inútil. El amor es el futuro del mundo, sin amor no hay futuro: amaos los unos a los otros, de lo contrario os destruiréis. Ese es todo el Evangelio. Debemos amar, para curar la vida y hacerla feliz, porque la balanza en la que se pesa la dicha de esta vida es dar y recibir amor.

La grandeza de la vida tiene que ver con el amor. Dios tiene que ver con el amor. El desamor es el único pecado que hace la tierra desierta y el mañana impensable. Él vino a curar el corazón.

También nosotros hoy necesitamos hacer una síntesis de nuestra fe para comprender qué es lo más importante, qué es lo esencial en nuestra vida cristiana. Es un proceso necesario de maduración de la fe que, si no lo hacemos, corremos el riesgo de perdernos en una serie de tradiciones, mandamientos y reglas, que son secundarias.

Ahora bien, ¿ cómo se concreta este mandamiento en nuestra vida cotidiana? ¿En qué se nota en nuestras vidas que “amamos al Señor”? Hay un elemento clave: no podemos desentendernos del otro: el semejante, el que está próximo a nosotros, el vecino, pero también del que está más lejano; el forastero, el extranjero, la viuda, el pobre y necesitado, el huérfano, etc. El amor a Dios se refleja en el modo que amamos, cuidamos y nos preocupamos de los otros, especialmente de los más pobres y necesitados.

miércoles, 25 de octubre de 2023

2023 OCTUBRE ADORACIÓN EUCARÍSTICA. 

El hombre que se creía muerto

Señor Jesús reunidos ante tu altar y en adoración de tu santísimo cuerpo queremos depositar en ti nuestra plena y total confianza de que tú siempre está con nosotros, que nos acompañas y que velas por cada uno sin imponer nada, ni tus criterios ni tu ley. Tú quieres unos seguidores llenos de vida y que vayamos a ti por amor, porque te necesitamos y nos sentimos a gusto contigo. Tu nos empujas cada día en todos los momentos y circunstancias a no decaer, a no dar nada por perdido, a luchar siempre y continuamente por lo que verdaderamente vale la pena. Hasta el último aliento hay vida y existe la posibilidad de ser feliz. Escuchemos esta emocionante historia.

El hombre que se creía muerto: Había un señor muy aprensivo respecto de sus propias enfermedades y, sobre todo, muy temeroso del día en que le llegara la muerte. Un día, entre tantas ideas locas, se le ocurrió que quizás él ya estaba muerto. Entonces le preguntó a su mujer:

- Dime mujer, ¿no estaré muerto yo?

La mujer rio y le dijo que se tocara las manos y los pies. Ves, ¡están tibios! Bien, eso quiere decir que estás vivo. Si estuvieras muerto, tus manos y tus pies estarían helados.

Al hombre le sonó muy razonable la respuesta y se tranquilizó. Pocas semanas después, el hombre salió bajo la nieve a talar algunos árboles. Cuando llegó al bosque se sacó los guantes y comenzó a cortas algún árbol. Sin pensarlo, se pasó la mano por la frente y notó que sus manos estaban frías. Acordándose de lo que le había dicho su esposa, se quitó los zapatos y las medias y confirmó con horror que sus pies también estaban helados. En ese momento ya no le quedó ninguna duda, se “dio cuenta” de que estaba muerto. 

- No es bueno que un muerto ande por ahí talando árboles –se dijo. Así que dejó el hacha al lado de su mula y se tendió quieto en la tierra helado, las manos en cruz sobre el pecho y los ojos cerrados.

A poco de estar tirado en el suelo, una jauría de perros salvajes comenzó a acercarse a las alforjas donde estaban las provisiones. Al ver que nada los paraba, destrozaron las alforjas y devoraron todo lo que había de comestible. 

El hombre pensó: Suerte que tienen que estoy muerto que, si no, yo mismo los echaba a patadas.

La jauría siguió husmeando y descubrió el burro atado a un árbol. Fácil presa era para los afilados dientes de los perros. El burro chilló y coceó, pero el hombre sólo pensó qué lindo sería defenderlo, si no fuera porque él estaba muerto. En algunos minutos dieron cuenta del burro, sólo unos pocos perros seguían royendo algún hueso. La jauría, insaciable, siguió rondando el lugar.

No pasó mucho tiempo hasta que uno de los perros olió el olor del hombre. Miró a su alrededor y vio al leñador tirado inmóvil en la tierra. Se acercó lentamente (muy lentamente, porque el hombre era muy peligroso y engañador). En pocos instantes, todos los perros babeando sus fauces rodearon al hombre. 

