2023 AÑO A TIEMPO ORDINARIO XXIX
Celebramos el DOMUND, la jornada mundial de oración
por los misioneros y misioneras y para aportar nuestra colaboración. El lema de
este año es “corazones ardientes pies en
camino”. Los misioneros cambian la vida de muchas personas en todo el
mundo. Hoy queremos ayudarles a seguir desarrollando su labor en las misiones.
Que importante es, en
este mundo que vivimos, ser personas cabales y sensatas, que podamos aportar un poco de humanidad a nuestra
sociedad y a nuestro mundo. Los misioneros cuando van a evangelizar, nunca van solos, sino que llevan
consigo toda una humanización de las culturas y sociedades diversas: la educación, la salud, el bienestar y la
defensa de los más débiles, sobre todo las mujeres, acompañan siempre el anuncio del Evangelio. Los disparates, las
guerras, las violencias no tienen cabida ni en nuestro cerebro ni en nuestro
corazón.
Hoy el evangelio nos
plantea una cuestión curiosa: Se acercan a Jesús y le hacen una pregunta perversa, de esas que suscitan
odio, que crean enemigos: ¿es lícito o no pagar impuestos a Roma? La trampa
está bien pensada: elige: ¡o con
nosotros o contra nosotros! ¿Pagar impuestos al imperio o no? Jesús
responde con un doble cambio de perspectiva.
El primer cambio de paradigma: sustituye el verbo pagar por el verbo devolver. Devolver, un imperativo fuerte, que implica
algo más que unas monedas, que debe configurar toda la vida: devolver, al César y a Dios, a la sociedad y a la
familia, a los demás y a la casa común, algo a cambio de lo que se ha recibido.
Todos estamos enredados
en un tejido de dones. La deuda de existir, la gran deuda de vivir sólo se paga
devolviendo tanto a la vida. Devolver al César. Pero, quién es el César? ¿El
Estado, el poder político, con su panteón de caras conocidas y no queridas? No, César indica mucho más que eso. El
César hoy, es la sociedad, el bien común:
la tierra, el aire, el agua, el clima y las
criaturas. El problema más grave del planeta. Hemos recibido mucho, ahora
no expoliemos, no envenenemos, no mutilemos a la madre tierra, cuidémosla.
El segundo cambio de paradigma: Dar
a Dios lo que es de Dios. Devuelve a Dios lo que es de Dios: de Dios es el hombre, está hecho a imagen y
semejanza de Dios desde el libro del génesis. Por tanto, el ser humano es el límite infranqueable:
no te pertenece, no lo violes, no lo humilles, no abuses de él, tiene al
Creador en su sangre y en su aliento. ¿Qué le devolveré a Dios? La respiración
con Él, el triple cuidado: de mí, del
mundo y de los demás.
El ideal educativo de
San juan Bosco era: “Buenos cristianos y
buenos ciudadanos”. Cristianos adultos en la fe formando parte y
contribuyendo a formar una sociedad de ciudadanos adultamente libres.
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