miércoles, 2 de octubre de 2024

2024 OCTUBRE MEDITACIÓN EUCARISTICA.

Ciegos y sordos

 

Querido Jesús sacramentado de nuevo delante de ti nos encontramos para recuperar ánimo y adquirir fortaleza para la lucha cotidiana. Estamos convencidos que contigo nuestra vida adquiere un mayor sentido y nos sentiremos robustecidos en nuestros quehaceres cotidianos.

Tantas veces nos encontramos que pasamos por la vida sin darnos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor y por tanto al no ver, al no oír las necesidades de los que nos rodean no podremos asistirles en sus necesidades. Estamos inmersos en una sociedad donde todo está interactuado y lo que sucede a otras personas, algún día nos puede suceder a nosotros.

Seamos conscientes de que somos personas sociales y no solo individuos que viven aislados completamente del resto de la humanidad. El Señor Jesús nos enseñó a caminar por la vida siendo conscientes del suelo que pisamos y del ambiente donde participamos. Escuchemos esta historia que nos hará reflexionar sobre esta realidad que estamos comentando.

CIEGOS Y SORDOS: Un día una señora con sus hijas, iban caminando por la calle, cuando de repente vieron una anciana parada en la orilla de la acera. Extendió la mano, y dijo algo que ni siquiera escuchamos, porque andaba en sus cosas, problemas y demás.

Sin pensarlo ni intentar comprender lo que dijo la anciana, automáticamente puso su mano en el bolsillo y le dio unas monedas, y siguieron caminando para coger su autobús.

Al dar la vuelta a la avenida para ir hacia donde se dirigían, pudo darse cuenta la señora que la viejita extendía la mano a una persona, y ésta la ayudaba a cruzar la calle.

Era eso lo que ella le dijo, ¡QUE LA AYUDARA A CRUZAR la calle! y ella, ciega y sorda, no le puso atención.

En ese instante, quería que retrocediera el tiempo y poder escuchar y ayudar a la anciana, y se preguntaba: ¿Qué estarían sintiendo sus hijas?, ¿cómo tomarían ellas la idea de ayudar a nuestros hermanos? si ella, que era su madre, no les enseñó ese amor que debemos sentir hacia las personas. ¿Qué pensaría esa anciana, que no pedía otra cosa más que AYUDA?

Fue como un coscorrón que le cayó y le hizo pensar, pensar un poco más en los sentimientos de las personas que nos rodean, en la manera de cómo nos tomamos las cosas, y las pruebas que nos pone Dios a cada paso que damos. Ahora fue más sensible y demuestra eso a sus hijas, con las que camina siempre. Y le pidió también perdón a la anciana, en sus adentros, por haber sido tan inhumana y no demostrarle el amor de Dios que tenía en su corazón.

 

Cuantas veces Señor Jesús andamos por la vida con esa actitud de no ver y no escuchar, solamente actuamos automáticamente ante los hechos que nos parece entender. Pero qué lejos estamos de la realidad; muchas veces hay personas que sólo necesitan un apoyo, una ayuda, una sonrisa, un ánimo, sin considerar las cosas materiales, y que en ese momento no era necesario.

Me imagino que a nadie de nosotros nos gustaría experimentar eso, que pedimos ayuda y nos den unas monedas, como si con dinero lo pudiéramos arreglar todo. A veces el ser humanos no necesita solo efectivos físicos y monetarios, sino una mano tendida, unos ojos misericordiosos, unas manos que transmiten calor y cordialidad y un corazón que sea capaz de sentir junto a los demás y entrar en sintonía y empatía con los demás.

Te pedimos Señor poder ser un buen ejemplo para los que nos rodean, para los demás, ya que lo que sean ellos y los sentimientos que despierten, serán los sentimientos y enseñanzas que nosotros les hemos transmitido y ellos reflejan.

No caminemos por la vida ciegos y sordos, como si los acontecimientos y las circunstancias no tengan nada que ver con cada uno de nosotros. No ver y no escuchar por defecto físico se entiende y se comprende pero no ver y no escuchar porque no nos interesa o porque las cosas y las personas nos son indiferentes es una herida grave en la comunidad humana y en la fraternidad que Jesús vino a transmitir y que nosotros somos sus continuadores. Amén 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario