Tengo miedo, Señor
A que tu barca, la barca de tu Iglesia,
me lleve a horizontes desconocidos.
De caminar sobre las aguas de la fe.
De nadar contracorriente.
De mirarte y estremecerme.
De hundirme en mis miserias y en mis tribulaciones
en mi falta de confianza y de mis exigencias
contigo.
Tengo miedo, Señor
De que me vean avanzando
en medio de las olas del mundo,
con las velas desplegadas de la fe.
Que me divisen, de cerca o de lejos,
navegando en dirección hacia Ti.
Tengo miedo, Señor
De que, en las dificultades,
no respondas como yo quisiera.
Que, en las tormentas,
no me rescates a tiempo.
Que, en la lluvia torrencial,
no acudas en mi socorro.
Por eso, porque tengo miedo, Señor,
mírame de frente, de costado y de lado
para que, en mis temores,
Tú seas el Señor,
El Señor que venga en mi rescate.
Amén
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