2024
ADORACIÓN EUCARÍSTICA.
EL
AMOR ES LIBERTAD
Querido
Jesús presente en el altar, como todos los miércoles venimos ante tu presencia
para descansar y retomar ánimos para continuar con nuestra vida. Tú eres punto
de llegada y punto de salida. Venimos para depositar en tu corazón nuestras
preocupaciones, nuestras ansias y deseos y te pedimos que nos concedas tu
espíritu de fortaleza, de esperanza y de optimismo. No siempre salen las cosas
como nos gustaría, pero si no colocamos amor en todo lo que hagamos jamás
conseguiremos realizar algo bueno. Escuchemos esta historia.
El
amor es libertad:
Una vez, un reconocido guerrero indígena y la hija de una mujer que había
sido matrona de la tribu, se enamoraron profundamente y habían pensado en
casarse, para lo cual tenían el permiso del cacique de la tribu. Pero antes de
formalizar el casamiento, fueron a ver al anciano de la tribu, un hombre muy
respetado, que tenía palabras de sabiduría para ellos.
El
sabio les dijo que ellos eran buenos muchachos, jóvenes y que no había ninguna
razón para que alguien se opusiera a su matrimonio.
Entonces
ellos le dijeron que querían hacer algo que les diera la fórmula para ser
felices siempre.
El
sabio les dijo: Bueno, hay algo que podemos hacer, pero no sé si están
dispuestos, porque es bastante costoso.
-
Estamos dispuestos – le dijeron.
Entonces
el sabio le pidió al guerrero que escalara la montaña más alta, y buscara allí
el halcón más vigoroso, el que volara más alto, el que le pareciera más fuerte,
el que tuviera el pico más afilado y se lo trajera vivo. Y a la mujer le dijo:
-
A ti no te va a ser tan fácil. Vas a tener que internarte en el monte, buscar
el águila que te parezca que es la mejor cazadora, la que vuele más alto, la
que sea más fuerte, la de mejor mirada. Vas a tener que cazarla sola, sin que
nadie te ayude, y vas a tener que traerla viva aquí.
Cada
uno salió a cumplir su tarea. Cuatro días después volvieron con el ave que se
les había encomendado, y le preguntaron al sabio:
-
¿Ahora qué hacemos?, ¿las cocinamos?, ¿las comemos?, ¿qué debemos hacer con
ellas?
-
No, nada de eso, -dijo riendo el sabio y les dijo- ¿vosotros queréis ser
felices?
-
Sí, le dijeron. ¿Volaban alto? - preguntó-, ¿eran fuertes sus alas, eran sanas,
independientes?
-
Sí, contestaron. Muy bien, dijo el sabio. Ahora deben encadenarlas entre sí por
las patas, y suéltenlas para que vuelen.
Así
lo hicieron. Entonces el águila y el halcón comenzaron a tropezarse, intentaron
volar, pero lo único que lograban, era revolcarse en el piso. Se hacían daño
mutuamente, hasta que empezaron a picotearse entre sí.
Entonces
el sabio de la tribu les dijo: Si vosotros queréis ser felices para siempre: "VOLAD,
PERO JAMÁS OS ENCADENEIS EL UNO AL OTRO".
Señor
Jesús tu nos enseñaste que cuando amamos de verdad sea de corazón y respetando
la forma de ser del otro. Nadie puede asegurar el éxito o el fracaso de nuestra
vida, pero si hay amor y generosidad estaremos plantado nuestra tienda en
fundamentos sólidos y duraderos.
Cuando
tenemos en cuenta que vivimos y nos desarrollamos en este mundo tan diferente
pero que optamos por el gran sentimiento del Amor. Pero el amor verdadero sólo
se concibe en libertad.
Dejemos
que haya espacios en nuestro amor. Dejemos que los vientos de los cielos dancen
entre nosotros. Amémonos unos a otros, pero no hagamos una atadura del amor. Permitamos
que un mar de movimiento se agite entre las costas de nuestras almas. Bailemos
y cantemos juntos, seamos alegres, pero al tiempo que cada cual permanezca
solo. Las columnas del templo se yerguen separadas, el roble y el ciprés no
crecen cada uno a la sombra del otro. El amor es como un pájaro: Si lo aprietas
demasiado se ahoga, si lo dejas a su aire se escapa.
Señor
Jesús acompañamos en la aventura de la existencia a vivir en plenitud el mandamiento
del amor a todos los que nos rodean, buenos y malos. Amén
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