domingo, 21 de mayo de 2023


 

¡MARCHA SEÑOR, PERO ACOMPÁÑANOS!

Oh, Señor, gracias por tus palabras que nos dieron vida

y por tu mano que nos regalaron la salud

Gracias por tus gestos que nos hicieron pensar en la Salvación y,

por tus ojos, que nos llevaron a rumiar en lo eterno.

Gracias, Señor, por tus caminos

que nos hicieron abandonar los nuestros

egoístas y perdidos en sí mismos

o colapsados del polvo, mentira y tristeza

Marcha Señor hacia el cielo, pero, desde las alturas, no dejes de guiarnos.

Que, nuestras voces, necesitarán de tu voz

que, nuestros pies, pedirán impulso de tu Espíritu

que, nuestro corazón, reclamará amor de tu Amor.

En tu Ascensión, nos dejas pistas y senderos

que conducen hacia esa Ciudad de Dios.

¡MARCHA SEÑOR, PERO ACOMPÁÑANOS! 

Que, sin tu mirada, nuestras miradas caerán hacia el suelo

Que, sin tu mano, nuestros ideales se cruzarán de brazos

Que, sin tus palabras, nuestros labios se cerrarán en dique seco

Que, sin tu corazón, nuestros amores serán necios o mezquinos

No te decimos, Señor, adiós sino ¡hasta pronto!

Porque, bien sabemos, amigo y Señor,

que todo lo que dices o prometes, siempre cumples

Que, tarde o temprano, de mañana o en la oscura noche

vendrás, regresarás en definitiva vuelta hasta nosotros

para que se cumpla, de una vez para siempre,

la Salvación que todos creemos, rezamos, añoramos y esperamos.

Amén.

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