2024
AGOSTO MEDITACIÓN EUCARÍSTICA.
El
tesoro y la vida
Querido
Jesús en esta tarde de verano nos disponemos a estar este tiempo contigo,
tiempo donde tú serás lo importante y lo esencial. Solo tu puedes ayudarnos a
descubrir lo que es valido y verdadero en la vida y dejar pasar lo superfluo y
pasajero. Muchas veces nos aferramos a lo efímero y nos olvidamos de lo eterno,
de lo que de verdad vale la pena. Escuchemos esta interesante historia.
El
Tesoro y la vida: Cierto
día, dos hombres decidieron acudir a una casa antigua en búsqueda de un tesoro
enterrado desde tiempos de la revolución. Los dos hombres a quienes les fue
revelada la ubicación del oro por un anciano emprendieron la aventura. Ambos hombres no
poseían ni una moneda ni herramienta para poder encontrar el anhelado tesoro,
así que comenzaron a cavar con las manos aprovechando que era época de lluvia y
la tierra estaba blanda.
Después
de tres días de continúo desgaste de sus manos para poder sacar la tierra los
dos hombres encontraron una moneda de oro para cada uno, lo que llenó de
alegría a los buscadores de riqueza.
Uno
de ellos, feliz de la hazaña, sin perder el tiempo acudió a un restaurante a
comprar las mejores comidas, compró las mejores ropas y el celular de moda,
pues su moneda de oro tenía un valor enorme.
El
otro buscador, sin embargo, tomando las cosas con calma, compró comida
económica para 15 días, así como picos, palas y una carretilla.
Pasados
15 días el primer hombre que se había dado unos días de rico, regresó a la casa
en búsqueda de más riqueza para seguir viviendo cómodamente. Cabe mencionar que
regresó sin nada y tuvo que continuar su búsqueda con las manos, mientras
tanto, el segundo hombre utilizaba las herramientas que había comprado.
No
pasó mucho tiempo cuando ambos hombres volvieron a encontrar riquezas, está vez
fueron 3 monedas de oro el hombre que cavaba con las manos, en cambio el que
utilizaba herramientas encontró 10 monedas.
Como
sucedió al inicio, el primer hombre se fue para darse una vida de rico, pero en
esta ocasión durante dos meses.
En
cambio, el segundo hombre compró una retroexcavadora y el terreno donde se
encontraba la casa vieja dónde estaban encontrando aquel tesoro.
Pasado
un tiempo, el hombre que se daba vida de rico cada vez que encontraba algunas
monedas regresó al lugar para llevarse una sorpresa que no esperaba. El terreno
había sido comprado por el otro hombre, en la entrada había un letrero que
decía: "NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA".
El
hombre que gastó su primera moneda en palas y picos y que después compró una
retroexcavadora y el terreno, no tardó mucho en encontrar un tesoro imposible
de cuantificar. Así pudo vivir durante toda su vida con la comodidad con la que
sueña la mayoría de las personas.
¿La
riqueza es un asunto de suerte?
No
siempre es así, muchas veces la gente capaz de construir un imperio tiene como
secreto la constancia, la prudencia y la inteligencia.
Uno
de los hombres en vez de malgastar su riqueza la reinvirtió hasta tener lo
suficiente para poder vivir cómodamente, no por unas semanas o meses, sino de
por vida. Mientras el otro hombre siguió su vida quejándose de su pobreza y la
mala suerte que lo acompañaba.
Señor
Jesús ayúdanos a valorar las oportunidades que la vida nos ofrece y que siempre
hay que apreciarlas por lo que son y por las oportunidades que nos presentan.
No busquemos solo la satisfacción inmediata y poco duradera. Ojalá fuéramos
constantes en construir nuestras vidas y ayudar a construir la de los demás, en
los valores de la constancia, de la perseverancia, del trabajo cotidiano hecho
con amor y con perspectivas de mejorar y cambiar esta nuestra historia, tan
acomplejada muchas veces. Danos tu la fortaleza y la templanza necesaria para
ser auténticos seguidores tuyos y constructores de un mundo mejor para todos.
Amén.