sábado, 20 de julio de 2024

¡DIFÍCIL, PERO… ADELANTE!

Proclamando, con voz fuerte y clara, que el Señor es el centro de nuestra historia, que, sin Él, todo desvaría y está llamado al fracaso.

Anunciando, de palabra y de obra, que el Señor es la fuente de nuestra energía.

Que, el Señor, es mucho más que leyenda.

Enseñando que, un cielo, nos aguarda.

Recordando que, en Dios, somos hermanos.

Gritando que, el perdón, puede más que el odio.

Trabajando para que, la tierra, sea imagen de lo que esperamos.

Conscientes de nuestros pecados y miserias.

Convirtiéndonos de caminos y actitudes equivocadas.

Retornando de la dispersión y de la confusión.

Rezando para que, aquello que decimos y obramos, sea inspiración divina y no solamente humana.

Que, Jesús, nos precede en el camino, nos empuja cuando los vientos del mundo nos detienen, nos alienta cuando nuestros pies se frenan, nos levanta cuando nuestros rostros caen, nos perdona cuando nuestros pecados nos abruman.

Que, Jesús, nos quiere de carne y hueso.

Que, Jesús, es consciente de nuestro barro.

Que, Jesús, sabe que no somos dioses.

Que, Jesús, confía en nuestras débiles manos.

¡DIFÍCIL, PERO…ADELANTE!

En nuestra tarea de ser cristianos

En nuestro deseo de anunciar el cielo.

En nuestro empeño de que Cristo sea conocido.

En nuestras encrucijadas y desvelos ¡Siempre, siempre, adelante!

Amén

 

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