¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?
Un deseo para mi vida:
creer sin desfallecer.
Un deseo para mi gente:
que te quieran como yo
te quiero.
Un deseo para mis
enemigos:
que podamos darnos la
mano.
Un deseo para mi
cuerpo,
que sea fuerte y con mi
voz y mi garganta,
con mi corazón y mis
manos,
con mis pies y todo mi
ser…
te pueda seguir dando
gloria.
Un deseo para mi alma,
que el maligno no
habite en ella.
Un deseo para mis días,
que no busque lo que no
me corresponda.
Un deseo para mi
Iglesia,
que nunca se canse de
mirar hacia Ti.
Un deseo para mis ojos,
que sepan descubrirte
en todo y sobre todo.
Un deseo para mi pobre
oración,
que sea sincera y no
interesada.
Un deseo para mi
caridad,
que sea grande y no una
farsa.
Un deseo para mi
esperanza,
que espere y nunca te
deje de lado.
¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?
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