2024
JULIO MEDITACIÓN EUCARISTICA
¿QUÉ
ES EL AMOR?
Jesús
amigo de los hombres aquí nos tienes otra vez para compartir estos momentos
contigo, momentos de plenitud, momentos de intimidad. Siempre que nos colocamos
delante de ti sentimos la energía que sale de tu presencia, la fuerza que nos
levanta y las ganas de volver a vivir y sentir como tú lo haces con cada uno de
nosotros. Sentimos la grandeza de tu amor y de tu entrega por nosotros y por la
humanidad entera, sentimos tu dulce fragancia que deja rastro de tu presencia
resucitada en cada rincón de nuestro planeta. Nunca hubiésemos soñado gozar de
tantos dones como tu nos brindas y sobre todo nos los concedes para que
nosotros seamos puro don para los demás, puro amor que quieres seguir amando a
pesar de las indiferencias y los desapegos de muchos de nuestros hermanos.
Escuchemos esta bonita lección de una niña
¿Qué
es el amor?: Ocurrió
que uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó a la maestra
¿qué es el amor?
La
maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura
de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del
recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y
trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento.
Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
-
Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El
primer alumno respondió:
-
Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A
continuación, otro alumno dijo:
-
Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?
Y
así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido
en el patio.
Cuando
terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que
había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía
avergonzada por no tener nada que enseñar.
La
maestra se dirigió a ella:
-
¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La
criatura, tímidamente, respondió:
-
Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla, pero
preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también
mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté
coger ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol,
noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…
Así
que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la
gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñaros
lo que he traído?
La
maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la
única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos
en el corazón.
Que
lección tan grande querido Jesús la de esa niña que respetó la naturaleza de
cada ser que encontró y respetó su manera de ser, de vivir y de actuar. El amor
es algo que se siente y no debemos intentar poseerlo y domarlo para nuestro
beneficio.
Lo
único que se nos exige para amar de verdad y de corazón es tener sensibilidad
para vivirlo. Porque la única manera de manifestarlo es con los hechos y
transmitirlo con nuestras acciones. Esa es la única manera de demostrarlo.
El
Amor no hay que aprisionarlo porque entonces lo ahogamos. El verdadero amor es
el que lo disfruta, pero no lo posee ni lo retiene. El Amor no es tener, ni poseer,
ni arrancar, ni forzar...
Tu
Jesús nos enseñaste que el amor se lleva dentro, en el ALMA. El amor es ser libre
y da siempre LIBERTAD. Que seamos capaces junto a ti de recordar tu gran oferta
de amor, que nos amaste sin límites y disfrutemos de ello. Amén.
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