- Ahora me van a comer –pensó—. Si no estuviera muerto, otro gallo cantaría y otra sería la historia.

Los perros se acercaron...... y viendo su inacción se lo comieron.

Cuantas veces nos sucede los mismo que al señor del cuento. Este cuento es el perfecto ejemplo de la desgana y la pérdida de motivación de una persona. El hombre del cuento acepta sin más que está muerto, aunque no lo esté en realidad; se rinde sin más ante algo que a él le puede parecer evidente a primera vista (su propia muerte), pero que si pensase con más calma se daría cuenta que todo eso no era posible, puesto que él estaba vivo; pero una vez se ha rendido no hace nada por intentar salir adelante, sino que se resigna.

Señor Jesús te pedimos la fuerza y la energía necesaria para no dejarnos arrastrar por la resignación o por arrojar la toalla. Las dificultades pueden ser muchas en la vida, pero tú nos garantizas tu presencia y contigo pueden ser superadas o al menos aprendemos a convivir con ellas.  Busquemos la solución a los problemas y no nos rindamos enseguida diciendo que no podemos hacer nada. Una pequeña gota en el océano es significativa e importante y necesaria. No nos demos por vencidos ni aun vencidos. Amén


domingo, 22 de octubre de 2023

Señor quiero amarte y darte a conocer, entregándome a los demás.

Aún con dificultades, gastarme y desgastarme, para que tu nombre sea conocido, bendecido y amado.

Buscar siempre lo que te agrada, aquello que más quieres que yo haga.

Poder decir a los hombres que Tú eres el Bien, que Tú eres la Vida y la Resurrección,

que por Ti merece la pena darlo todo, incluso, después de todo, hasta la vida.

Entusiasmado por Ti, Señor, llevaré tu Evangelio en mis manos, tus palabras en mi corazón, tu Eucaristía en mi paladar, tu mirada en mis ojos.

Quiero, con vocación y entrega, con verdad y lejos de la mentira,

Con fuerza, luchando contra la debilidad, con valentía, frente a la persecución,

Con constancia, frente al desencanto, ser pregonero de tu voluntad y ser fiel hasta el final de mis días. Amén

 

sábado, 21 de octubre de 2023


 

2023 AÑO A TIEMPO ORDINARIO XXIX

 

Celebramos el DOMUND, la jornada mundial de oración por los misioneros y misioneras y para aportar nuestra colaboración. El lema de este año es “corazones ardientes pies en camino”. Los misioneros cambian la vida de muchas personas en todo el mundo. Hoy queremos ayudarles a seguir desarrollando su labor en las misiones.

Que importante es, en este mundo que vivimos, ser personas cabales y sensatas, que podamos aportar un poco de humanidad a nuestra sociedad y a nuestro mundo. Los misioneros cuando van a evangelizar, nunca van solos, sino que llevan consigo toda una humanización de las culturas y sociedades diversas: la educación, la salud, el bienestar y la defensa de los más débiles, sobre todo las mujeres, acompañan siempre el anuncio del Evangelio. Los disparates, las guerras, las violencias no tienen cabida ni en nuestro cerebro ni en nuestro corazón.

Hoy el evangelio nos plantea una cuestión curiosa: Se acercan a Jesús y le hacen una pregunta perversa, de esas que suscitan odio, que crean enemigos: ¿es lícito o no pagar impuestos a Roma? La trampa está bien pensada: elige: ¡o con nosotros o contra nosotros! ¿Pagar impuestos al imperio o no? Jesús responde con un doble cambio de perspectiva.

El primer cambio de paradigma: sustituye el verbo pagar por el verbo devolver. Devolver, un imperativo fuerte, que implica algo más que unas monedas, que debe configurar toda la vida: devolver, al César y a Dios, a la sociedad y a la familia, a los demás y a la casa común, algo a cambio de lo que se ha recibido.

Todos estamos enredados en un tejido de dones. La deuda de existir, la gran deuda de vivir sólo se paga devolviendo tanto a la vida. Devolver al César. Pero, quién es el César? ¿El Estado, el poder político, con su panteón de caras conocidas y no queridas? No, César indica mucho más que eso. El César hoy, es la sociedad, el bien común: la tierra, el aire, el agua, el clima y las criaturas. El problema más grave del planeta. Hemos recibido mucho, ahora no expoliemos, no envenenemos, no mutilemos a la madre tierra, cuidémosla.

