miércoles, 31 de julio de 2024


 

2024 AGOSTO MEDITACIÓN EUCARÍSTICA.

El tesoro y la vida

Querido Jesús en esta tarde de verano nos disponemos a estar este tiempo contigo, tiempo donde tú serás lo importante y lo esencial. Solo tu puedes ayudarnos a descubrir lo que es valido y verdadero en la vida y dejar pasar lo superfluo y pasajero. Muchas veces nos aferramos a lo efímero y nos olvidamos de lo eterno, de lo que de verdad vale la pena. Escuchemos esta interesante historia.

El Tesoro y la vida: Cierto día, dos hombres decidieron acudir a una casa antigua en búsqueda de un tesoro enterrado desde tiempos de la revolución. Los dos hombres a quienes les fue revelada la ubicación del oro por un anciano emprendieron la aventura. Ambos hombres no poseían ni una moneda ni herramienta para poder encontrar el anhelado tesoro, así que comenzaron a cavar con las manos aprovechando que era época de lluvia y la tierra estaba blanda.

Después de tres días de continúo desgaste de sus manos para poder sacar la tierra los dos hombres encontraron una moneda de oro para cada uno, lo que llenó de alegría a los buscadores de riqueza.

Uno de ellos, feliz de la hazaña, sin perder el tiempo acudió a un restaurante a comprar las mejores comidas, compró las mejores ropas y el celular de moda, pues su moneda de oro tenía un valor enorme.

El otro buscador, sin embargo, tomando las cosas con calma, compró comida económica para 15 días, así como picos, palas y una carretilla.

Pasados 15 días el primer hombre que se había dado unos días de rico, regresó a la casa en búsqueda de más riqueza para seguir viviendo cómodamente. Cabe mencionar que regresó sin nada y tuvo que continuar su búsqueda con las manos, mientras tanto, el segundo hombre utilizaba las herramientas que había comprado.

No pasó mucho tiempo cuando ambos hombres volvieron a encontrar riquezas, está vez fueron 3 monedas de oro el hombre que cavaba con las manos, en cambio el que utilizaba herramientas encontró 10 monedas.

Como sucedió al inicio, el primer hombre se fue para darse una vida de rico, pero en esta ocasión durante dos meses. 

En cambio, el segundo hombre compró una retroexcavadora y el terreno donde se encontraba la casa vieja dónde estaban encontrando aquel tesoro.

Pasado un tiempo, el hombre que se daba vida de rico cada vez que encontraba algunas monedas regresó al lugar para llevarse una sorpresa que no esperaba. El terreno había sido comprado por el otro hombre, en la entrada había un letrero que decía: "NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA".

El hombre que gastó su primera moneda en palas y picos y que después compró una retroexcavadora y el terreno, no tardó mucho en encontrar un tesoro imposible de cuantificar. Así pudo vivir durante toda su vida con la comodidad con la que sueña la mayoría de las personas.

¿La riqueza es un asunto de suerte?

No siempre es así, muchas veces la gente capaz de construir un imperio tiene como secreto la constancia, la prudencia y la inteligencia.

Uno de los hombres en vez de malgastar su riqueza la reinvirtió hasta tener lo suficiente para poder vivir cómodamente, no por unas semanas o meses, sino de por vida. Mientras el otro hombre siguió su vida quejándose de su pobreza y la mala suerte que lo acompañaba.

Señor Jesús ayúdanos a valorar las oportunidades que la vida nos ofrece y que siempre hay que apreciarlas por lo que son y por las oportunidades que nos presentan. No busquemos solo la satisfacción inmediata y poco duradera. Ojalá fuéramos constantes en construir nuestras vidas y ayudar a construir la de los demás, en los valores de la constancia, de la perseverancia, del trabajo cotidiano hecho con amor y con perspectivas de mejorar y cambiar esta nuestra historia, tan acomplejada muchas veces. Danos tu la fortaleza y la templanza necesaria para ser auténticos seguidores tuyos y constructores de un mundo mejor para todos. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario