miércoles, 23 de octubre de 2024


 

2024 ADORACIÓN EUCARÍSTICA.

EL AMOR ES LIBERTAD

Querido Jesús presente en el altar, como todos los miércoles venimos ante tu presencia para descansar y retomar ánimos para continuar con nuestra vida. Tú eres punto de llegada y punto de salida. Venimos para depositar en tu corazón nuestras preocupaciones, nuestras ansias y deseos y te pedimos que nos concedas tu espíritu de fortaleza, de esperanza y de optimismo. No siempre salen las cosas como nos gustaría, pero si no colocamos amor en todo lo que hagamos jamás conseguiremos realizar algo bueno. Escuchemos esta historia.

El amor es libertad: Una vez, un reconocido guerrero indígena y la hija de una mujer que había sido matrona de la tribu, se enamoraron profundamente y habían pensado en casarse, para lo cual tenían el permiso del cacique de la tribu. Pero antes de formalizar el casamiento, fueron a ver al anciano de la tribu, un hombre muy respetado, que tenía palabras de sabiduría para ellos.

El sabio les dijo que ellos eran buenos muchachos, jóvenes y que no había ninguna razón para que alguien se opusiera a su matrimonio.

Entonces ellos le dijeron que querían hacer algo que les diera la fórmula para ser felices siempre.

El sabio les dijo: Bueno, hay algo que podemos hacer, pero no sé si están dispuestos, porque es bastante costoso.

- Estamos dispuestos – le dijeron.

Entonces el sabio le pidió al guerrero que escalara la montaña más alta, y buscara allí el halcón más vigoroso, el que volara más alto, el que le pareciera más fuerte, el que tuviera el pico más afilado y se lo trajera vivo. Y a la mujer le dijo:

- A ti no te va a ser tan fácil. Vas a tener que internarte en el monte, buscar el águila que te parezca que es la mejor cazadora, la que vuele más alto, la que sea más fuerte, la de mejor mirada. Vas a tener que cazarla sola, sin que nadie te ayude, y vas a tener que traerla viva aquí.

Cada uno salió a cumplir su tarea. Cuatro días después volvieron con el ave que se les había encomendado, y le preguntaron al sabio:

- ¿Ahora qué hacemos?, ¿las cocinamos?, ¿las comemos?, ¿qué debemos hacer con ellas?

- No, nada de eso, -dijo riendo el sabio y les dijo- ¿vosotros queréis ser felices?

- Sí, le dijeron. ¿Volaban alto? - preguntó-, ¿eran fuertes sus alas, eran sanas, independientes?

- Sí, contestaron. Muy bien, dijo el sabio. Ahora deben encadenarlas entre sí por las patas, y suéltenlas para que vuelen.

Así lo hicieron. Entonces el águila y el halcón comenzaron a tropezarse, intentaron volar, pero lo único que lograban, era revolcarse en el piso. Se hacían daño mutuamente, hasta que empezaron a picotearse entre sí.

Entonces el sabio de la tribu les dijo: Si vosotros queréis ser felices para siempre: "VOLAD, PERO JAMÁS OS ENCADENEIS EL UNO AL OTRO".

Señor Jesús tu nos enseñaste que cuando amamos de verdad sea de corazón y respetando la forma de ser del otro. Nadie puede asegurar el éxito o el fracaso de nuestra vida, pero si hay amor y generosidad estaremos plantado nuestra tienda en fundamentos sólidos y duraderos.

Cuando tenemos en cuenta que vivimos y nos desarrollamos en este mundo tan diferente pero que optamos por el gran sentimiento del Amor. Pero el amor verdadero sólo se concibe en libertad.

Dejemos que haya espacios en nuestro amor. Dejemos que los vientos de los cielos dancen entre nosotros. Amémonos unos a otros, pero no hagamos una atadura del amor. Permitamos que un mar de movimiento se agite entre las costas de nuestras almas. Bailemos y cantemos juntos, seamos alegres, pero al tiempo que cada cual permanezca solo. Las columnas del templo se yerguen separadas, el roble y el ciprés no crecen cada uno a la sombra del otro. El amor es como un pájaro: Si lo aprietas demasiado se ahoga, si lo dejas a su aire se escapa.

Señor Jesús acompañamos en la aventura de la existencia a vivir en plenitud el mandamiento del amor a todos los que nos rodean, buenos y malos. Amén

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