El segundo cambio de paradigma: Dar a Dios lo que es de Dios. Devuelve a Dios lo que es de Dios: de Dios es el hombre, está hecho a imagen y semejanza de Dios desde el libro del génesis. Por tanto, el ser humano es el límite infranqueable: no te pertenece, no lo violes, no lo humilles, no abuses de él, tiene al Creador en su sangre y en su aliento. ¿Qué le devolveré a Dios? La respiración con Él, el triple cuidado: de mí, del mundo y de los demás.

El ideal educativo de San juan Bosco era: “Buenos cristianos y buenos ciudadanos”. Cristianos adultos en la fe formando parte y contribuyendo a formar una sociedad de ciudadanos adultamente libres.


 Sábado 18 de Octubre,

CELEBRACIÓN DEL ENVIO DE LOS AGENTES DE PASTORAL DE NUESTRA PARROQUIA , en la eucaristía de las 20 horas

miércoles, 18 de octubre de 2023


 

2023 OCTUBRE. MEDITACIÓN EUCARISTICA. 

Cuidado con la basura

 

Como cada tarde de los miércoles nos encontramos delante de ti Señor sacramentado para pasar unos momentos en silencio y meditación. Estos momentos de silencio y adoración nos ayudan a profundizar sobre nuestro yo, sobre nuestras inquietudes, pero sobre todo para conocer cuál es tu voluntad sobre cada uno de nosotros.

Queremos ser conscientes de lo que somos y no queremos sentirnos influenciados por los demás. Lo que viene de fuera no debe influir en nuestro interior y hacer que cambiemos de carácter o que nos amarguemos. No podemos permitir que la estupidez y la insensatez de otras personas cambien nuestro estado de ánimo. Esta historia puede ayudarnos a reforzar nuestra capacidad de coherencia y a no dejarnos arrastrar por el ambiente que nos rodea.

Cuidado con la basura: Hace varios años, un señor tomó un taxi para ir al trabajo pues su coche estaba en el taller. El taxista era un hombre de unos sesenta años, pelo blanco y un tanto grueso. En muy pocos minutos estaban hablando de temas un tanto personales como si se conocieran de toda la vida. De repente, sin saber cómo ni porqué otro automóvil se cruzó bruscamente. El conductor del taxi, para no causar una tragedia, tuvo que dar un volantazo y frenar súbitamente. Milagrosamente no ocurrió nada, pero el conductor del vehículo que había cometido la imprudencia, se bajó muy nervioso de su auto y comenzó a gritar e insultar al taxista.

El taxista, a pesar de lo injusto de la situación, sonrió, levantó su mano y lo saludó muy amablemente diciéndole:

- ¡Lo siento! ¡Que Dios le bendiga y le conceda un buen día!

 Luego, sin decir nada más, prosiguió la marcha.

Sorprendido por esta actitud, el cliente le preguntó: ¿Por qué le ha respondido así? ¡Esa persona por poco destruye su automóvil, y, además, casi nos envía a los dos al hospital!

Entonces el taxista le dio una lección que jamás olvidaría:

- Muchas personas son como el camión de la basura. Están cargados de enojo, odio, frustración, resentimiento… y ante cualquier situación aprovechan para descargarla.

Y el cliente le respondió:

- Pero, ¿por qué lo hacen en un momento como este? ¡Usted no le ofendió! ¡Fue totalmente su culpa! ¡Fue él quien se le echó encima!

Y el taxista le dijo:

- Lo hacen a la primera oportunidad que tienen porque necesitan eliminar de su interior toda la basura acumulada. Ya no hay espacio para más.

Desde aquel día el señor que tomó el taxi nunca volvió a permitir que los “camiones de basura”, tomen el control de sus sentimientos y mucho menos de sus reacciones. Aprendió, que sonreír a los insatisfechos, malhumorados y frustrados era la mejor medicina, pues ellos aprendían con su ejemplo; y él, no perdía su paz.

Señor Jesús cuántas veces y en tantas ocasiones parecidas perdemos los nervios y nos ponemos a la misma altura de aquel que nos ofende. Enséñanos a ser como tú, mansos y humildes de corazón. Que predomine siempre en nosotros una visión positiva de la vida y seamos comprensivos con todos los que nos ofenden, porque tienen que descargar y no encuentra ocasión. Estos momentos de adoración nos ayudan a relajar el ánimo y saber desprendernos de momentos de rabia y estrés acumulados. Aprendamos del taxista; es una lección sencilla pero que exige mucho autodominio y todavía más, mucha caridad cristiana.

Cuántas veces hemos oído estas palabras de San Pablo “La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Cor 13, 4-7).

Ojalá que algún día sean también nuestras. Amén

domingo, 15 de octubre de 2023

¿DONDE COMPRO TU TRAJE DE FIESTA?

Si me asomo al escaparate del consumismo, me convertiré en objeto.

Si me adelanto al mundo de la moda alguien se encargará de poner un precio.

Si miro al mundo, corro el riesgo de hacerme con algo efímero.

Si miro al cielo, siento que es un vestido que me viene grande.

Dime, Señor, dónde y cómo.

Dime, Señor, a qué precio.

Dime, Señor, si todavía estoy a tiempo de que, tus sastres, me lo hagan a la medida de mis posibilidades.

Un traje con el tono de la esperanza.

 Un vestido adornado por la caridad sin límites.

Una vestidura que sea tan larga, como tu mano prodigiosa, Señor.

Un ropaje que irradie la alegría que, por arriba y por abajo, desgrana el Evangelio.

Una prenda, mi Señor, que me recuerde constantemente lo mucho que me quieres.

Señor, si me invitas a tu banquete no puedo acudir como el mundo me incita.

¿Dónde y cómo comprar un traje para tu fiesta?

Tu voz, tu Palabra, tus sacramentos, la oración, la caridad y la justicia, el amor y el perdón, la paz y la reconciliación… son las pistas que Tú me das para encontrar un vestido nuevo, un traje perfecto para la fiesta de tu amor.

Amén.

 

 

 

sábado, 14 de octubre de 2023

El martes día 17 de octubre la Iglesia pide a los cristianos que oremos rezando el rosario y jornada de ayuno por la paz

El próximo domingo 22 de octubre celebraremos DOMUND, la jornada mundial de las misiones.
Las colectas irán destinadas a tal fin

 


 El próximo lunes día 16 de octubre, dará inicio el cursillo prematrimonial para los novios.

HORARIO: 21 horas
LUGAR: Salón parroquial


 

2023 AÑO A TIEMPO ORDINARIO XXVIII

 

Una vez más se nos brinda una parábola sorprendente y que da un giro inesperado y nos deja pensando. Es la de los invitados a la boda que ponen excusas para no ir, incluso con malas formas. Esto es fácil de entender, pero lo que resulta chocante es que el anfitrión salga a los caminos para llenar el vacío de los invitados descorteses y cuando se llena la sala del banquete, se fija en uno que no lleva traje de boda y lo echa de allí. La invitación al banquete del reino es para todos, pero hay que esforzarse para vestir un traje de fiesta, los que no visten traje de fiesta son esos cristianos hipócritas que se apuntan a lo bueno, a los privilegios de la religión (esa es la boda) pero no quieren vivir de acuerdo con el evangelio (ese es el buen traje).

La parábola cuenta la fiesta muy importante porque se casa el hijo del rey. La religión respira el aire de la fiesta, se basa en el don. El relato se mueve en torno a tres imágenes: una sala vacía; la búsqueda por las calles de convidados; un vestido equivocado. Empieza bien, pero pronto se desvía hacia la tristeza.

- La sala vacía certifica un fracaso, como en algunas de nuestras iglesias tristes y semivacías, con el pan y el vino que nadie quiere, nadie busca, nadie saborea; con nuestra apatía sobre la Palabra.

- Y luego la sorpresa: el rechazo no revoca el don. Si los corazones y las casas de los invitados se cierran, el Señor abre encuentros en otros lugares. Como dio la viña a otros labradores, en la parábola del domingo pasado, así dará el banquete a otros hambrientos. Los sirvientes son enviados en un orden ilógico y fabuloso: a todos los que encuentres, llámalos a la boda. A todos, sin distinción de méritos o formalidades. Qué hermosa idea de ese Dios que, rechazado, en lugar de rebajar las expectativas, las eleva: ¡llamas a todos! Se abre, se ensancha, va más allá, tiene tanta alegría que dar. Que entren todos, malos y buenos. Y nosotros que pensábamos que al lado de Dios sólo había sitio para los buenos, los mejores; en cambio "¡la sala se llenó!" y no sólo de gente buena...

- Cuando el rey desciende a la multitud festiva de la sala, me gusta la imagen de un Dios que entra en el corazón de la vida. Pensamos en él como distante, separado, sentado en su trono de juicio, pero en cambio está dentro de esta sala del mundo, dentro de la vida, aquí con nosotros, como alguien que se preocupa por la alegría, y la cuida. Ha invitado a mendigos y pilluelos, y se sorprende de que uno vaya mal vestido. Pero no por lo que lleva en la piel, sino por lo que viste su alma. El hombre "sin traje de fiesta" es expulsado no porque sea peor que los demás, sino porque está apagado por dentro, sin fiesta en el corazón.

Escuchar esta parábola produce una punzada en el estómago: todavía hay tan pocos cristianos que escuchen a Dios como un vino de alegría, una flauta del más allá. Tan pocos son aquellos para quienes creer es una fiesta, una belleza de vivir, un capital de fuerza y sonrisas.

miércoles, 11 de octubre de 2023


 

2023 OCTUBRE. ADORACIÓN EUCARÍSTICA.

LA PESTE

 

Aquí estamos de nuevo Señor Jesús cerca de ti para descansar y reponer nuestras fuerzas. Pero hoy sobre todo queremos que nos contagies tu alegría, tu ilusión. Tantas veces nos atenazan los miedos y nos quedamos paralizados. Danos tú la fuerza y ayúdanos a vivir siendo hombres y mujeres de ilusión y de esperanza. Oigamos esta historia.

La peste: Una caravana de mercaderes y peregrinos atravesaban lentamente el desierto. De pronto, a lo lejos, apareció un veloz jinete que surcaba las arenas como si su caballo llevara alas.

Cuando aquel extraño jinete se acercó, todos los miembros de la caravana pudieron contemplar, con horror, su esquelética figura que apenas si se detuvo junto a ellos. Tras una breve conversación lo comprendieron todo.

Era la Peste que se dirigía a Damasco, ansiosa de segar vidas y sembrar la muerte.

- ¿Adónde vas tan deprisa? le preguntó el jefe.

- A Damasco. Allí pienso cobrarme un millar de vidas.

Y antes de que los mercaderes pudieran reaccionar, ya estaba cabalgando de nuevo. Le siguieron con la vista hasta que sólo fue un punto perdido entre la inmensidad de las dunas.

Semanas después la caravana llegó a Damasco. Tan sólo encontró tristeza, lamentos y desolación. La Peste se había cobrado cerca de 50.000 vidas. En todas las casas había algún muerto que llorar, niños y ancianos, muchachas, jóvenes...

El jefe de la caravana se llenó de rabia e impotencia. La Peste le había dicho que iba a cobrarse un millar de vidas... sin embargo había causado una gran mortandad.

Cuando tiempo después, dirigiendo otra caravana por el desierto, el jefe volvió a encontrarse con la Peste, le dijo con actitud de reproche:

- Ya sé que en Damasco te cobraste 50.000 vidas, no el millar que me habías dicho. No sólo causas la muerte, sino que además tus palabras están llenas de falsedad.

- No, respondió la Peste con energía, yo siempre soy fiel a mi palabra. Yo sólo acabé con mil vidas. El resto se las llevó el Miedo.

El miedo tiene dos vertientes: nos puede proteger de un peligro o bien causar un daño mayor. Lo importante es saber dónde está el límite y conseguir templar los nervios en caso necesario.

El miedo puede ser muy destructivo: en esta historia, el mal mayor no fue la enfermedad que acabó con la vida de tantas personas, sino el miedo, que hizo que el resto enfermera y creyera tener también la peste, hasta el punto de morir también. Y es que el miedo puede llegar a ser mucho más destructivo que aquello que nos infunde tanto temor.

Señor Jesús ayúdanos a controlar y a dominar nuestros miedos y ansiedades. Para lograr controlar el miedo que nos hace daño, debemos templar los nervios e intentar rescatar al sentido común de aquel lugar en donde le hemos escondido. La razón es la única capaz de controlar el miedo. En situaciones de miedo paralizante, la única solución es intentar recuperar la calma y dejar a la razón que piense… ¿de verdad esto me va a poder? ¿de verdad es tan peligroso? ¿Cómo puedo superarlo?

Tú sabes Señor que el miedo es una emoción muy común entre todas las personas, sin importar la edad ni la condición. Es una emoción básica que todos los humanos sufrimos. El miedo puede hacer empeorar una situación que podría haber estado controlada desde un principio de haber utilizado la calma y el sentido común.

A veces los miedos más poderosos no son aquellos más lógicos, aquello que podemos ver o imaginar… un fantasma, una bruja… sabemos que son irreales y no les tenemos miedo. Pero aquello que no podemos controlar, que no podemos ver y que nos provocan una emoción desconocida, aquello, sí nos produce verdaderamente un miedo atroz. Te pedimos tu luz y tu sosiego y calma para poder controlar nuestros miedos y ansiedades y que sólo tu ilumines nuestro corazón y los llenes de bondad y sabiduría. Amén.